La busca del vuelo de Malaysia Airlines 370 y la Ciencia

Después de muchos días de gran incertidumbre y sufrimiento para las familias, vayan para ellas nuestras condolencias, parece cada vez más claro que el avión se estrelló en una zona al sur del Océano Indico. La ciencia ha servido también en este desgraciado acontecimiento para ayudar a mejorar la localización y seguirá ayudando en esta tarea.

Tal como informa el diario El País «A pesar de que las comunicaciones del Boeing 777 fueron desconectadas desde dentro del aparato, este continuó emitiendo una señal automática –‘ping’ o ‘handshake’— cada hora al satélite Inmarsat. Los pings no muestran la posición del avión, su velocidad o hacia dónde se dirige. Pero un análisis inicial mostró que la última señal vino de una posición a lo largo de cualquiera de dos grandes arcos desde la península malasia: un corredor aéreo hacia el noroeste y Asia central y otro hacia el suroeste y el Índico.»

«Para el análisis más detallado que ha permitido concluir que el avión se estrelló en el Índico sur, Inmarsat estudió las señales enviadas por el vuelo MH370 en tierra en el aeropuerto de Kuala Lumpur y al inicio de su viaje. Tuvo en cuenta las características del Boeing 777, la posición del satélite y otros factores conocidos para calcular las posibles posiciones, la dirección de viaje y la velocidad del avión. Luego comparó sus predicciones con otros Boeing 777 que volaron el mismo día, y encontró buena concordancia».

«Los científicos han utilizado una técnica innovadora que, según ha explicado el ministro, tiene en cuenta la velocidad del avión con respecto al satélite. Dependiendo del movimiento relativo, la frecuencia recibida y la transmitida difieren del valor normal, de la misma forma que el sonido de un coche varía según se aproxima y pasa; un efecto conocido como Doppler. El estudio de la diferencia entre la frecuencia que la estación de satélite terrestre espera recibir y la que es medida en realidad es lo que ha permitido identificar la dirección seguida por el avión y su dramático final. Inmarsat corroboró los datos mediante la comparación con otros Boeing que volaron el mismo día en varias direcciones.»

Otro problema añadido es el de la localización de los restos del avión. No podemos olvidar que como ya publicamos en su momento en este blog, en el océano flotan una gran cantidad de objetos no animados que proceden de distintas fuentes.

Entre estos objetos se encuentran desde redes hasta barcos pesqueros de más de 20 metros de eslora. Incluso siguen apareciendo restos del tsunami de 2004 que afectó a Indonesia y Sri Lanka entre otros países.

Se han detectado varias manchas una de ellas está a 500 millas de la costa de California, rodea Hawai y se extiende hasta casi Japón. Charles Moore, el oceanógrafo norteamericano que descubrió la “supermancha mancha de basura” creador de la Fundación de Investigación Marina Algalita cree que contiene unas cien millones de toneladas de desperdicios. El descubrimiento fue por casualidad (como muchas cosas en esta vida) en 1997 durante un crucero de Los Angeles a Hawai al navegar por un vórtice que los marineros generalmente evitan porque hay poco viento.

Es en estos vórtices donde se pueden acumular los restos de este accidente y es en estas situaciones en las que la oceanografía operacional juega un papel fundamental.

La oceanografía operacional tiene como objetivos: proporcionar datos a los modelos numéricos de predicción, generar una predicción continua de las futuras condiciones del mar con la mayor antelación posible, dar la descripción más precisa del estado actual del mar, incluyendo los recursos vivos, reunir datos climáticos oceánicos y atmosféricos, para describir estados pasados y observar tendencias y cambios.

Para saber más les recomiendo lean este documento del Profesor de Investigación del CSIC Joaquín Tintoré que pueden descargar AQUÍ.

A la izquierda velocidad del viento. A la derecha altura de las olas. Mayor intensidad de color velocidad del viento o altura de las olas más elevada.

Gráficos del New York Times

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