El 11 de marzo de 2011, un terremoto de magnitud 9,0 desencadenó un tsunami que cortó el suministro eléctrico de reserva en la central nuclear de Fukushima Daiichi, en la costa nororiental del Pacífico de Japón, provocando fusiones en tres de sus reactores.

Desde entonces, se han acumulado 1,34 millones de toneladas de agua radiactiva en el lugar, según el operador de la planta, Tokyo Electric Power Company (Tepco). Esto incluye el líquido utilizado para enfriar, además de la lluvia y el agua subterránea que se ha filtrado.

Corea del Sur y China prohibieron las importaciones de productos del mar procedentes de algunas zonas de Japón después de que Fukushima Daiichi sufriera una triple fusión en el triple desastre de marzo de 2011 a lo largo de la costa noreste del país. China sigue oponiéndose firmemente, acusando a Japón de tratar el océano como una “cloaca”.

El gobierno de Corea del Sur retiró recientemente sus objeciones a la descarga, pero los partidos de la oposición y muchos surcoreanos están preocupados por el impacto que la descarga tendrá en la seguridad alimentaria.

La decisión se produce semanas después de que el organismo de control nuclear de la ONU, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), aprobara la descarga, afirmando que el impacto radiológico en las personas y el medio ambiente sería «insignificante».

Algunos expertos señalan que las plantas nucleares de todo el mundo utilizan un proceso similar para eliminar aguas residuales que contienen bajas concentraciones de tritio y otros radionucleidos.

Greenpeace, sin embargo, calificó el proceso de de defectuoso y advirtió que en las próximas décadas se dispersará en el mar una cantidad “inmensa” de material radiactivo.

Las aguas con residuos radiactivos, que incluyen lluvia y aguas subterráneas, se contaminan cuando se utilizan para enfriar barras de combustible nuclear dañadas en 2011 cuando un poderoso tsunami se estrelló contra la planta, cortando su suministro eléctrico de respaldo.

Alrededor de 1,3 millones de toneladas de agua tratada –suficiente para llenar 500 piscinas olímpicas– se encuentran almacenadas en más de 1.000 tanques de acero en el sitio, pero Tepco ha advertido que el espacio de almacenamiento se está agotando.

Según la propia compañía Tepco, su avanzado sistema de procesamiento de líquidos elimina la mayoría de los elementos radiactivos excepto el tritio, un isótopo del hidrógeno que es difícil de eliminar en el agua.

El agua se diluirá hasta una 40ª parte de la concentración permitida según las normas de seguridad japonesas antes de ser bombeada al océano durante los próximos 30 a 40 años a través de un túnel submarino a 1 km de la costa.

El gobierno japonés y Tepco también enfrentan la oposición de los pescadores locales, quienes dicen que bombear agua al Océano Pacífico destruirá su industria.

El gobierno ha creado fondos por valor de 30.000 millones de yenes (206 millones de dólares) para compensar a los pescadores locales por daños a su reputación, y 50.000 millones de yenes para abordar cualquier impacto financiero en sus negocios, según la agencia de noticias Kyodo.

El agua se verterá a un ritmo máximo de 500.000 litros diarios. Un funcionario japonés dijo que los primeros resultados de las pruebas realizadas con el agua de mar descargada podrían estar disponibles a principios del próximo mes. Japón también seguirá la presencia de isotopos radiactivos en peces de las aguas cercanas a la planta y publicará los resultados en el sitio web del Ministerio de Agricultura.

No se liberará todo de una vez, sino en los próximos 30 o 40 años. La primera descarga, que comenzará el jueves (si el tiempo lo permite), llegará a 7.800 metros cúbicos en unos 17 días, dijo Tepco. Para aquellos de ustedes que no son buenos visualizando volúmenes, son aproximadamente tres piscinas olímpicas.

Según Tepco, los niveles de tritio serán 1/40 del nivel legal para los vertidos, y se ha comprometido a subir datos horarios sobre la calidad del agua.

Algunos de los vecinos de Japón están muy descontentos. Hong Kong –el segundo mayor importador de productos alimenticios de Japón después de China continental– dijo que prohibirá los “productos acuáticos” en 10 prefecturas japonesas. Eso incluye la capital, Tokio, así como la propia Fukushima.

El mes pasado, la administración de aduanas china amenazó con una prohibición total de todos los productos alimenticios procedentes de las mismas 10 zonas.

Todos estos países, tienen centrales nucleares que vierte aguas con residuos de tritio.

 

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