• Asi se escribe la ciencia(homenaje a kepler)

    Así soñé yo la verdad
    KEPLER

    Kepler miró llorando los cinco poliedros
    encajados uno en otro, sistemáticos, perfectos,
    en orden musical hasta la gran esfera.
    Amó al dodecaedro, lloró al icosaedro
    por sus inconsecuencias y sus complicaciones
    adorables y raras, pero, ¡ay!, tan necesarias,
    pues no cabe idear más sólidos perfectos
    que los cinco sabidos, cuando hay tres dimensiones.
    Pensó, mirando el cielo matemático, lejos,
    que quizá le faltara una lágrima al miedo.
    La lloró cristalina: depositó el silencio,

  • Palabras

       Él decía palabras.
    Quiero decir palabras, todavía palabras.
    Esperanza. El Amor. La Tristeza. Los Ojos.
    Y decía palabras,
    mientras su mano ligeramente débil sobre el lienzo aún vivía.
    Palabras que fueron alegres, que fueron tristes,que fueron soberanas.
    Decía moviendo los labios, quería decir el signo aquél,
    el olvidado, ese que saben decir mejor dos labios,
    no, dos bocas que fundidas en soledad pronuncian.
    Decía apenas un signo leve como un suspiro, decía un aliento,
    una burbuja; decía un gemido y enmudecían los labios,

  • El arquitecto

    Cuando yo vine al mundo, ya estaba todo hecho.
    Los muebles heredados no me dejaban sitio.
    Por eso, he decidido mi entusiasmo futuro
    de andar fuera de mí, recibiendo distancias.

    ¡Estar bajo la bóveda reciente de un castaño!
    ¡Qué holgura como origen de una orilla habitable!
    ¡Dadme un templo o penumbra vegetal que susurre
    confidencias de un dios que humano desfallece!

    La realidad resulta más amplia que mi ensueño
    y hay que ser imperfectos en criaturas cercanas.
    Mi rebeldía tiene medidas más humildes,
    mas a escala de un poco de ilusión hacedora.

  • Poema del cuarto elemento

    EL dios a quien un hombre de la estirpe de Atreo
    Apresó en una playa que el bochorno lacera,
    Se convirtió en león, en dragón, en pantera,
    N un árbol y en agua. Porque el agua es Proteo.

    Es la nube, la irrecordable nube, es la gloria
    Del ocaso que ahonda, rojo, los arrabales;
    Es el Maelström que tejen los vórtices glaciales,
    Y la lágrima inútil que doy a tu memoria.

    Fue, en la cosmogonías, el origen secreto
    De la tierra que nutre, del fuego que devora,
    De los dioses que rigen el poniente y la aurora.
    ( Así lo afirman Séneca y Tales de Mileto.)

  • El alquimista

    LENTO en el alba un joven que han gastado
    La larga reflexión y las avaras
    Vigilias considera ensimismado
    Los insomnes braseros y alquitaras.

    Sabe que el oro, ese Proteo, acecha
    Bajo cualquiera azar, como el destino;
    Sabe que está en el polvo del camino,
    En el arco, en el brazo y en la flecha.

    En su oscura visión de un ser secreto
    Que se oculta en el astro y en el lodo,
    Late aquel otro sueño de que todo
    Es agua, que vio Tales de Mileto.

  • Billedpistolen

    MI MÁQUINA Y YO
    YO Y MI MÁQUINA
    NOSOTROS
    ESCRIBIMOS ESTAS PALABRAS
    YO PIENSO
    ELLA OBEDECE
    NOSOTROS
    ESCRIBIMOS ESTA ORDEN
    ESCRIBE MÁQUINA
    ESCRIBE YO
    ESCRIBE NOSOTROS
    ESCRIBE NOSOTROS PARA UN FOLLETO SOBRE NOSOTROS
    MI MÁQUINA Y YO
    ESCRIBIMOS NOSOTROS PARA UN FOLLETO SOBRE NOSOTROS

    DOY GRACIAS PARA MIS ADENTROS
    SENSIBLEMENTE Y BAJO CONTROL
    ELLA ESCRIBE GRACIAS ALLÍ FUERA EN EL MUNDO SOBRE EL PAPEL
    BAJO CONTROL Y CON SENTIMIENTO

    LEE GRACIAS
    GRACIAS
    ALLÍ FUERA EN EL MUNDO

  • Tule takaisin, pikku sheba

    La teoría de la relatividad es una teoría de inmutabilidad,
    por eso: la huella del caribú no puede ser tan pequeña
          ni la de la liebre tan grande.
    Pero por aquí han pasado.
    Jesús ya no cura, no puede, así está bien.
          Aquí es el miserable el que gritó,
          componía música de órgano y gritaba.
          Por allí volaron hachas y notas.
    Así son mis tardes, como mis noches:

  • Copérnico

    Por la noche, bajo la luna encendida y las estrellas
    regresan de los campos. La brisa trae el son amortiguado
    de una campana; cabizbajos y en silencio pasan
    junto a un crucero gastado por la intemperie,
    al hombro las viejas y gastadas herramientas
    de sus antepasados pero contentos porque todo está atado
    y bien atado: mirad, allí los vientos y la luna, aquí
    las flores y el camino.

    No saben que quien les saluda varias veces al día
    sacó esta tierra de una raíz podrida - y la arrojó
    como una china al fondo de la noche y del vacío.