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Agencia EFE Futuro

Un nuevo mapa dibuja cómo eran los antiguos bosques húmedos de la Antártida

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La Antártida en la época de los dinosaurios estaba formada por bosques húmedos y no por glaciares y, ahora, un equipo de científicos españoles ha logrado cartografiar formaciones geológicas que revelan el pasado de este continente sin hielo.

"La Antártida en el Jurásico, antes de que Sudamérica, África, India y Australia se separaran de ella, tenía un clima cálido y húmedo, con un terreno cubierto por una vegetación exuberante de tipo bosque húmedo parecido al que hoy se puede observar en los Andes Patagónicos, muy diferente al paisaje glaciar que vemos actualmente", apunta Manuel Montes, investigador del Instituto Geológico y Minero de España (IGME).

Zona de especial protección

Debido a esta riqueza paleobotánica excepcional, estos afloramientos fueron incluidos en la "Zona Antártica de Especial Protección".

Según una nota de este instituto, las memorias y cartografías que presentan ahora los expertos son un recurso fundamental para delimitar y proteger adecuadamente este espacio, ya que aportan un marco geográfico y geológico detallado de los afloramientos de esta zona especialmente protegida.Estos mapas geológico y geomorfológico a escala muy detallada de bahía Esperanza, un lugar del planeta con gran riqueza geológica y paleobotánica, son fruto del trabajo conjunto entre el IGME y del Instituto Antártico Argentino (IAA) durante más de una década; la bahía Esperanza es un pequeño fiordo, de unos 5 kilómetros de largo por un kilómetro de ancho, situado en el extremo norte de la Península Antártica.  Dentro del área cartografiada se encuentra el yacimiento geológico de Monte Flora, que contiene una de las pocas floras fósiles conocidas del período Jurásico en la Antártida.

Esporas, helechos y semillas

En este yacimiento, de roca oscura y pizarrosa, se han reconocido multitud de fósiles de hojas de plantas con esporas y helechos; hojas y madera de fósil de plantas con semillas; hojas y piñas de coníferas; incluso restos de fauna, como vértebras de peces, bivalvos y fragmentos fósiles de escarabajos.

Además, en el área de bahía Esperanza se reconocen las formas del relieve derivadas del cambio a las condiciones climáticas más cálidas en Antártida durante el Holoceno (hace 14.000 años), y que continúan en la actualidad con el calentamiento global.

Estos mapas, acompañados de una extensa y detallada memoria, han sido editados conjuntamente por el IGME y el IAA, dentro la nueva "Serie Cartográfica Geocientífica Antártica" del instituto español.

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