Más medidas para el crecimiento de las start-ups tecnológicas

La Ley de Emprendedores que está a punto de aprobarse va sin duda en la buena dirección si, como parece, incorpora medidas para reducir los trámites para la tramitación, información y asesoramiento, si se eliminan requisitos para que las empresas pequeñas puedan mantener el tipo reducido del 20% en el Impuesto de Sociedades, si se incrementan las deducciones de ese impuesto para las actividades de I+D+i, si se permite retrasar el pago del IVA hasta el cobro de las facturas debidas o se fomenta la contratación del primer empleado.

En nuestra última edición del libro NEBTs (Nuevas Empresas de Base Tecnológica) que actualizaremos este año con cifras de 2012 (evolución económica de estas empresas, necesidades, datos de innovación y ciencia, servicios para emprendedores de Madrid,…), dábamos cuenta del importante esfuerzo creador de empleo de las nuevas empresas tecnológicas, muy superior al del conjunto de empresas (no en valores absolutos pero sí relativos), e incluso al del conjunto de empresas innovadoras. El ritmo actual de destrucción de puestos de trabajo, sobre todo en los sectores menos innovadores, y el hecho de que el 70% de las iniciativas emprendedoras en España son de autoempleo, no dejan espacio para la duda sobre la necesidad de facilitar la consolidación y la creación de más empleo por las nuevas empresas innovadoras, y particularmente por las NEBTs.

Si hablamos de crecimiento, tal vez el principal reto estará en el ampliar el acceso a la financiación.  Los incentivos fiscales a las inversiones de business angels que desde hace años demandamos en AEBAN son desde nuestro punto de vista prioritarios, así como la creación de fondos de capital semilla para proyectos innovadores, microcréditos o deducciones en gastos para la internacionalización.

Precisamente la financiación es el núcleo de la legislación que acaba de aprobarse en Estados Unidos con el nombre de JOBS Act (Jumpstart Our Business Start-ups), que permite a las empresas que facturan menos de 800 millones de euros buscar microfinanciación colectiva a través de Internet (estas cantidades no pueden superar 1.600 euros), facilita los requisitos (sobre todo el papeleo) para su salida a Bolsa y también hacer publicidad en cualquier medio para buscar inversores. Sólo cuando las empresas consigan más de 400.000 euros tendrán que pagar por auditar sus cuentas. JOBS cuenta con muchos detractores en los EEUU porque generará más riesgos para los inversores, pero seguiremos su evolución por que sí parece muy orientada a crear empleo desde el crecimiento de las start-ups tecnológicas, ese que en España también debemos reforzar.

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