Cómo el cambio climático está transformando la acuicultura en España.

El cultivo del mejillón es un pilar de la acuicultura en España, especialmente en Galicia, donde se produce el 97% del mejillón del país. Sin embargo, el sector atraviesa una de sus peores crisis en la última década, marcada por la reducción en la producción, el impacto del cambio climático y conflictos derivados de la competencia por el espacio costero.

Galicia y el Delta del Ebro: regiones clave bajo presión
Las rías gallegas y el Delta del Ebro son las principales zonas productoras de mejillón en España, pero ambas han sufrido un deterioro significativo en sus condiciones de cultivo.
En el Delta del Ebro, el verano de 2022 fue devastador. Durante seis semanas consecutivas, las temperaturas del agua superaron los 30°C, un nivel insostenible para el mejillón. Las consecuencias fueron catastróficas: una pérdida de 150.000 kilos de mejillones en la bahía del Fangar y la desaparición de gran parte de la cría para la campaña siguiente. Este evento no solo afectó la producción inmediata, sino que comprometió el rendimiento del sector en años posteriores.

Por su parte, las rías gallegas, tradicionalmente consideradas una fortaleza de la acuicultura española, enfrentaron desafíos similares en 2023. Las temperaturas anómalamente altas, la proliferación de crecimientos de algas tóxicas y otros factores adversos se combinaron para generar el peor año de producción de la última década.

El impacto en las cifras de producción
La producción nacional de mejillón cayó en 2023 un 23,2%, pasando de 225.200 toneladas en 2022 a 182.790 toneladas. Galicia, que lidera la producción con más del 67% del total nacional, se vio gravemente afectada, con descensos marcados en todas las áreas productoras.
En la comarca de O Morrazo, uno de los epicentros del cultivo de mejillón en la provincia marítima de Vigo, los datos fueron especialmente alarmantes:
• En Cangas y Bueu, las bateas registraron una producción conjunta de casi 30 millones de kilos, lo que representa una caída de 6,8 millones de kilos respecto al año anterior.
• Los ingresos generados cayeron de 28,1 millones de euros en 2022 a 23 millones de euros en 2023, marcando una reducción significativa en el volumen de negocio.
La provincia marítima de Vigo, que incluye a los distritos de Cangas y Bueu, contribuyó con 44 millones de kilos a la producción gallega, aunque muy lejos de los años récord alcanzados en 2021 y 2022.

Factores que agravan la crisis
Varios factores han contribuido al declive del sector mejillonero en España:
1. Aumento de las temperaturas: El cambio climático está alterando las condiciones del hábitat marino, afectando tanto el crecimiento como la reproducción del mejillón.
 – Las temperaturas elevadas dificultan el desove regular y debilitan la fijación de las semillas a las cuerdas.
–  Los mejillones de menor tamaño presentan una fijación más precaria, aumentando los desprendimientos de los adultos y se reduce la rentabilidad.

2. Proliferación de episodios de algas tóxicas: Episodios recurrentes de mareas rojas han obligado al cierre temporal de bateas, interrumpiendo el flujo de recolección y comercialización. En zonas como Bueu, los polígonos afectados por toxinas estuvieron cerrados durante largos periodos en 2023, limitando aún más la producción.
3. Escasez de semilla: La semilla recolectada en las rocas no solo fue insuficiente, sino que también presentó una calidad inferior. Según Apromar, la debilidad de las semillas recogidas en 2022 afectó severamente la producción en 2023.
4. Competencia por el espacio: La lucha por los recursos costeros, especialmente con el sector del percebe, ha reducido las áreas disponibles para el cultivo de mejillones.
5. Reducción del tamaño del mejillón: Los productores han advertido que los mejillones recolectados en 2023 eran notablemente más pequeños y contenían menos carne. Esto no solo afecta la calidad del producto final, sino también su precio en el mercado.

Comparativa con otros cultivos acuícolas
A pesar de la crisis, el mejillón sigue liderando la acuicultura española, pero otros cultivos siguen creciendo. En 2023, la producción de lubina alcanzó las 24.580 toneladas, con un valor de mercado cercano a los 203 millones de euros, superando al mejillón en términos de ingresos.
Otros cultivos destacados incluyeron:
Dorada: 13.106 toneladas y 75,5 millones de euros.
Atún rojo: 9.744 toneladas y 136,2 millones de euros.
Rodaballo: Exclusivo de Galicia, con 9.600 toneladas y un crecimiento del 9,5%.
El aumento en la producción de especies como la dorada y la corvina, con incrementos del 46,7% y 55,7%, respectivamente, contrasta con la caída del mejillón, subrayando la necesidad de innovar y adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.

Galicia: fortaleza y vulnerabilidad
A nivel regional, Galicia sigue siendo la referencia nacional en acuicultura de bivalvos, pero su liderazgo está en juego. En la ría de Arousa, el núcleo de la producción gallega, se produjeron más de 121 millones de kilos en 2023, lo que representa casi el 70% del total de la región. Sin embargo, los efectos de la crisis también se sintieron aquí, aunque mitigados por el tamaño y la capacidad de producción de esta ría.
El distrito de Cangas, en la provincia marítima de Vigo, es el tercero en Galicia por volumen de negocio, con ingresos de más de 17 millones de euros en 2023. Pero estas cifras ocultan una caída significativa respecto a años anteriores, lo que subraya la necesidad de medidas urgentes para revitalizar el sector.

Retos y futuro del sector mejillonero
El cultivo del mejillón está ante desafíos críticos derivados del cambio climático, la competencia por recursos y los problemas estructurales del sector. Sin embargo, Galicia y España tienen la oportunidad de liderar la innovación en acuicultura mediante:
Mejoras en la gestión ambiental: Incrementar el esfuerzo en la monitorización y predicción de episodios de crecimiento de microalgas tóxicas y adaptarse a las nuevas condiciones climáticas.
Investigación y desarrollo: Invertir en técnicas de cultivo y manejo que aumenten la resiliencia del mejillón ante el cambio climático.
Colaboración entre sectores: Resolver conflictos de espacio con actividades como la pesca de percebe.

El mejillón es mucho más que un producto acuícola en España: es un símbolo de tradición, sostenibilidad y riqueza cultural. Su recuperación y adaptación son esenciales no solo para los productores, sino también para las comunidades costeras que dependen de él.

Asegurar el futuro del mejillón es proteger un patrimonio económico y ambiental único en el mundo.

Compartir:

Deja un comentario