La importancia de la divulgación científica: NASA nuevamente como ejemplo. David Barrado y Navascués

Ayer fue un día espacial para mí y mi carrera profesional. NASA publicó una nota de prensa con mi trabajo. Consiste en unos resultados preliminares en una nube obscura de polvo y gas en donde hemos localizado una jovencísima generación de estrellas y enanas marrones. En realidad ha sido una semana muy emocionante, ya que en principio la noticia iba a ser publicada en la página del satélite de infrarrojos Spitzer, que es responsabilidad de Caltech. Sin embargo, el Jet Propulsion Laboratory (JPL) decidió incluirla también en las suyas. Finalmente, NASA también la colocó en su página principal. Es la culminación de bastantes años de trabajo, aunque todavía nos queda mucho por hacer.

La nota de prensa de NASA, Caltech/Spitzer y el JPL apareció el jueves 17 por la tarde. Aquí muestro uno de los ejemplos:

¿Qué es Spitzer?

El observatorio Spitzer es un satélite astronómico de NASA que tiene como finalidad el estudio del rango del espectro infrarrojo medio. Esto es, su espejo de 85 centímetros y sus dos instrumentos, MIPS e IRAC, ven la radiación que emiten los objetos por tener una temperatura determinada y que el ojo humano no puede detectar. Como ejemplo, un radiador eléctrico en la obscuridad de una habitación. Según se apaga el radiador el color se vuelve más marrón hasta desaparecer, pero seguimos sintiendo su calor, que es la radiación infrarroja que nos llega a nuestra piel.

Esta “luz” es perfecta para el estudio de diferentes tipos de fenomenologías, entre la que se encuentran aquellos fenómenos que acontecieron durante el nacimiento del Universo hace unos 15,000 millones de años o el nacimiento de nuevas estrellas, de sistemas planetarios o de objetos fríos (estrellas de baja masa, exoplanetas, asteroides, etc), debido a que en bastantes casos el polvo interestelar o aquél presente en las proximidades puede bloquear la luz visible. Sin embargo, la radiación infrarroja es capaz de penetrar densas nubes de polvo y gas interestelares. Por otra parte, los objetos más fríos emiten eminentemente en el infrarrojo.

Spitzer fue lanzado al espacio ( videos con el lanzamiento) el 25 de agosto del 2003 y desde entonces nos ha proporcionado algunas de las más espectaculares imágenes astronómicas. Es un complemente ideal para el telescopio espacial Hubble.

¿Cuál es la noticia?

El redactor de Spitzer ha titulado la noticia como: ”Estrellas-bebé eclosionando en la Cabeza de Orión”. Una tradución del primer párrafo sería algo así como: “Nuevas imágenes del satélite Spitzer muestran jovencísimas estrellas en la región de formación estelar de la Cabeza de Orión. Esta nueva generación de estrellas ha sido creada a partir de una explosión de supernova que ocurrió hace unos 3 millones de años”. La nota de prensa ha incluido estas dos imágenes (IRAC y MIPS e IRAC):



La imagen muestra la nube obscura denominada Barnard 30, localizada a unos 1300 años-luz. Ha sido creada a partir de varias fotos tomadas el instrumento IRAC, a bordo del observatorio Spitzer, con diferentes filtros infrarrojos. Es, por tanto, una imagen en falso-color. Nos permite mostrar la nueva población de estrellas y de enanas marrones que se han formado recientemente. En muchos casos, poseen discos circunestelares que podrían generar a su vez sistemas planetarios. Crédito NASA/JPL-Caltech/D. Barrado y Navascués (LAEFF-INTA).



Imagen análoga a la anterior, pero en esta ocasión se han utilizado además de los filtros thel instrumento IRAC otro a longitud de onda más larga y el instrumento MIPS, lo que permite detectar material más frío. En la imagen se pueden ver compuestos orgánicos denominados hidrocarburos aromáticos policíclicos (en verde) y partículas de polvo interestelar calentadas pro las nuevas generaciones de estrellas (en naranja-rojo).  Crédito NASA/JPL-Caltech/D. Barrado y Navascués (LAEFF-INTA).

¿Por qué es relevante?

La nube obscura Barnard 30 pertenece al complejo denominado Región de Formación Estelar de Lambda Orionis, localizado en la cabeza de la constelación de Orión, visible en los cielos invernales del hemisferio norte. Esta inmensa región contiene varias nubes obscuras, formadas por polvo y gas interestelar muy fríos. Están dispuestas en una estructura muy regular, prácticamente circular, y eso es debido posiblemente a que hace unos 3 millones de años una estrella supermasiva de autodestruyo en una explosión gigante (una supernova), expulsando ingentes cantidades de materia y energía, que comprimieron y empujaron en material de las proximidades al igual que el viento hace con la vela del barco. Durante este proceso, estas nubes colapsaron y se fragmentaron, dando lugar a la formación de estas nuevas generaciones de estrellas y enanas marrones.

 

Imagen compuesta tomada con anterioridad con el satélite IRAS, que muestra el polvo que compone las nubes de la región de la Cabeza de Orión. Barnard 30 es la mancha blanquecina situada en la parte superior del círculo (crédito María Morales-Calderón).

 

Esta es una de los pocos ejemplos que tenemos de formación estelar podría estar inducida por un evento cataclísmico. Además, el satélite infrarrojo nos ha permitido penetrar a través todo el polvo que está distribuido inhomogeneamente por la región y descubrir las formación de una nueva asociación estelar, un conjunto de estrellas de baja masa y de enanas marrones (objetos de apariencia cuasiestelar, que no tienen masas suficiente como para poder generar energía en su interior a partir de reacciones nucleares y que se pueden catalogar como verdaderos eslabones entre las estrellas y los planetas). Además, un número apreciable de estrellas y enanas marrones tendrías discos de polvo alrededor de los mismos, que es el material a partir del cual se forman los planetas. Por tanto, nos encontraríamos también ante el incipiente nacimiento de nuevos sistemas planetarios.

Aunque no es la primera vez que Spitzer ve una nueva generación de estrellas en formación, o discos protoplanetarios, sí es la primera vez que se realiza un estudio tan ambicioso de una región tan compleja donde además se ha tenido una formación inducida por una supernova. Mi equipo lleva ocho años tomando datos de esta región, desde rayos X con el satélite europeo XMM-Newton hasta fotometría y espectroscopía en los rangos visibles e infrarrojo cercano con los observatorios de Calar Alto (en Almería), El Roque de los Muchachos (en La Palma), La Silla (en Chile) y Keck (en Hawai). Además, es la primera vez que es un equipo español (con colaboración americana) es el responsable primordial de un estudio de este tipo (la formación estelar inducida en una región tan compleja), desde la idea inicial, la consecución del tiempo de observación (muy disputado) y el análisis de los datos. Por supuesto, el análisis de todos estos datos requiere un equipo dedicado, y el mío tiene la fortuna de contar con dos estudiantes brillantes, María Morales Calderón y Amelia Bayo.

En esta bitácora ya hemos hablado en más de una ocasión de esta fascinante región de formación estelar y de algunos de nuestros resultados parciales. En particular, el descubrimiento de una curiosa binaria visual formada por una enana marrón y un candidato de masa planetaria , o los discos de transiciónque podrían estar formando sus propios sistemas planetarios. Mucho nos queda por hacer, pero sabemos que vamos por el buen camino.

 

Más información general sobre Spitzer, el JPL o NASA, en:

 

Otros enlaces


Página principal del “Cuaderno de Bitácora Estelar”

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11 comentarios

  1. Felicitaciones David. Leí la nota hoy a la madrugada (de Argentina) gracias a Bloglines y traduje parte del artículo en mi blog (http://gerardoblanco.blogspot.com/2007/05/ms-nacimientos-en-orin.html).

    Felicitaciones entonces, por partida cuádruple:

    Por el blog, por la foto, por la publicación de la misma (que debe hincharte de orgullo, merecidísimo) y por el libro que se comenta en la nota que publicarías con el blog!!!

    Saludos.

  2. Gracias Gerardo

    Uno hace lo que puede, o lo que le dejan, ya que conseguir tiempo de observación, especialmente con Spitzer, no es nada fácil.

    Añado el enlace a tu bitácora.

    Respecto a libro, que ya está en maquetación, tendrás que esperar a final de verano o casi otoño.

  3. Muchas felicidades David, estaba traduciendo la noticia para publicarla en mi <a href=http://cienciakanija.wordpress.com/2007/05/20/las-estrellas-bebe-se-incuban-en-la-cabeza-de-orion/&gt; blog</a> y en la web de <a href=http://www.astroseti.org/noticia_2856_Las_estrellas_bebe_incuban_Cabeza_Orion.htm>Astroseti</a&gt; y no me he podido resistir el entrar a tu blog y dejar una felicitación en nombre de todos los que amamos la ciencia y la astronomía. Es un orgullo para todos nosotros, y especialmente para los españoles, tener científicos de tanto talento que nos coloquen en la primera línea de la investigación mundial.

    Un fuerte abrazo y mucha suerte con tu libro

  4. Felicidades por la publicación de tu blog en forma de libro. Y más felicidades por escoger semejante imagen para la portada. Y muchas más por tener un blog tan interesante y educativo, que para los profanos como yo eso es agua bendita. Y aún muchísimas más por tu éxito profesional sea un éxito del conocimiento.

    Saludos y, como diría alguien, hasta el infinito, y más allá.

  5. Enhorabuena, David!!!

    aunque en la sombra, sabes que te sigo, y estoy tan orgullosa de tí como siempre, y si cabe, un poquito más. No dejes de sorprendernos NUNCA. Sabía yo que al final haríamos algo de tí…;-))

  6. hola me gustaria saber el nombre de todas las estrellas visibles

    desde el Estado de Mexico en la constelacion de orion .

    (con imagen x favor) ( los alrededores del cinturon)

    Les agradeceria q me mandaran un poko de informacion sobre lo q lespido en verdad es muy importante para mi de antemano gracias.

    q tengan un bn dia.

  7. Very well written story. It will be valuable to anyone who utilizes it, as well as me. Keep doing what you are doing – can’r wait to read more posts.

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