El libro mecánico, precursor del libro digital, nació en 1949 y su inventora fue una maestra de El Ferrol.

Un diario femenino de 16 de septiembre de 1970 publicaba con motivo de  la exposición sobre la inventiva española un dato sorprendente.  A pesar del esfuerzo de investigación realizado, consultados los siglos precedentes  y revisados minuciosamente los primeros años del siglo XX, sólo constaba una mujer entre los numerosos inventores españoles: Doña Ángela Ruíz Robles.

Semejante dato no hubiera dejado de ser una curiosidad estadística si, por diversos motivos, no hubiera proseguido en mi investigación sobre la vida de Dª Angela Ruíz Robles para descubrir una historia muy distinta de la esbozada en las primeras líneas.

Abrumada por la cuantiosa documentación que sobre su persona me fue entregada, comencé por escribir una lista interminable de obras  y premios. Tan meritoria lista auguraba sin embargo y desde todo punto de vista, el fracaso de mi empresa: redactar un artículo soportable para el lector sobre la monumental obra de Dª Ángela Ruíz Robles, viéndome sumida ya, desde mis primeros pasos como escritora aficionada, en el estancamiento literario.

Afortunadamente, fue el propio personaje homenajeado en estas líneas quien me facilitó la tarea de continuar al permitir que paulatinamente pudiera ver en la persona de Dª Angela Ruíz Robles, inventora galardonada en numerosas ocasiones, a la entrañable Dª Angelita, la maestra ferrolana que predijo que la sustitución de los libros en su forma “actual” dejaría de ser una utopía.

Dª Angelita, como cariñosamente la llaman sus admiradores en Internet, nació en 1895 en León  y desde 1918 trabajó como maestra en Ferrol, ciudad a la que su anuario atribuye una sociedad marcada por el conservadurismo, la deficiente estructura económica y que en esa fecha, recibía la llegada de la luz eléctrica  y la gripe de 1918.

No deja de sorprender la obra de Dª Ángela, y entiéndase bien mi sorpresa, no porque el ingenio femenino no fuera capaz de logros parejos a los alcanzados por un hombre, sino por la necesidad de sumar a dicha capacidad inventiva, la imprescindible destreza y determinación para moverse en un mundo de hombres.

No deja de sorprender, por tanto que,  una mujer, una maestra en el Ferrol de 1949, fuera la inventora del primer mapa lingüístico del español, de la máquina taquimecanográfica y de la enciclopedia mecánica, esta última para muchos, la premonición del libro electrónico.

En palabras de su creadora, el libro mecánico nació de una clara vocación de inventora para la Humanidad, para aliviar el aprendizaje y hacer posible el mismo con el mínimo esfuerzo físico e intelectual.

De esta manera, el libro mecánico nace para cubrir las necesidades cotidianas, para paliar el peso de las mochilas que cargaban los  alumnos de la Escuela de Mandiá donde enseñaba Doña Ángela y hacer así más atractivo y llevadero su aprendizaje, para permitir finalmente, también al maestro, personalizar su enseñanza al proporcionar un material pedagógico adaptable al nivel de conocimientos de cada niño.

De “facilísimo manejo y peso insignificante”, el libro de Dª Ángela se denominó “libro cuyo funcionamiento es mecánico, eléctrico y a presión de aire”.

De él se dijo en la prensa del momento que “rozaba el mundo de la abstracción” si bien, consistía en apariencia en un libro normal ideado en dos partes, la primera, destinada a los conocimientos básicos como la lectura, escritura, numeración y cálculo, conocimientos todos ellos en los que el alumno podía ejercitarse presionando letras y números para formar sílabas, palabras y realizar el cálculo.

La segunda de las partes del libro electrónico de Dª Angela se encontraba distribuida por materias que discurrían a través del texto y las ilustraciones contenidos en carretes y bobinas y a los que podría incorporarse sonido con las explicaciones correspondientes a cada tema, incluso en diferentes lenguas que el alumno podría contemplar a través de cristal de aumento  y hasta leer en la oscuridad puesto que el dispositivo también incorporaba luz.

Termino esta historia con el mismo convencimiento con el que iniciaba al afirmar que, en Dª Ángela, su lista de obras y méritos constituye un digno adorno de su entrañable y generosa personalidad. Cuentan quienes la conocieron que Dª Ángela recibió una oferta de Washington, de “los americanos” para la compra de su patente que rechazó rotundamente con la ilusión de que su invención se desarrollara y comercializara en España.

En la base de datos del archivo histórico de la OEPM figura una patente a nombre de Dª Ángela Ruiz Robles con el número de publicación 190698, de título “un procedimiento mecánico eléctrico y a presión de aire para lectura de libros” y con fecha de publicación 16/01/1950.

Consultados diversos medios, entre ellos la inevitable “wikipedia” se afirma, que fue Michael Hart quien en 1971, Illinois,  inventó el libro electrónico, basten ahora estás palabras para reivindicar, en la parte que le corresponde, la autoría de Dª Ángela Ruíz Robles, la maestra del Ferrol que se adelantó a su tiempo preconizando la llegada de la nueva era de los libros electrónicos.

EN AGRADECIMIENTO A Dª ÁNGELA RUÍZ ROBLES (1895-1975)

Por su generosa aportación y su visión humanística de la “actividad inventora”. Que su labor sirva de modelo y obtenga el reconocimiento que merece.

Extracto de los principales premios recibidos por

Dª Angela Ruíz Robles (1895-1975)

1947 S.E. El Jefe del Estado Español, en su nombre el Excmo. Sr. Ministro le otorga la Cruz de Alfonso X el Sabio
1947 Real Academia Española admite trece obras de Dª  Ángela Ruíz Robles en la Biblioteca
1952 Medalla de Oro en la Primera Exposición Nacional de Inventores Españoles
1956 Ministerio de Educación Nacional.- Lazo de la Orden de Alfonso X el Sabio
1957 Oscar a la invención en la Feria Oficial y Nacional de Zaragoza
1957 Medalla de Bronce en la Exposición Internacional de Bruselas
1957 Se admite el primer Atlas gramatical en la Biblioteca de la Real Academia Española
1958 Bruselas.- Medalla de Bronce por las novedades pedagógicas
1963 Medalla de Plata en la Exposición Internacional de Invenciones de Bruselas.
1970 Exposición en el Salón de la Inventiva en el Palacio de Cristal de Madrid
2009 Exhibición de sus obras en la Conferencia Internacional de “Libros de texto y recursos educativos”
2009 Mención especial a la figura de Dª Ángela Ruíz Robles en la exposición “As mulleres ilustres da Ciencia”
2011 Préstamo del Libro electrónico para la exposición “Ex libris. Dos libros de Galicia”.- Santiago de Compostela
 

  “Se viene a este mundo no sólo a vivir nuestra vida lo más cómodo y mejor, sino a preocuparse de los demás para que puedan beneficiarse de algo ofrecido por nosotros.” Ángela Ruíz Robles

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Un comentario

  1. Enhorabuena por esta vinculación entre el día del libro y las inventoras. Me alegra mucho saber que hubo un antecedente español del libro electrónico.

    El autor del artículo debería aparecer. Está escrito en un estilo muy personal.

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