España y los tsunamis

A veces pensamos que un tsunami solo puede suceder, como el tsunami de las Navidades del 2004, lejos de nuestras costas. Sin embargo el 1 de noviembre de 1755, día de Todos los Santos, las iglesias de Portugal y del sur de España estaban abarrotadas de personas que se vieron sorprendidas por la mayor catástrofe natural conocida en la historia de Europa.  ¿Estamos preparados para un tsunami?

«En España, el riesgo de un eventual tsunami provocado por un terremoto viene determinado por el gran borde existente entre la placa euroasiática y la africana, que discurre cercano al Golfo de Cádiz, el Estrecho de Gibraltar y las Costas de Argelia. Los movimientos entre ambas placas originan riesgo de maremotos en toda la costa española que va desde el sur occidental hasta las costas de Cataluña. Sin embargo, la peligrosidad es distinta, debido a que el comportamiento de las fallas en el Mediterráneo y el Atlántico también lo es. Tal y como explica Javier Benavente, director general de Investigación de la Universidad de Cádiz, la primera zona “es bastante activa tectónicamente, sin embargo, los tsunamis son más pequeños”. Eso se debe a que, frente a las costas de Argelia, existen fallas de desgarre en las que los bloques tienen desplazamientos horizontales y paralelos. Fue el caso del terremoto de 2003 que provocó olas de hasta dos metros en el sur de Mallorca.»

«Debido a que la gran mayoría de las zonas del Mediterráneo están altamente pobladas y son lugares de gran afluencia turística, cualquier “tsunami“, por pequeño que sea, puede generar efectos devastadores. Las costas de Grecia, Turquía y Sicilia son las que presentan mayores riesgos, así como las de Argelia y otras partes del norte de África, aseguran los expertos.»

En 1755, un terremoto de 8,7 grados en la escala Richter sacudió la tierra durante 120 segundos. Dos réplicas del temblor sobrevinieron dos horas y diez minutos después.  Pero lo peor fue un devastador “tsunami” causado por el gran terremoto. Olas de 10 metros arrasaron el  Golfo de Cádiz y el norte de Marruecos. En Ayamonte hubo más de mil muertos y Conil quedó destruido. La conmoción social desencadenada por la tragedia fue tan dura que llegó a pensarse, dado que la mayoría de las víctimas se encontraban en el interior de iglesias, en una especie de castigo divino.   Se estima que el evento sísmico de 1755 dejó unos 100.000 muertos entre Portugal, Marruecos y España. De ellos, 1.275 fallecieron en las costas españolas.

«Ante la necesidad de estar preparados para una catástrofe de tal magnitud, desde la UNESCO se impulsó la puesta en marcha en Europa del sistema de alerta temprana de tsunamis (NEAMTWS), integrado por cinco centros europeos que emiten alertas desde Grecia, Francia, Italia, Portugal y Turquía. En el caso de España, se designó al Instituto Geográfico Nacional (IGN) -ya encargado de gestionar alertas de terremotos- para formar parte de esta red europea de alertas. Desde hace un año, cuando detecta un terremoto con potencial de generar un tsunami emite una primera alerta “en menos de cinco minutos”, según explica Juan V. Cantavella Nadal, investigador del IGN. Normalmente, eso ocurre cuando tiene más de 5,5 de magnitud y tiene un epicentro marino o cerca de la costa.»

«Se supone que si, tras las primeras averiguaciones, la alerta se mantiene, el IGN la deriva a Protección Civil para que la canalice las Comunidades Autónomas y municipios afectados. Desde que se registra el temblor hasta la llegada de la primera ola, el margen para evacuar es variable, pero rara vez superior a una hora. Son justo esos minutos críticos los que aún están pendientes de coordinación. Tras el Real Decreto para el desarrollo de planes de actuación en el caso de maremotos, de noviembre de 2015, cada comunidad autónoma debe desarrollar su plan especial con estudios preliminares de riesgos, zonas inundables y planes de emergencia.»

¿Sabríamos que hacer en caso de alerta de tsunami?

CÓMO SALVARTE DE UN TSUNAMI

1. Terremoto en la costa

El primer signo de alerta puede llegar con la percepción de un terremoto en una zona de costa. A partir de ahí, es necesario estar pendientes de los sistemas de información.

2. Atento al mar

Otro de los signos de la proximidad de un maremoto es la retracción previa del mar que deja a la vista el lecho marino. Justo en ese caso, es necesario retirarse de la costa con celeridad ante la inminencia de una posible catástrofe.

3. Autoprotección fijada previamente

Los expertos recomiendan haber tratado previamente con los familiares qué hacer ante una alerta de maremoto. Eso pasa por tener botiquín o avituallamiento a mano o conocer qué pasos seguir si los hijos están en el colegio, por ejemplo.

3. Salida controlada

En casos de tsunamis se recomienda no intentar abandonar la ciudad o zona en vehículos que pueden convertirse en trampas, en caso de verse atrapado en atascos durante una evacuación que dura pocos minutos.

4. La evacuación, mejor vertical

Es recomendable buscar los puntos más altos de los edificios, a partir de la segunda planta. Si el edificio es más bajo o inestable (de madera, por ejemplo), es necesario huir ordenadamente al punto estable más alto cercano.

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