Hace 1800 años: ecos de la muerte de una estrella
En el año 185 de nuestra era reinaba el emperador Cómodo en Roma, hijo de Marco Aurelio. Tal vez sea en entonces cuando comienza la verdadera decadencia de ese imperio. Astrónomos chinos y probablemente romanos observarón una estrella brillante en el cielo, una supernova, el registro histórico más antiguo de este tipo de fenomenología. Ahora, 1800 años después, creemos que hemos identificado sus restos.
Imágenes tomadas en el rango de los rayos X por los telescopios espaciales XMM-Newton y Chandra (créditos ESA y NASA). Estos dos observatorios se complementan perfectamente, ya que el primero es más sensible, mientras que el último proporciona mejor resolución espacial.
Las estrellas muy masivas mueren en formidables estallidos, que llegan a brillar más que la galaxia que la contiene. Un espectaculo que en nuestra galaxia no se contempla desde el siglo XVII (en 1604, estudiada por el astrónomo Kepler). Dejan como resto una envoltura de polvo y gas que se disipa en unos millares de años, que rodea a una estrella de neutrones o tal vez un agujero negro. Con esos resultados, los investigadores han sido capaces de identificar el «cadaver» de la explosión detectada hace 1800 años.
ENLACES:
Chandra. RCW86, la supernova más antigua
Chandra. Animación del estallido de una supernova
XMM/Newton. RCW86, la supernova más antigua
Una supernova de tipo I desafía a la teoría
Supernovas, metales, tecnología y democracia