Error número 10 del EBT: la envidia

Este si que es un pecado con nombre y apellidos, la envidia es uno de nuestros pasatiempos favoritos, pero centrémonos en una forma de envidia en la que el emprendedor de base tecnológica ha tenido parte de culpa; en este caso, el pecado no lo comete el EBT sino su entorno, supongamos que un investigador que acaba de crear su NEBT opta por el a ese lo contratamos con dinero del Europeo, y supongamos que la sede de la empresa está en el propio centro de investigación o aledaños. El resultado es que el investigador-EBT irá contratando gente, mientras todo vaya viento en popa, esa gente estará contenta y no chismorreará, pero ay del día en que la cosa vaya mal, y uno de los trabajadores finalice un contrato, o al vecino investigador le denieguen un proyecto y se lo den al investigador-EBT, o simplemente, que este último se compre un enorme Mercedes y lo aparque entre un Renault Megane y un Seat Ibiza.
Ese día la cafetería del centro será un hervidero de chismes, algo que con el tiempo degenerará en envidia, y esta, a su vez se transformará en una serie de piedras en el camino, algo que sin duda erosionará los ya de por si complicados procesos de consolidación y de crecimiento de la nueva empresa.
Con esto cerramos el decálogo de errores tipo de los emprendedores de base tecnológica.

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Un comentario

  1. La gente es tan miope que no se da cuenta que gran parte de su bienestar, dependerá en buena medida del bienestar de su vecino.

    Felicidades por la serie ‘Error número del EBT’

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