Grandes políticos que también fueron inventores

Anteriores entradas del blog se han dedicado a una serie de personas que habiendo trabajado como profesionales del mundo de las patentes habían alcanzado la fama por motivos diversos: literatura, ciencia, música y política. Entre los que alcanzaron la fama en la política se citaba a Thomas Jefferson y al japonés Naoto Kan, Pues bien, en esta entrada queremos complementar ese artículo con otros grandes políticos de la historia contemporánea que también fueron inventores y protegieron mediante patentes sus invenciones:

Abraham Lincoln (1809-1865)

Fue el decimosexto presidente de los EE.UU desde 1861 hasta su asesinato en 1865. Sin duda se trata de uno de los más populares de la historia estadounidense y sí, también fue inventor. Durante su adolescencia y juventud navegó con frecuencia a lo largo del río Missisipi y en alguna ocasión llegó hasta Nueva Orleans desde Illinois donde residía. Con frecuencia se encontraba con el problema de que el barco encallaba debido a la existencia de bancos de arena. De hecho cuando comenzó su carrera política uno de sus principales objetivos era mejorar la navegabilidad del río Sangamon, afluente del río Illinois que a su vez desemboca en el Missisipi. Lincoln trató de diseñar un sistema que permitiera a los barcos que surcaban esos ríos superar los bancos de arena, sin necesidad de emplear la tremenda fuerza bruta que normalmente y como había contemplado, era necesario aplicar. Ideó un barco con un sistema de flotadores que se podían inflar cuando fuera necesario para poder superar sin tanto esfuerzo los bancos de arena. La solicitud de título “Buoying Vessels over Shoals” y número US6469 la presentó en 1847 aprovechando su estancia en Washington como representante en el congreso. La patente se concedió el 22 de mayo de 1849. En aquella época era preciso presentar un modelo de la invención junto con la solicitud, modelo que se ha conservado y se encuentra en uno de los museos de la “smithsonian institution”. Nunca se llegó a fabricar y los expertos opinan que probablemente no funcionaría. Abraham Lincoln siempre se sintió atraído por las invenciones y las patentes, trabajó como abogado en algún litigio relacionado con las mismas y dio una famosa conferencia sobre el tema  especialmente recordada por su final: “The patent system added the fuel of interest to the fire of genius”.

Respecto a esta patente resulta curioso señalar que a diferencia de lo que ocurre en los documentos de patente de la época, no figura la firma de Lincoln, pues parece que fue recortada por un coleccionista de “autógrafos” que tuvo acceso al documento en la USPTO.

Konrad Adenauer (05/01/2876 – 19/04/1967)

Fue el primer canciller de la República Federal Alemana tras la guerra, desde 1949 a 1963. Fue también el líder de la CDU (Unión Democrática Cristiana), uno de los principales partidos alemanes desde entonces. Lideró a la Alemania Occidental desde la ruinas de la guerra a una época de prosperidad económica. Además de ello, mostró una gran capacidad inventiva y algunas de sus invenciones fueron protegidas mediante patente. Konrad Adenauer fue por ejemplo inventor de las “salchichas de soja”. Adenauer era el alcalde de Colonia durante la primera guerra mundial y debido al bloqueo británico, la ciudad estaba sufriendo escasez de alimentos y hambre. Adenauer comenzó a investigar posibles sustitutos de los alimentos que escaseaban. Uno de ellos era la carne, a la que propuso sustituir con soja. A estas salchichas se les llamaba “Friedenswurst” o “salchichas de la paz”. Se dice que presentó una solicitud de patente ante la Oficina de Patentes Alemana pero que la patente no fue concedida porque iba en contra de las regulaciones alemanas en relación al contenido de las salchichas. Paradójicamente, la patente fue concedida por el enemigo, por Gran Bretaña, en 1918 con el número GB131402A.

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Según se puede observar, se trataba de un relleno de salchicha compuesto de carne y harina de soja. También en la misma época inventó un nuevo tipo de pan negro del Rin en el que se añadía a la harina un aditivo a base de harina de soja. La invención obtuvo una patente en Alemania de número DE296648 y en Austria de número AT74310:

Asimismo inventó un procedimiento para mejorar la conservación de salchichas y otros productos cárnicos mediante la adición de soja, que fue protegida en Francia mediante la patente de número FR516924.

Entre las dos guerras mundiales siguió desarrollando una gran actividad inventiva, aunque no obtuvo patentes: una ventana con luz interior y espejo para ver cómo se encuentran las rebanadas de pan dentro de una tostadora, un rastrillo con cabeza de martillo incorporada y un artefacto para eliminar insectos mediante electricidad entre otros.

En España también hemos tenido políticos inventores como Juan de la Cierva Codorníu (1895-1936), diputado en 1919 y 1922 e inventor del Autogiro y Narciso Monturiol (1819-1885), uno de los inventores del submarino y seguidor de la corriente socialista utópica de los icarianos.

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2 comentarios

  1. Adenauer no necesitó mentir sensatamente a sus conciudadanos desnortados para que lo votaran, los bombardeos durante la Guerra les enseñaron cómo acaban las utopías. Fue un período privilegiado políticamente porque una sociedad bastante formada y productiva aceptó trabajar hasta el sacrificio para resucitar a un país destruido a nivel material y moral. Adenauer simplemente diseñó y eligió a los economistas expertos para que el país despertara.

  2. Interesantísimo lo de Lincoln y Adenauer (sólo hay que cambiar la fecha de nacimiento de este último)
    No te acostarás sin saber una cosa más, en este caso varias
    Gracias

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