La complejidad del mundo supone un enorme contraste con la simplicidad de las leyes de la física.  Este es quiza uno de los aspectos más llamativos de la física: la simplicidad de sus leyes. Tanto las ecuaciones de Maxwell del Electromagnetismo, como la ecuación de Schrödinger de la Mecánica Cuántica, así como la ecuación de Newton de la Mecánica Clásica se pueden escribir en unas simples líneas. Como indicaron en un trabajo publicado en Science en 1999 los físicos Nigel Goldenfeld de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y Leo P. Kadanoff de la Universidad de Chicago de modo irónico: «Todo es simple y ordenado — excepto, por supuesto, el mundo.

De hecho, cuando uno mira al mundo lo que observa es de una complejidad  asombrosa. Si bien, no existen por el momento leyes de la complejidad, tal y como existen las leyes de la física, los autores antes citados enumeran una serie de lecciones sencillas sobre complejidad que se derivan del análisis y observación de numerosos sistemas complejos que existen en el universo.

Miguel A. F. Sanjuán

Compartir:

Deja un comentario