Galicia y el fin de los tiempos

Galicia es el país de los mil ríos que, en su mayoría, desembocan en el mar. No se entiende Galicia sin el agua. Según un reciente informe de la Xunta de Galicia, un tercio de los ríos y rías de la comunidad se encuentra en mal estado ecológico. De las 140 masas de agua en mal estado, 109 son de carácter fluvial. El inventario de los puntos contaminantes en las aguas gallegas, afectadas por vertidos constantes es contundente 3.784 puntos: 2.392 en aguas superficiales y 1.392 en aguas subterráneas.

Foto Wikipedia

En Vigo, aunque aparentemente la construcción de la nueva depuradora del Lagares está “en marcha”, casi 2.000 casas siguen sin estar conectadas a la red de saneamiento. Algunas están a menos de cien metros y la ley obliga a sus propietarios a conectarse, pagando los costes pero recurren al “tradicional pozo negro del país”. Además hay mucha industrias que vierten directamente al Río Lagares. Sorprendentemente, hasta el año 2008 el Puerto de Vigo no se conectó a la red de saneamiento.

Hace poco Augas de Galicia ratificó la sanción de 6.000 euros al Concello  de Vigo impuesta tras detectar el 15 de enero del 2009, un vertido de aguas residuales no autorizado y sin tratamiento procedente de la depuradora. El Concello alegó que la responsable del vertido era la adjudicataria, que se produjo en un aliviadero un día de «gran pluviosidade». Reconoce que la depuradora tiene problemas de diseño.

Es obvio que aunque los que deben conectarse al saneamiento lo hagan, la depuradora actual no será capaz de mejorar la calidad de las aguas que se vierten a la Ría. Eso, sin contar que tenemos muy poca información sobre el estado de funcionamiento y eficacia de las depuradoras de otros Ayuntamientos de la Ría.

Hace dos años, la Unión Europea archivó el expediente sancionador abierto contra España por la contaminación de las aguas dedicadas a la cría de moluscos en la Ría de Vigo que supondría el pago de una multa de muchos millones de euros. Se archivó en base a un plan, con un calendario concreto, que incluía nuevas depuradoras, mejora de las existentes y saneamiento de núcleos rurales. El presupuesto del plan era de 209 millones de euros. A éstos hay que sumar los 180 millones (80 más de lo previsto) para la nueva depuradora de Vigo, la instalación clave para limpiar la ría y que según el compromiso de la Xunta funcionaría en el primer semestre de 2011. ¿Seguro?

Seguimos sin Observatorio Medioambiental de la Ría de Vigo que nos iba a proporcionar datos en tiempo real sobre la calidad de las aguas de la Ría, y de tantas otras cosas que habría que hacer y no se hacen. ¿Qué impacto tendrá sobre el Parque Nacional de las Illas Atlánticas y la ensenada de San Simón integrado en la Red Natura de la Unión Europea?

Algunos investigadores afirman que el excremento de las ballenas y cachalotes puede contribuir en la lucha contra el cambio climático ya que actúa como fertilizante de las aguas oceánicas, mejorando su capacidad de absorber dióxido de carbono y además las ballenas excretan el hierro que consumen del krill (un crustáceo planctónico -semejante al camarón- que constituye su principal alimento). Los cachalotes liberan cerca de 50 toneladas de hierro cada año. Sus excrementos tienen hierro en cantidades 10 millones de veces más elevadas que las aguas antárticas. Comamos nueces y otros alimentos ricos en hierro. Calculando una media de 300 gramos liberados por persona día, tal vez sea un buen argumento en contra de la depuradora… y a favor de la lucha contra el cambio global. Perdonen, pero no lo he podido evitar.

Necesitamos planes a cincuenta años. La depuradora y las medidas de lucha contra la contaminación hay que diseñarlas para una población de un millón de habitantes, o serán insuficientes en muy poco tiempo. La «salud» de la Ría tiene una enorme influencia en la Pesca, el Turismo, la Acuicultura y sobre todo nuestro bienestar como individuos y sociedad. El final de los tiempos para las Rías se acerca, día a día, a no ser que luchemos colectivamente por la calidad de sus aguas.

Publicado en el Faro de Vigo el 18 de Agosto del año 2010