Carolin Emcke

La intolerancia y la exaltación de las tensiones es un arma política muy antigua. La primera guerra púnica se produjo por el apoyo de Roma a los Mesenios en contra de los Catagineses. La segunda por el apoyo de Roma a Sagunto. La IGM por el apoyo de Rusia a Serbia acosada por el imperio Austrohúngaro.
Armar a los rebeldes del país vecino es un estrategia muy antigua como dijo Julio César “divide ( creando odio y división) y vencerás”. El imperio Británico ha sido un gran experto en esas técnicas financiando a los movimientos “ libertadores” en hispano América o en la India enfrentando a Musulmanes con induistas, al igual que España apoyo la independencia de las colonias Británicas, un apoyo sin el cual EEUU seguiría siendo una colonia Británica. El odio se financia y se promueve por intereses económicos apoyándose en diferencias religiosas, étnicas o lingüísticas o ideológicas con gran facilidad. Los movimientos de liberación o rebeldes según el punto de vista, del se financian e impulsan desde países vecinos o rivales por razones que nada tienen que ver con las argüidas publícamente … la fábula de Lafontaine lo describe en “los animales enfermos de la preste”