La Propiedad Industrial como impulsora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

En nuestro blog, exploramos la intersección entre la propiedad industrial y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente en el contexto del Día Mundial de la Propiedad Intelectual, que este año se centra en el lema «La PI y los ODS: Nuestro futuro común se forja con innovación y creatividad», la propiedad industrial, es un componente crucial para impulsar la innovación y la creatividad en la consecución de los ODS. Desde el fomento de tecnologías limpias hasta los productos que mejoran la salud y el bienestar, la PI juega un papel fundamental en el desarrollo de soluciones sostenibles que promueven un futuro más equitativo y próspero para todos. En nuestro análisis, examinamos cómo las estrategias de propiedad industrial pueden contribuir de manera significativa a la realización de los ODS, alentando la colaboración entre distintos sectores y estimulando la innovación que beneficie tanto a las personas como al planeta.

FIGURA 1. Primera página de la resolución 70/1.

Hace ya casi un cuarto de siglo, en el año 2000, que las Naciones Unidas adoptaron la llamada “Declaración del Milenio” en la que los países congregados asumían el compromiso de una nueva alianza mundial para reducir la pobreza extrema, con un plazo límite en el año 2015. En dicha Declaración se precisaban ocho objetivos a los que se denominó “Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)”.

Si bien este acuerdo mundial alcanzó importantes avances en el desarrollo global al concitar la atención de la comunidad internacional en torno al esfuerzo por acabar con la pobreza extrema, también fue mostrando carencias a medida que se llevaba a la práctica. Entre otras destacables, era un programa de síntomas y no de causas, muy asimétrico, con multitud de tareas para los países menos desarrollados, pero pocas para los países más desarrollados, evidenciando así un mundo jerárquico de relaciones norte-sur. Adicionalmente, los ODM se centraban en los países menos favorecidos enfatizando el factor económico como el único agente de desarrollo. Al mismo tiempo, esta Declaración no incorporaba instrumentos adecuados de financiación, ni prestaba la suficiente atención a cómo incrementar su eficiencia, reforzando los gobiernos de los países beneficiarios.

Por esta razón, tras un período de más de quince años de maduración por parte de la comunidad internacional sobre los problemas más destacados que obstaculizaban un desarrollo global, sostenible e igualitario, el 25 de septiembre de 2015, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reunida en su Sede en Nueva York coincidiendo con su septuagésimo aniversario, aprobó la resolución 70/1, “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”. En ella se reconocía que el mayor desafío del mundo actual es erradicar la pobreza al tiempo que afirmaba que sin su eliminación el desarrollo sostenible es imposible.

Su preámbulo exhibe cuál es su propósito último al señalar que “la presente Agenda es un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad. También tiene por objeto fortalecer la paz universal dentro de un concepto más amplio de la libertad”.

La Agenda 2030 se inspira en los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, incluido el pleno respeto del derecho internacional. Sus fundamentos son la “Declaración Universal de Derechos Humanos” (Resolución de la ONU 217 A (III)), los tratados internacionales de derechos humanos, la ya mencionada “Declaración del Milenio” (Resolución de la ONU 55/2) y el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005 (Resolución de la ONU 60/1). Se basa asimismo en otros instrumentos, como la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo (Resolución de la ONU 41/128).

La Agenda 2030 se articula en torno a cinco puntos clave: personas, planeta, prosperidad, paz y alianzas, denominados en muchas ocasiones, dentro del ámbito del léxico especializado, como “las 5P” por la traducción de estas palabras al idioma inglés, a saber, People, Planet, Prosperity, Peace, Partnership.

FIGURA 2. Los 17 ODS

Fuente: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/

El documento se introduce con una Declaración en la que los Jefes de Estado y de Gobierno y Altos Representantes participantes acuerdan los “nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible de alcance mundial” y anuncian “17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y 169 metas conexas de carácter integrado e indivisible” que conjugan las tres dimensiones del desarrollo sostenible: la dimensión económica, la dimensión social y la dimensión ambiental. Los ODS asumen las tareas por finalizar relativas a los ODM al mismo tiempo que son más ambiciosos, participativos y, sobre todo, universales.

La propia resolución de Naciones Unidas en la que se adoptó la Agenda 2030 sintetiza en una sola frase cuál es el hilo conductor hacia el logro de su objetivo final: “Al emprender juntos este viaje, prometemos que nadie se quedará atrás”.

En el contexto de la innovación, la propiedad industrial (PI) constituye una vigorosa palanca para la consecución de los ODS, al facilitar la difusión de nuevos productos, procesos y usos tecnológicos. Un sistema de PI equilibrado y eficaz propicia la creatividad e impulsa la innovación en el ámbito nacional, así como su conocimiento y difusión a escala internacional en beneficio de todos. Asimismo, contribuye a establecer bases jurídicas para la creación de alianzas y colaboraciones de todos los agentes implicados en el ecosistema de la innovación.

La relación de la PI con el el logro de los ODS se manifiesta en diversos aspectos entre los que, sin pretender proporcionar una lista exhaustiva, destacan los siguientes:

  1. Impulso a la innovación: La protección de invenciones, diseños y signos distintivos a través de los diferentes títulos de PI, patentes, diseños industriales y marcas, incentiva la inversión en investigación y desarrollo, impulsando la creación de nuevas tecnologías, productos y servicios que contribuyen a la sostenibilidad.
  2. Transferencia de tecnología: Los sistemas de PI industrial facilitan la transferencia de tecnología entre países y sectores, permitiendo que las soluciones innovadoras lleguen a quienes más las necesitan, especialmente en países en desarrollo.
  3. Desarrollo económico: La PI fomenta la creación de empresas y empleos, impulsando el crecimiento económico y la competitividad. Las empresas que basan su éxito en la innovación y la propiedad industrial son más propensas a generar empleos de calidad y contribuir al desarrollo económico sostenible.
  4. Acceso a la salud: Las patentes farmacéuticas incentivan la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos y tratamientos, lo que a su vez mejora el acceso a la salud para la población.
  5. Protección del medio ambiente: La PI puede ser utilizada para proteger tecnologías verdes y soluciones ambientales, promoviendo la producción y el consumo sostenibles.
  6. Promoción de la cultura científico-tecnológica: La PI protege las expresiones culturales que significan una contribución técnica al estado de la técnica conocida, resolviendo con soluciones técnicas concretas problemas técnicos específicos. De este modo, puede afirmarse que la PI fomenta la diversidad cultural tecnológica y el desarrollo técnico creativo.

En sentido estricto, dentro los objetivos y metas que conforman la Agenda 2030, tan sólo hay una única mención directa a la propiedad industrial/intelectual en la meta 3.b del ODS 3, donde se insta a apoyar las actividades de investigación y desarrollo de vacunas y medicamentos y a aprovechar las flexibilidades necesarias para proteger la salud pública, de conformidad con la Declaración de Doha relativa al Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) y la Salud Pública.

Sin embargo, a lo largo de toda la Agenda 2030 se reconoce que la ciencia, la tecnología y la innovación constituyen elementos clave para la consecución de los ODS. En concreto, el ODS 9, relativo a “Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación”, manifiesta claramente la intención de que el fomento de la innovación constituye uno de las piedras angulares de esta Agenda.

FIGURA 3. Página de Internet de la OEPM, (www.opem.es), y detalle del logotipo de los ODS incorporado.

La Oficina Española de Patentes y Marcas, O.A. (OEPM) es un organismo autónomo del Ministerio de Industria y Turismo, al que corresponde “la realización de la actividad administrativa que corresponde al Estado en materia de propiedad industrial, conforme a la legislación y convenios internacionales vigentes” así como ser “el instrumento de la política tecnológica en este campo[1].

Desde la incorporación de España a los compromisos de la Agenda 2030, la OEPM ha sido consciente de la relación entre su misión y actividades y los ODS. Por ello, desde el marcado carácter innovador derivado de su propia actuación, la OEPM se ha unido a este proceso de transformación de la administración pública para hacer de los ODS una realidad.

Como expresión de este compromiso, la OEPM constituyó un grupo interno de trabajo sobre ODS con el propósito de analizar y reflexionar sobre las actuaciones de la organización que ya presentaban una relación o un impacto en la consecución de estos objetivos.

El resultado de este trabajo reveló la existencia dos bloques de actuaciones relevantes. El primero, se refiere a acciones desde una visión específica o sustantiva, enfocado en la OEPM como entidad de gestión de la propiedad industrial, actuando por sí misma o en colaboración, y el segundo desde una visión general u horizontal, orientado hacia la OEPM como organización gestora de recursos.

Como ejemplos del primer tipo de acciones se pueden citar aquellas realizadas directamente por la propia OEPM y como agente del sistema de innovación, tales como la participación en los procesos de reforma de la legislación nacional e internacional de PI, la promoción de las bases de datos con información de patentes, modelos de utilidad, marcas y diseños, las actividades de divulgación de la PI y del su uso en Universidades, Centros Tecnológicos y empresas, en particular PYMEs, así como campañas de sensibilización contra la falsificación, el uso de medios electrónicos para las solicitudes nacionales de PI o la implantación de sistemas de gestión de la calidad de los servicios ofrecidos al público.

FIGURA 4. Portada del Boletín de Vigilancia Tecnológica elaborado en colaboración con el Instituto Nacional da Propiedad  Industrial (INPI) de Portugal.

En este ámbito destacan igualmente las actividades desarrolladas por la OEPM en colaboración con otras Oficinas o instituciones europeas e internacionales relacionadas con la innovación y la PI, íntimamente vinculadas con el ODS 17 sobre “Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible”.

FIGURA 5. Detalle de la portada de un Informe Tecnológico de Patentes (ITP). Incorpora el logotipo del ODS9.

Como ejemplos del segundo tipo de acciones, considerando a la OEPM como gestora de recursos tanto humanos como materiales, se pueden mencionar las relacionadas con medidas de seguridad e higiene en el trabajo con control y mejora continua, así como el fomento y formación en hábitos saludables entre su personal, programas de formación continua, acciones de transformación de sus infraestructuras encaminadas a la reducción de la huella medioambiental de la OEPM, con especial objetivo en el logro de “una oficina sin papel”, medidas en sus sistemas informáticos dirigidos al acceso universal a sus aplicaciones e incluso participación en actividades externas a la propia OEPM con campañas de recogida de alimentos para el Banco de Alimentos o de juguetes para ser donados en las fechas de Navidad.

Una vez delimitado el marco de partida y con el fin de incrementar el compromiso con la Agenda 2030, la OEPM se propuso pasar a una acción intensa y sistemática, a la vez que realista, que vinculara explícitamente la estrategia de la organización con los ODS.

De este modo, la OEPM incluirá un enfoque ODS en la definición de los proyectos y actividades que compondrán la elaboración de su próximo Plan Estratégico, de manera similar a como ya se integró en el anterior para el período 2021-2024.

[1] Real Decreto 1270/1997, de 24 de julio, por el que se regula la Oficina Española de Patentes y Marcas.

Gabriel González

JEFE AREA EXAMEN PATENTES QUIMICAS – OEPM

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