Los cefalópodos podrían usar los brazos para hablar.
y los científicos empiezan a entenderlo.
En las aguas poco profundas del océano, podría estar ocurriendo una conversación insólita. No se basa en sonidos ni en colores, sino en movimientos de brazos. Un nuevo estudio sugiere que las sepias podrían estar usando gestos específicos con los brazos para comunicarse entre ellas. Estos movimientos silenciosos podrían ser una forma de lenguaje subacuático que ha pasado desapercibida hasta ahora.
Una señal extraña
El estudio, publicado en bioRxiv, se centró en dos especies de sepias: la sepia común (Sepia officinalis) y la sepia enana (Sepia bandensis). Los investigadores grabaron y analizaron vídeos en los que estos animales realizaban cuatro tipos de movimientos con los brazos. Cada gesto tenía una forma y un patrón de movimiento repetido: brazos levantados hacia arriba, ondulando hacia un lado, girando, o formando una especie de abanico abierto.
No parecían movimientos al azar ni respuestas defensivas. Las sepias hacían estos gestos cuando veían a otra sepia cerca, y parecía que los hacían a propósito. Cuando se mostraban vídeos de estos movimientos a otras sepias, muchas de ellas respondían con gestos similares. Pero eso solo ocurría si el vídeo estaba en la orientación correcta: al derecho. Si se mostraba del revés, las sepias casi no reaccionaban. Esto indica que reconocen la forma y dirección del gesto, no solo el movimiento.
No es solo una exhibición
Los investigadores también comprobaron si los gestos creaban pequeñas ondas en el agua. Al mover los brazos, las sepias empujaban el agua a su alrededor, creando vibraciones que otras sepias podrían notar. Incluso cuando no podían ver el gesto—porque algo les bloqueaba la vista—a veces reaccionaban igual. Eso sugiere que pueden detectar el movimiento a través de esas vibraciones, como si sintieran un toque silencioso.
Esto añade una segunda capa a su posible forma de comunicarse: una parte visual y otra física. Es decir, una sepia no solo estaría saludando con un gesto, sino que también podría estar “tocando” a otra a distancia mediante el agua.
Qué puede significar
Estos comportamientos indican que las sepias podrían estar usando una especie de lenguaje corporal para interactuar. A diferencia de los cambios de color, que suelen servir para camuflaje o para mostrar amenaza, estos movimientos parecen dirigidos directamente a otros individuos y podrían tener un propósito comunicativo. Según el estudio, los gestos pueden formar parte de un sistema de señales sociales. Esto tiene sentido, ya que las sepias interactúan entre sí con frecuencia, especialmente durante el apareamiento o disputas territoriales.
Aunque todavía no se sabe con certeza qué significa cada gesto, los investigadores creen que podrían servir para llamar la atención, mostrar interés o avisar de algo. Como los movimientos son estructurados y se repiten en diferentes situaciones, es poco probable que sean accidentales. Todo apunta a que forman parte de una forma básica pero intencionada de compartir información.
Una nueva forma de entender la inteligencia
Este descubrimiento cuestiona ideas antiguas sobre cómo se comunican los animales. Hasta hace poco, se pensaba que la comunicación compleja—especialmente mediante gestos—era exclusiva de animales terrestres como los primates o las aves. Pero las sepias no tienen huesos ni cuerdas vocales. Sus cuerpos son blandos y sus extremidades muy flexibles. Que aun así parezcan producir señales claras y estructuradas demuestra que la comunicación puede evolucionar de formas muy diferentes.
Este hallazgo también hace pensar que la vida marina podría estar llena de señales y comportamientos que aún no hemos aprendido a descifrar. Si las sepias usan estos gestos con regularidad, podrían tener su propio sistema para transmitir mensajes, como otros animales que se comunican con sonidos o sustancias químicas.
Aún es pronto, pero prometedor
El estudio todavía no ha sido revisado por pares, pero ya está llamando la atención porque presenta pruebas visuales y conductuales muy claras. Los investigadores dicen que hace falta más trabajo para entender qué significa cada gesto y si todas las sepias los usan del mismo modo. Planean estudiar a más individuos en distintas situaciones, como durante el apareamiento o la búsqueda de alimento, para ver si los gestos cambian según el contexto.
Todavía quedan muchas incógnitas. No está claro si las sepias aprenden estos gestos unas de otras o si ya nacen sabiéndolos. También es posible que diferentes grupos de sepias usen gestos ligeramente distintos, igual que los gestos humanos pueden variar entre culturas.
Por qué es importante
La posibilidad de que las sepias tengan una forma de comunicación basada en el movimiento del cuerpo demuestra lo mucho que aún desconocemos sobre los animales marinos. Este descubrimiento amplía la forma en que entendemos la inteligencia animal, no solo en mamíferos y aves, sino también en criaturas blandas con cerebros y comportamientos muy diferentes a los nuestros.
También subraya la importancia de proteger la vida marina. Las sepias, como muchos otros animales del océano, podrían ser mucho más complejas y sociales de lo que pensábamos. Si su hábitat desaparece, podríamos perder no solo la especie, sino también todo un mundo de comportamientos aún por descubrir.
Así que la próxima vez que veas a una sepia levantar los brazos o desplegar sus tentáculos como en un saludo extraño, recuerda: puede que no esté haciendo algo sin sentido. Puede que esté intentando decir algo. Y estamos empezando, por fin, a aprender a escucharlo.