Orca. ¿La ballena asesina?

¿Qué está pasando con las orcas? ¿Por qué aceptamos que nos “atacan”?

Desde 2020, una pequeña manada de orcas ha estado interactuando en el estrecho de Gibraltar y en otras zonas de la costa, con los veleros de una manera nueva: embistiendo a los barcos, presionando sus cuerpos y cabezas contra los cascos y mordiendo, incluso rompiendo, los timones. Durante tres años, se han registrado más de 700 interacciones, tres barcos hundidos y decenas de dañados.

Hau una aplicación, Orcinus, para dispositivos iOS y Android, diseñada para el registro y difusión de avistamientos de orcas en tiempo real con el objetivo de apoyar la seguridad en la navegación en previsión a posibles interacciones con estos grandes mamíferos marinos.

El día 19 de 2023, un grupo de orcas interactuaron con un velero que navegaba en aguas exteriores de la ría de Arousa, entre O Grove y Sálvora, dejándolo sin timón, y este domingo los animales se han adentrado en la ría y han sido avistados en el litoral de Ribeira.

¿Qué están haciendo las orcas? ¿Por qué nos gusta tanto esta historia?

Porque nos encanta la idea de que las orcas ataquen barcos.

Revisando memes de orcas, hay una orca como la hoz en la hoz y el martillo, con el título «cómete a los ricos» y una orca heroica emergiendo debajo de un velero. Como bien declaró un experto “Podrían hundir un yate en tres minutos, pero no lo hacen”. También es cierto que, como delaró un patrón de un yate “atacado” “Veinte minutos con orcas rodeando el velero se hacen muy largos”.

Si las orcas quisieran atacar a las personas, podrían empezar por comerse nadadores. Algo que, de momento, no sucedió.

No sabemos qué están haciendo ni por qué.

El informe de 2021 del Grupo Trabajo Orca Atlántica (GTOA, o Atlantic Orca Working Group), una asociación de científicos españoles y portugueses, sugiere que “podría ser un comportamiento curioso y lúdico”.

Hay teorías alternativas. Los cascos de fibra de vidrio de los veleros pueden tener un buen tacto para ellas, y las orcas disfrutan de la retroalimentación sensorial: algunas manadas canadienses parecen disfrutar frotándose con cantos rodados (puedes verlos en YouTube); o podría ser simplemente una tendencia.

El aprendizaje social, está bien documentado en la cultura de las orcas. Pero, ¿qué hay de la venganza, como sugieren muchos de los memes? El informe del Atlantic Orca Working Group 2021 también sugirió que las interacciones podrían estar respondiendo a las experiencias individuales de las orcas: «un comportamiento inducido por un incidente que causó daño y, por tanto, un comportamiento de precaución».

Parece que una sola orca «matriarca», «White Gladis», podría haber iniciado estas interacciones, tal vez por una lesión previa. ¿Eso lo convierte en venganza? Recientemente,se publicó una noticia sobre el duelo de una madre delfín hacia su cachorro en la Ría de Vigo. “Se podía apreciar cómo la madre expresaba su duelo por la muerte de su pequeño con un comportamiento estremecedor: la empujaba con el morro en aguas de la ría de Vigo tratando de devolverle la vida”.

No es humanizar a los animales. Nos guste o no, tienen emociones como nosotros. Conocemos casos de elefantes que perpetran actos destructivos, que también se han presentado como una posible respuesta al maltrato. Tanto las orcas como los elefantes tienen la capacidad de memoria y la inteligencia para combinar hechos.

Como lo demuestran las acciones de White Gladis, la sociedad de las orcas es matriarcal y las hembras pueden vivir hasta los 100 años. Un experto afirma que “Tendrán un recuerdo, casi un recuerdo generacional, de una época en que el océano no estaba dominado por los seres humanos; cuando no había estudios sísmicos, máquinas de vapor, motores diesel, sonares militares…

Lo más importante para ellos es el sonido: habrá ballenas individuales que recordarán cuando el mar no era tan ruidoso”.

Saben lo que hemos hecho y nosotros también sabemos lo que hemos hecho. Sentimos que algo profundamente injusto está sucediendo en el océano. Desde películas como Liberad a Willy hasta Blackfish, nos hemos dado cuenta de lo grotesca que es la idea de tener orcas en cautiverio, y somos cada vez más conscientes del estado degradado de nuestros mares

Interpretar su comportamiento como “venganza” está totalmente de acuerdo con nuestra perenne incomprensión de los cetáceos. Siempre hemos impuesto una narrativa sobre las ballenas, explica, desde su aparición en los mitos de la creación y los textos religiosos, junto con una visión de las ballenas como monstruos aterradores, reforzada por Moby-Dick.

La depredación total y absoluta de las poblaciones de ballenas de principios del siglo XX finalmente fue contrarrestada por el primer movimiento de conservación.

Los vemos, como “increíbles, empáticos, hermosos”, lo que es una grave simplificación. ¿Sabes que juegan con tortugas marinas, focas y crías de leones marinos y, como otros cetáceos, violan y cometen infanticidios?

Una noción muy humana es la idea de que las orcas no solo están recuperando el océano, sino que de alguna manera están fomentando la revolución, ya que los yates que están embistiendo están íntimamente asociados con los ricos.

White Gladis ha sido llamada “una orca comunista”. Una publicación en redes afirma que “Las orcas han hecho más por la clase trabajadora que nuestros políticos”. Vemos algo intrínsecamente justo en estos asesinos gigantes e inteligentes que corrigen injusticias.

Los cetáceos están interesados en nosotros. Porque saben que no hay nada en su océano, aparte de otros cetáceos, que sea como nosotros.

¿Podríamos hacer algo por ellos, además de películas, memes y tocarles las narices con nuestro comportamiento agresivo e invasor?

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