• Rotación de la criatura

    La semilla contiene todo el aire;
    el grano es sólo un pájaro enterrado;
    la nube y la raíz sueñan lo mismo;
    la savia abre la palma de la espiga
    donde el sol y la lluvia se recrean
    y amasan con su amor el pan caliente;
    el cielo del revés mira hacia arriba
    y apunta hacia su bóveda terrestre;
    la tierra llueve cielo abajo pájaros
    y el cielo fecundado en primavera
    multiplica su luz gozosamente;
    el sueño es un sonámbulo vigía
    y el despertar su sueño verdadero.

    En el ojo de Dios verde y profundo
    la primera semilla aún busca el fondo,

  • Elogio de la historia medicinal

    Cuanto del mundo extraño
    nuestra España abastece
    y a todo el Oriente hace avaro
    no es de precio tamaño
    ni tanto te enriquece,
    Sevilla, como un hijo muy preclaro
    cuyo retrato claro
    nos representa el arte,
    que es Monardes ilustre,
    grande ornamento y lustre
    y de tu gran valor la mejor parte,
    o luz del sacro chorro
    de nuestro Betis gloria y gran tesoro.
    [...]
    Con nuevo olor eterno
    por tu verde ribera ha derramado
    y de otro nuevo mundo
    te siembra plantas de frescor jocundo.

  • Poema conceptual

      POEMA CON FORMA DE TRIÁNGULO INVERTIDO    POEMA CON FORMA DE TRIÁNGULO INVERTI       POEMA CON FORMA DE TRIÁNGULO INV          POEMA CON FORMA DE TRIÁNGULO I            POEMA CON FORMA DE TRIÁNGULO              POEMA CON FORMA DE TRIÁNGU                 POEMA CON FORMA DE TRIAN                    POEMA CON FORMA DE T                      POEMA CON FORMA DE                         POEMA CON FORMA                             POEMA CON F                               POEMA CON                                 POEMA C                                   POEMA                                   
    
    
    
    
    
    

  • Freud en Pompeya

    El hombre que socava los espíritus
    en la ciudad desierta escruta el Tiempo.
    Está vivo y no ve la apoteosis
    de la Vida en las luces de las ruinas.
    No ve que aún queda savia en los jardines
    alimentados de ecos, de abandono.
    No sabe que la Parca siembra vida.
    Él escarba, escarba en el bosque
    del lenguaje y la idea. De allí extrae
    metálicos relámpagos, tormentas
    que hunden la Moral, los firmes atrios
    que en el dolor pasivo de los más
    levantaron los menos con sus dogmas.

    Confusión de humedades otoñales
    en las enredaderas y en los frisos

  • A benito arias montano

    Hay muchos que a espaldas murmuran y arrojan ponzoña,
    buscando, envidiosos, arruinar la obra que ni han conocido.
    ¿Habrá quien pretenda que tantas y tan arduas cosas
    puedan escribirse conforme al arbitrio de otros,
    cuando tantos cuidados y búsquedas ellas exigen
    y no hay muchos que quieran sufrir tamaños desvelos?
    ¿Cómo podrá ser buen juez y censor perito
    el que nada conoce plantas, ni vio nuestros libros,
    ni ha sabido de nuestros trabajos y fatigas duras?

  • Al pequeño aparato de radio

    Cajita con la que cargué cuidadosamente en mi huida
    de casa al barco y del barco al tren
    para que sus lámparas tampoco se me rompiesen
    y mis enemigos no dejaran de hablarme

    en la cabecera de la cama y con gran dolor mío
    de sus victorias y mis penalidades
    cerrando la noche y empezando la madrugada:
    ¡prométeme no enmudecer nunca de repente!

  • La rosa de hiroshima

    Piensen en la criatura
    Mudas telepáticas
    piensen en las niñas
    Ciegas inexactas
    Piensen en las mujeres
    Rotas alteradas
    Piensen en las heridas
    Como rosas cálidas
    Pero oh no se olviden
    De la rosa de la rosa
    De la rosa de Hiroshima
    La rosa hereditaria
    La rosa radioactiva
    Estúpida e inválida
    La rosa con cirrosis
    La antirosa atómica
    Sin color sin perfume
    Sin rosa sin nada.

  • Epístola a cadalso

    Ya el venturoso tiempo está cercano
    en que los buenos españoles vean
    que, de esta filosófica oficina,
    el amor de las ciencias se difunde,
    y en la nación rápidamente cunde.
    No serán ya al oído castellano
    nombres desconocidos litologia,
    metalurgia,, halotecnia, ornitologia. (1)
    Ya para el nuevo gabinete ofrecen
    ambos mundos sus varias producciones…
    ¿Qué mucho, si, a porfía con sus dones,

  • Ante un cadáver

         ¡Y bien! aquí estás ya. sobre la plancha
    donde el gran horizonte de la ciencia
    la extensión de sus límites ensancha.

         Aquí donde la rígida experiencia
    viene a dictar las leyes superiores
    a que está sometida la existencia.

         Aquí donde derrama sus fulgores
    ese astro a cuya luz desaparece
    la distinción de esclavos y señores.

         Aquí donde la fábula enmudece
    y la voz de los hechos se levanta
    y la superstición se desvanece.

  • Caos cósmico (o cosmos caótico) ii

    Mira cómo cada mota se divierte
    componiendo con la otra algún objeto
    o un proceso o un principio, de tal suerte
    que la vida y la conciencia -y el soneto-

    son los juegos del azar y de la muerte,
    que son toda la verdad. A lo que objeto:
    el sentido -tan curioso- del sujeto
    ¿cómo puede ser producto de la suerte?

    ¿Tiene entonces esa suerte como una
    intención que manipula cada cosa
    y le otorga su función sobre la luna

    de este mar de la Ilusión que nos rebosa?
    ¿Es la suerte o el azar como una diosa?
    (Los antiguos lo llamaron la Fortuna.)