Tipos de NEBT: II la consultora

Supongamos que Jesús, doctor en química y profesor de la Universidad, recibe un día una carta de su Facultad invitándole a una comida con motivo de los 25 años desde su graduación, lo primero que piensa es: cómo pasa el tiempo, lo segundo es un deseo de encontrarse con sus ex-compis de clase y ver como ha tratado el tiempo a cada uno de ellos. Llega el día de la comida y Jesús se presenta allí, todos se saludan, y media hora más tarde aparece en el comedor Pepe, aquel del que se decía que había empezado la carrera con Lavoisier, y famoso recitador de versos en las fiestas de la Facultad, sí, aquel que, a duras penas logró aprobar la orgánica de quinto, el mismo año en que Jesús leyó la tesis con un sobresaliente cum laude unánime. Todo el mundo se calla y hace una reverencia al paso de Pepe. Sí, la reverencia que le habían racaneado a él, e incluso al propio Decano, se la hacen,… al bala perdida de Pepe; actualmente D. José, socio fundador de una empresa de procesado de productos químicos para el sector de la limpieza industrial; Pepe, perdón, D. José , vendió su empresa hace años a una multinacional norteamericana que le dejó como CEO de la compañía, y desde entonces vive con una cuenta corriente de lo más saneada.
Cuando nuestro buen Jesús llega a casa se encuentra con su señora esposa que, antes del «hola, ¿qué tal ha ido la comida?» le espeta, que con la subida del Euribor menudo palo que les ha caído con la hipoteca, de modo que se vuelve a su despacho y empieza a pensar que si con la química del Qumicefa, Pepe había creado un imperio, qué no podría hacer él con sus docena de publicaciones de alto impacto y la cola de antiguos alumnos suyos, ahora en empresas tecnológicas, que acudían a su despacho a que les resolviera dudas.
Decide crear una empresa con una línea líquida de consultoría, que empezará a cobrar por resolver esas dudas y una línea de I+D que se dedicará a desarrollar nuevos catalizadores selectivos; en sequida, su NEBT empieza a funcionar relativamente bien, pero a nuestro protagonista le quita bastante tiempo, de modo que nunca llega a buscar financiación (porque no se invierte en autoempleo), emplazamiento y trabajadores para poner en marcha la línea de I+D, sí, aquella que iba a conseguir darle en los morros a Pepe.
¿Que cómo acaba la historia?, pues regular, Jesús obtiene con la consultoría unos ingresos extra que le alivian las subidas del Euribor, e incluso le dan para llevarse a los niños a Eurodisney, pero nunca llega a poner en marcha la línea con la que soñaba y, además, una consultora local del ámbito de la química industrial le amenaza con demandarle por competencia desleal.

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2 comentarios

  1. NEBT I y II. Excelentes relatos. Me suenan familiares. Muy didácticos precisamente por eso, son nuestros, no del lejano Hardvard. En los dos observo la "rémora del paracaidas". Muy buenos. La avaricia humana es insaciable, espero el III, el …

  2. Gracias Leo, el tema del paracaídas es, como bien dices, la rémora de las spin-off, pensábamos que con la puerta que abría la LOU a excedencias podría acabarse, pero no tienen pinta de ir por ahí los tiros

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