En una  contribución reciente titulada “The Nonsense of Biofuels” se compara la eficiencia energética de una unidad de área en la que se cultiva un biocombustible con otra unidad de área en la que se incorporan células fotovoltáicas.  El análisis pone de relieve que la combinación célula fotovoltáica//batería/ motor eléctrico usa 600 veces mejor la tierra disponible que la combinación biomasa/biocombustible /motor de combustión. En este blog se indica que el análisis es simplista y que el término biocombustible tiene una dimensión mucho más amplia que la considerada en la contribución mencionada.

[Autor: J.L.G. Fierro-Instituto de Catálisis y Petroleoquímica, CSIC, Cantoblanco, Madrid]

Recientemente la revista Angewandte Chemie Internacional Edition 51 (2012) 2516-2518, publicó en su editorial un artículo titulado “The Nonsense of Biofuels”. Para el lector general esta contribución resulta atractiva en cuanto que cuantifica la eficiencia de la fotosíntesis al mismo tiempo que la compara con la de otras alternativas que convierten directamente la energía fotónica en electricidad. Dadas las limitaciones que tiene la fotosíntesis, el límite superior de la eficiencia de la fotosíntesis se sitúa en 4.5 %, aunque en realidad solamente se alcanza el 1% como es el caso de plantas de crecimiento rápido, como los álamos.  Si estos valores de eficiencia se comparan con los de conversión fotovoltáica, la desventaja es evidente. La eficiencia de las células fotovoltáicas comerciales supera el 15%, esta energía puede almacenarse en baterías mediante un proceso directo. Este dato permite concluir que el almacenamiento de energía en forma de electricidad es cerca de 150 veces más efectivo que en forma de biocombustibles. Además, aproximadamente el 80% de la energía eléctrica almacenada en la batería puede propulsar un automóvil equipado con un motor eléctrico, lo que contrasta con solamente el uso de cerca un 20% como energía útil en un motor térmico convencional. Teniendo en cuanta ambos hechos, se llega a la conclusión de que la combinación célula fotovoltáica//batería/ motor eléctrico usa 600 veces mejor la tierra disponible que la combinación biomasa/biocombustible/motor de combustión.

Los cálculos anteriores se han realizado sobre la base de la comparación de dos áreas iguales (p.ej. 1 hectárea de campo) dedicadas una a plantación energética y otra a paneles fotovoltáicos. En primer lugar, la comparación solo es factible en una escala reducida. La superficie terrestre donde existe vegetación y,  por tanto, donde se realiza la función clorofílica es extraordinariamente elevada (ca. 1.1 x 1010 Ha). La función clorofílica genera estructuras poliméricas (celulosa, hemicelulosa, lignina) de forma silenciosa con los fotones del espectro visible que ofrece el Sol de forma gratuita cada día. Solamente considerando aquí aquella fracción de la biomasa  denominada “residuo” (residuos agroforestales) se dispone de material ligno-celulósico suficiente para cubrir el nicho de fabricación de biocombustibles de segunda generación. Obviamente que excluido cualquier cultivo energético (colza, soja, palma). El significado de este nicho queda ilustrado si se considera, por ejemplo, un campo de trigo, del cual se utiliza el bálago después de la cosecha sin necesidad de suprimir la cosecha como se haría cuando se dedica ese mismo campo a paneles fotovoltáicos.  En segundo lugar, el análisis del ciclo de vida (LCA) es imprescindible en el caso de las células fotovoltáicas, constituidas por silicio de alta pureza. El proceso de fabricación de este tipo de silicio no solo resulta fuertemente demandante en energía sino que requiere volúmenes ingentes de disolventes. De hecho, el coste de la electricidad fotovoltáica resulta al menos dos veces superior al coste de producción por la tecnología convencional en central térmica.

En resumen, el hecho de que la función clorofílica tenga una eficiencia energética muy baja no excluye de ningún modo el uso de la materia ligno-celulósica como fuente de carbono para fabricar tanto biocombustibles de segunda generación como para producir una gama amplia de compuestos químicos.

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2 comentarios

  1. Un transformador eléctrico!!!! Por Dios, ¿A donde vamos a parar???? No se si eso es incluso peor que la deforestación del Amazonas.

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