La Muerte Silenciosa de las Estrellas

Un Enigma en la Playa de Riós de Fóra. Vigo.

Foto: Antonio Figueras

Hace un mes, 6 de abril, sábado al mediodía, leí en este periódico una noticia que comenzaba de esta manera: “Una mañana gris y no solo por el cielo encapotado. Decenas de «cadáveres» han arribado a la playa de Riós de Fóra, en la ETEA de Vigo. Se trata de la aparición de estrellas de mar muertas, que se han extendido por todo el arenal.”

Me intrigó. Consulte la tabla de mareas. Cogí unas bolsas de plástico. Conduje hasta la antigua ETEA.

La escena en la playa de Riós de Fóra parecía sacada de las páginas más sombrías de una novela negra. Bajo un cielo plomizo que amenazaba lluvia, decenas de cuerpos yacían dispersos por la arena.

Observé la escena con desasosiego. Aquello no era normal. ¿Qué había llevado a esta marea de estrellas de mar muertas a invadir la playa de Riós de Fóra?

En mis cuarenta años de trabajo nunca había visto una mortalidad masiva en directo. Calculé que en la playa habría más de 1000 individuos muertos de la especie Asteria rubens.

¿Tal vez un episodio de “enfermedad debilitante de las estrellas de mar” (en inglés Sea Star Wasting Disease, SSWD)? Hicimos muestreo microbiológico y para anatomía patológica. Extrajimos el ARN y el ADN y las enviamos a secuenciar.

Asterias rubens, a la que pertenecían los cadáveres, es la estrella de mar más común y conocida en Galicia. Puede alcanzar un diámetro de hasta 52 cm, pero normalmente está entre 10 y 30 cm. El color de las estrellas de mar es variable, pero normalmente son naranja, marrón pálido o morado.

Los ejemplares de aguas profundas son pálidos. Tiene cinco brazos anchos y ahusados en la base que a menudo se doblan ligeramente hacia arriba en la punta cuando se mueven. Se encuentra en todos los mares europeos, desde Noruega hasta Senegal, excepto el Mar Mediterráneo

El cuerpo es un disco central con cinco brazos. Pueden alcanzar los 26 centímetros de largo. Se mueve empleando los pies ambulacrales, situados en la cara inferior. Al final de cada brazo se puede encontrar un punto ocular que permite a la estrella de mar sentir la luz. No tiene cabeza. La boca está en el lado inferior del cuerpo, donde se unen los surcos ambulacrales de cada brazo. Tiene simetría radial en la forma adulta, aunque tiene simetría bilateral como larva.

Los sexos están separados. Cada brazo contiene dos gónadas en el lado oral del cuerpo. Estas gónadas tienen gonoporos para liberar oocitos o espermatozoides lleguen. La fertilización es externa. Cada hembra libera un promedio de dos millones y medio de oocitos. Una vez fertilizados pasan a ser larvas.

Tiene dos estados de larvas planctónicas la bipinnaria y la braquiolaria. Las larvas nadan, dependiendo de la temperatura, hasta tres semanas antes de fijarse al fondo. Después experimentan la metamorfosis y pasan a tener el aspecto de estrella de mar. Son capaces de regenerar hasta cuatro brazos.

Se alimentan de moluscos, gasterópodos (caramuxos, lapas) y bivalvos (mejillones, almejas, berberchos). Pueden alimentarse también de animales muertos.
Las estrellas separan las conchas de los bivalvos e intentan abrir un pequeño espacio. Después mete los lóbulos de su estómago dentro de la concha y comienza a digerir el bivalvo. Cuando el contenido es suficientemente líquido, devuelve el estómago a la posición que le corresponde con la comida en su interior.

La estrella de mar común tiene un sentido del olfato bien desarrollado y puede detectar el olor de especies de presa como el mejillón. Vean el video…

La vida promedio de una estrella de mar común se calcula entre 5 y 10 años. A veces aparecen grandes “agregaciones” que llegan a tener alrededor de 100 individuos por metro cuadrado.

¿Una nueva enfermedad o algo antiguo?

En 1898 un profesor de Harvard describió en un informe sobre pesquerías describió como “en ciertos lotes de estrellas de mar, dragadas de diferentes localidades, lo que parece ser una enfermedad, que ataca primero la piel y, no pocas veces, se la come.»

Como no hay mal que por bien no venga, el autor sugirió que esta enfermedad podría ser útil para mitigar los impactos de las estrellas de mar en los bancos de moluscos, ya que «no parece haber duda de que, con el desarrollo de los criaderos de ostras, las estrellas de mar se han vuelto más numerosas a lo largo de nuestra costa de Nueva Inglaterra».

La enfermedad debilitante de las estrellas de mar provoca la mortalidad de más de 20 especies de estrellas de mar. Inicialmente se pensó que la causa era un densovirus. La presencia generalizada de densovirus en estrellas de mar aparentemente sanas va en contra de esto.

Otra hipótesis sugiere que la SSWD es una consecuencia de la remineralización de la materia orgánica microbiana en las partes de las estrellas por las que se difunde el oxígeno del agua al cuerpo de los animales. Lo cierto es que no se conoce la causa y como evitar esas muertes.

Un mes más tarde el tiempo mejoró.

Muchos fueron a aquella playa y encontraron más estrellas muertas.

Varios investigadores del grupo de Inmunología y genómica del Instituto de Investigaciones Marinas (el de Bouzas), volvimos a muestrear en las layas de la ETEA y de la Guía. Varios bañistas se acercaron.

Estaban impresionados por los miles de estrellas muertas que habían visto en esos días. Les dijimos que estábamos allí para intentar conocer la causa. ¿Podían hacer algo) ¿Tal vez devolviéndolas al mar? Probablemente el estado de debilidad en el que se encontraban las estrellas dificultaba su recuperación.

Seguimos intentando conocer la causa de este extraño suceso.

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