Imagen de un lobo captada por las cámaras que los investigadores emplearon para este trabajo. / UGR
Fecha
Fuente
UGR Universidad de Granada

Explican por primera vez por qué 'perro no come perro': los carnívoros saben que la carroña de sus semejantes provoca enfermedades

Un equipo internacional de investigadores, liderado por la <a href="https://www.ugr.es/universidad/noticias/explican-por-primera-vez-por-que-perro-no-come-perro" title="Universidad de Granada" alt="Universidad de Granada" target="_blank">Universidad de Granada</a> (UGR), aporta nuevos datos sobre este viejo refrán, cuyo origen se remonta al menos a los tiempos de la antigua Roma.

Un equipo internacional de investigadores, liderado por la Universidad de Granada, ha explicado por primera vez la base científica del viejo refrán 'perro no come perro': para un animal carnívoro, comer carroña de otro carnívoro, especialmente si es de su misma especie, incrementa la probabilidad de contraer patógenos que podrían hacer peligrar su vida.

Este trabajo, en el que también participan la Universidad de Berkeley (EEUU), la Universidad de Murcia (UM) y la Universidad Miguel Hernández (UMH), ha sido publicado en la revista Journal of Animal Ecology y aporta nuevos datos sobre esta idea, cuyo origen se remonta al menos a los tiempos de la antigua Roma (Canis caninam non est), y que viene a decir, en un contexto social, que los miembros de un determinado gremio tienden a evitar conflictos entre ellos.

La expresión 'perro no come perro' parece haberse originado a partir de observaciones empíricas sobre la aversión de los animales carnívoros a comer cadáveres de otros carnívoros. Y es que, como explica el autor principal de este trabajo, el investigador del departamento de Zoología de la UGR Marcos Moleón Paiz, "a los humanos nos encanta comer, pero no cualquier cosa ni a cualquier precio".

Por ejemplo, de entre las innumerables especies de animales y vegetales que habitan el planeta, sólo un puñado proporciona el grueso de los hidratos de carbono (por ejemplo, el trigo o el arroz) y las proteínas (por ejemplo, el pollo o el cerdo) que demanda la población humana.

"Además, los gustos cambian según la cultura y el individuo. ¿Deberían el resto de los animales comportarse de manera diferente? ¿Podría un animal carroñero, el paradigma del oportunismo, ser selectivo a la hora de decidir qué tipo de carroña comer o no comer? Estas preguntas fueron las que dieron origen a nuestra investigación", detalla Moleón.

Los investigadores de la UGR han comprobado que este comportamiento aversivo es por un buen motivo: para un animal carnívoro, como por ejemplo un zorro o una garduña, comer carroña de otro carnívoro, especialmente si es de su misma especie, incrementa la probabilidad de contraer patógenos que podrían hacer peligrar su vida (por ejemplo, priones como el virulento kuru, que acabó en los años 50 con muchos nativos de Papúa Nueva Guinea, que practicaban rituales de canibalismo).

Para llevar a cabo este trabajo, los investigadores monitorizaron y estudiaron durante los meses de invierno de varios años entre 2005 y 2016 un total de 89 cadáveres de animales carnívoros y herbívoros de dos regiones distintas del Sureste de España (sierras de Espuña y Cazorla), a quienes vigilaron con una serie de cámaras automáticas que se disparan al detectar movimiento.

También se realizó un experimento de campo en el que trozos de carne de carnívoro y herbívoro, aparentemente idénticos, se dispusieron en distintos sectores de Sierra Espuña para comprobar si los animales carnívoros pueden "oler el riesgo". Esta información fue complementada mediante modelos matemáticos que simulan cómo evoluciona el comportamiento alimenticio cuando a hipotéticos animales carnívoros se les ofrece carroña de ambos tipos.

A lo largo de la evolución, los carnívoros han "aprendido" a discriminar, probablemente por el olor, la carroña segura de la de riesgo. "Esta relación coevolutiva entre los carnívoros y sus parásitos no había sido descrita hasta el momento, e indica que los cadáveres de carnívoros juegan un papel muy diferente al de otros animales en los ecosistemas", señala el investigador de la UGR.


Referencia bibliográfica:

Moleón et al. 2017. Carnivore carcasses are avoided by carnivores. Journal of Animal Ecology. Volume 86, Issue 5. Pages 1179–1191. DOI: 10.1111/1365-2656.12714

Añadir nuevo comentario

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.
Para el envío de comentarios, Ud. deberá rellenar todos los campos solicitados. Así mismo, le informamos que su nombre aparecerá publicado junto con su comentario, por lo que en caso que no quiera que se publique, le sugerimos introduzca un alias.

Normas de uso:

  • Las opiniones vertidas serán responsabilidad de su autor y en ningún caso de www.madrimasd.org,
  • No se admitirán comentarios contrarios a las leyes españolas o buen uso.
  • El administrador podrá eliminar comentarios no apropiados, intentando respetar siempre el derecho a la libertad de expresión.
CAPTCHA
Enter the characters shown in the image.
Esta pregunta es para probar si usted es un visitante humano o no y para evitar envíos automáticos de spam.