La representación del territorio durante el siglo XVIII
Dos acontecimientos principales jalonan este período: en el orden interno llegan los Borbones a la corona española y, en el orden de la ciencia de la representación, ya lo intuitivo deja paso de forma definitiva al ámbito científico. Copérnico (1473-1543), Kepler (1571-1630), Galileo (1564-1642) y Newton (1643-1727) prioritariamente marcan un rumbo en este sentido, que será la base sobre la cual el mundo se desarrollará en los siguientes años.
Las proyecciones son conocidas geométricamente, existe aún cierta impericia en cuanto a la medida de longitudes, se avanza en la medición del tiempo [Huyghens (1629-1695)] y se crea en Francia en 1666
En pleno racionalismo científico, los franceses proyectaban y querían mapas precisos de su reino mediante lo que hoy conocemos como cartografía topográfica que entonces denominaban geométrica; para ello recurrieron a Jean Picard (1620-1683), quien se juntó con el geógrafo Philippe de
Comenzaron con la triangulación de un arco de meridiano entre París y Amiens y el levantamiento de un plano el “Mapa particular de los alrededores de París” a escala 1/86.400, cuyas primeras 9 hojas se publicaron en 1678.
Éste particular mapa fue levantado por el ingeniero Viviers y supervisado por el citado Picard; se asienta sobre la primera triangulación precisa de la región, y se dice que es la primera carta “geométrica” apoyada en una red geodésica, con simbología sobre ríos, carreteras, bosques, poblaciones, pero con relieve poco marcado.
A partir de ahora la polémica estaba servida sobre la forma y las dimensiones de
Se inicia aquí la convivencia entre los mapas científicos de origen civil y los de origen militar; el rey Luis XV encarga a César Francisco Cassini de Thury (1714-1784) elaborar el mapa de Francia, que es conocido como el mapa de Cassini, punto de partida del nacimiento de los mapas topográficos nacionales;
En España, después de
En 1739, los jesuitas Martínez y de
Godoy encarga en
La Altimetría y su Expresión
La no confluencia en cuanto a la expresión gráfica de los datos planimétricos y altimétricos era causada por el origen de la medición de unos y otros. Con la aparición del barómetro y la mejora de los teodolitos el relieve empezaba a tener solución y las altitudes y cotas comienzan a ser reflejadas con más exactitud. Del relieve aparente y los perfiles abatidos, que forman parte de la historia de la representación, se pasará, a partir del siglo XIX, a la acotación altimétrica, como norma que tendrá su definitiva solución.
En resumen, en el siglo XVIII el relieve se traduce mediante puntos acotados, líneas estructurales, sombreados, líneas de máxima pendiente, curvas de configuración horizontal del terreno y curvas de nivel y en el siglo XIX, sobre bases científicas, se abunda en lo anterior y se llega a dominar conceptos claves en este campo como son las Normales, Curva de Nivel, Tintas hipsométricas, Difuminación, Representaciones especiales y Combinación de sistemas1.
Camino Venta Butrón a México. Batista Antonelli. 1590. Archivo General de Indias.
Ejércitos, Academias y Ordenanzas del siglo XVIII
Ya desde los itinerarios romanos, el esquema, bosquejo, croquis y planos son utensilios ligados y desarrollados por los diferentes ejércitos. El Rey Luis XV creó el Cuerpo de Ingenieros Geógrafos, de sólida formación en Francia. En España se funda el Real Cuerpo de Ingenieros Militares en 1710 y
En 1802 se abre
Por otra parte, una referencia breve a las Ordenanzas Militares nos lleva a consignar
Estas Ordenanzas de 1718 incluyen una parte inicial dedicada a la elaboración de mapas y planos con su memoria y también contienen las construcciones militares más importantes. Más adelante en su articulado que para algunos son las primeras normas cartográficas dictadas en España hacen alusión a:
1. El mapa sería más ancho que alto y orientaría su parte superior al Norte.
2. El método de levantar los mapas se dejaba al arbitrio de los Ingenieros, pero después de levantado en la escala que les pareciese lo pondrían en limpio a una escala “en que por cada pulgada de pie de Francia se comprendiesen mil toesas del terreno”. Teniendo en cuenta que una toesa poseía seis pies y el pie doce pulgadas, resultaba una escala numérica de 1:72.000, desmesurada para tratar de hacer el mapa del reino y para su tiempo.
3. Se inscribirían en el mapa “las cuatro escalas comunes”, gráficas, de leguas españolas, leguas francesas, millas de Italia, y otras por varas castellanas, bajo el principio de que en un grado entraban 17 leguas y media españolas.
4. En las fronteras se pondría especial cuidado en la delineación de los términos, con reconocimiento y nota de los mojones y demás señales… y conviniendo incluir en el mapa alguna porción de la otra parte, se valdrían de los mejores mapas y noticias que se puedan adquirir.
5. Se delinearían “con la mayor distinción” todos los caminos reales, con expresión de los carreteros, los de herradura y sendas de a pie; y en las fronteras las gargantas, desfiladeros y entradas, ya fueran de pasajeros, o de tropa, artillería y bastimentos.
6. Señalarían los puestos de las Aduanas Reales y los parajes “por donde pudiera hacerse fraude y contrabando”.
7. Representarían las plazas, fuertes, castillos, villas, lugares y casas de campo, según permitiese la escala, escribiendo el nombre de cada una claro y distinto, informándose para esto del cura o escribano de cada lugar, el cual se lo daría por escrito para mayor seguridad.
8. Distinguirían las producciones naturales del suelo y de los cultivos, señalando los ríos y sus puentes de madera y piedra.
Es claro el intento de procedencia militar por tener una herramienta gráfica del conjunto, éstas son sólo unas cuantas directrices del entramado total que componía dicha pionera Ordenanza. Aunque no hace referencia expresa al concepto moderno de “vía pecuaria” si son elocuentes las diferentes alusiones.
En este punto hay que destacar la importancia del conocido como Catastro de Ensenada (Zenón de Somodevilla, Marqués de
Los Mapas o Estados provinciales contienen una especie de estadística, confeccionada por las Intendencias provinciales, a partir de datos suministrados por los pueblos entre 1750 y 1756, en 1775 el proyecto fue definitivamente abortado. Siguiendo dicha información Los Mapas se dividen en dos grandes series: de legos y eclesiásticos, y contienen de cada pueblo aspectos como:
–Estado D: Medidas de tierra, según clases, y producto de las mismas en dinero.
–Estado E: Renta anual de los alquileres de las casas, censos, molinos, panaderías, hornos, tiendas, carnicerías, herrerías, minas, ferias, mercados, etc.
–Estado F: Ganancias anuales de cambistas, comerciantes por mayor, mercaderes con tienda abierta, etc.
–Estado G: Número de maestros, oficiales y aprendices de los distintos oficios y su jornal diario. Este solo existe para legos.
–Estado H: Cabezas de ganado, según especies y su valor en dinero.
No está completa toda la documentación así como otra elaborada a partir de dichos datos como el Censo de 1756 y el Vecindario de 1759.
En definitiva, cantidad de datos, estadísticas de la época con dibujos, croquis y esquemas. Pero ninguna referencia ni detalle sistematizado en lo que a confección de mapas con presencia concreta del paso de las vías pecuarias por cada uno de los lugares que se citan. Si tenemos en cuenta que en 1760 Carlos III nombra consejero de estado al citado Marqués de
Diferentes características incluían, así disponían que las escalas de los mapas permitieran expresar con claridad los principales montes, valles, gargantas, ríos, arroyos, lagunas, caminos y veredas; trabajando por partes, para que después, reducidos a la escala de una pulgada castellana por cada cinco mil varas (1:180.000), resultaran claros y manejables. En función de dichos datos la anchura de una cañada real (90 varas »
Signos convencionales. Instrucción del conde Aranda. 1757. Archivo de Simancas
1León Casas, M.A. El Sistema de Planos Acotados: Historiografía de un convencionalismo gráfico y su aplicación en el ámbito de la ingeniería civil, Tesis Doctoral, Pg. 255, Universidad de Granada, 2000
necesitamos los mapas de las provincias del soglo XVI
un mapa
MAPAS GEOGRAFICOS DE EL SIGLO XVIII
MAPAS GEOGRAFICOS DE EL SIGLO XVIII