INVENTAR ES COSA DE NIÑOS

“¡¡Mamá, mamá, … tengo un invento!! ¿Me lo patentas?”

Supongo que muchos de los examinadores de patentes que tienen niños han vivido este momento …

Con frecuencia, una vez tus hijos saben que te dedicas al mundo de las patentes, su cabecita hace “click” y se activa su máquina de pensar, … o de contar lo que piensan, … y es que los niños son – ¡entre otras cosas, claro! – máquinas inagotables de inventar. Pero quizá a menudo o no se les presta suficiente atención cuando cuentan sus pensamientos, o no se les da suficiente importancia o no se les anima a que lo cuenten, y quizá por todo esto no fomentamos su capacidad de “inventar”.

“Bueno – les decimos – está muy bien lo que se te ha ocurrido, ¡me impresiona que hayas pensado en todo eso!, pero para patentar un invento, el primer paso es escribirlo y dibujarlo”,y creemos que así les desanimamos y que ahí acabará la cosa, porque, aunque con esto sólo estamos apoyando lo que enunciábamos antes, que de esta manera no fomentamos sus apuntes inventivos, en el fondo han lanzado su invención mientras estábamos “ocupados en no sé qué” y nos da pereza pensar qué pueden hacer con “su invento”, así que nos relajamos imaginando que ahí termina su iniciativa de patentar algo (insisto: mal por nuestra parte, pero “nos hemos quitado el tema de encima” …).

¡O eso creíamos!

Al rato nos vienen con una hojita en la que han descrito – y nada mal por cierto – su invento y lo han dibujado … ¡vaya! Pues no contábamos con esto … incluso lo han “bautizado”, con lo cual la cosa se va complicando por momentos ya que encima querrán registrar “su marca” …

Nuestros intentos por decirles que tienen que dar más detalles, “pasarlo a limpio”, … son vanos … ¡realmente quieren ser inventores reconocidos y ver su invención patentada! Así que sólo nos queda recurrir a que patentar cuesta dinero … al final nos hemos “quitado” el problema de encima pero hemos frustrado su vocación inventora … ¡¡a ver cómo nos las apañamos ahora para reflotarla!!!

Afortunadamente, otros niños tuvieron más apoyo cuando contaron sus inventos, o simplemente tenían unos padres  y madres menos “¿ocupados?” o que no trabajaban en la Oficina de Patentes, o … bueno no vamos a buscar más excusas para “limpiar” nuestra conciencia … el caso es que a veces los niños cuentan o dibujan sus ideas en un foro y en un momento adecuado, no caen en saco roto y finalmente se convierten en patentes o simplemente en realidades aun cuando no queden patentadas … Vamos a por algún ejemplo…

 

Niños que vieron sus inventos hechos realidad

Por necesidad …

Louis Braille, quien se había quedado ciego a muy corta edad en un accidente casero mientras jugaba en el taller de su padre, ideó a los 16 años el sistema de escritura y lectura que lleva su nombre y que aún a día de hoy es el más utilizado por las personas invidentes. Se basa en caracteres formados por puntos en relieve que posibilitan la lectura a través del tacto.

Richie Stachowski, de 11 años, estaba de vacaciones con su familia buceando en las playas de Hawai cuando sintió la necesidad de comentar con su padre la belleza de las cosas que veía bajo el agua, … y no paró de hacer pruebas en la piscina de su casa hasta crear el Walkie Water, un dispositivo con forma cónica y membrana de plástico que permite mantener conversaciones bajo el agua hasta casi 5 metros de distancia. Toys“R”Us no dudó en comercializar de inmediato este invento.

De casualidad …

En  1905, Frank Epperson tenía 11 años y para refrescarse se le ocurrió añadir polvos de soda a un vaso de agua. Mientras lo removía con un palo, su madre le llamó y Frank olvidó su bebida a la intemperie toda la noche. A la mañana siguiente su bebida se había convertido en lo que 20 años más tarde él mismo  patentaría como “polo” o “paleta de helado”, y desde entonces ¡cuántas veces habremos calmado el calor del verano con este refrescante invento!

Solucionando situaciones …

Chester Greenwood ,  mientras patinaba sobre hielo a sus 10 años, inventó las orejeras para protegerse del frío. Las primeras las “fabricó” su abuela.

El hermanito de Lucas Jódar casi se ahoga cuando un caramelo se soltó del palo; para evitar que volviera a ocurrir, Lucas inventó el chupachups con sistema anti-ahogos.

La capacidad de invención

¿Qué mueve a los niños a inventar?

Son varias las razones que podrían explicar el derroche inventivo de los niños, en primer lugar no cabe duda de que ellos lo ven todo con otros ojos, a veces ven problemas en los que los mayores no reparamos porque hace ya muchos años que nos enfrentamos a ellos y hoy en día los tenemos resueltos con soluciones diferentes a las que ellos proponen, o simplemente porque al crecer ya no suponen un problema.

Peluca con luces led, así “solucionó” Katie Symcox (9 años) su miedo a la oscuridad 

Otras veces, su firme convencimiento de que “todo es posible”, unido a su inocencia, desconocimiento e ingenuidad, es lo que les lleva a encontrar soluciones a las situaciones más tremendas que uno pueda imaginar …

Protección en caso de ataque: rodea tu casa con una capa invisible antibalas.          Charlotte Scott, 11 años.

A esto se suma que los niños disponen de menos recursos  a su alcance y eso hace que se agudice aún más su ingenio buscando alternativas con las que puedan solventar sus necesidades. En otras ocasiones sus ojos curiosos y sus mentes inquietas detectan problemas de los mayores y rápidamente en su afán de colaborar y de ser reconocidos como “útiles” aportan su solución.

Pañal  con cinta que cambia de color cuando está mojado (Laura Klumbis, 10 años)

 ¿Y qué ocurre cuando crecemos?

Ya se ha mencionado que, como tantas cosas en esta vida, si nos recibimos una “ayudita” para fomentar y explotar nuestra vena ingeniosa es difícil que la potenciemos salvo que nuestro ADN sea 100% de inventor, así que éste es quizá uno de los motivos por los que a lo largo de los años vamos perdiendo no sé si nuestra capacidad de inventar pero sí al menos la motivación y la práctica de generar ideas inventivas. Otros motivos son precisamente los que hacen que de niños seamos más proclives a inventar: algunos problemas o dificultades a los que nos enfrentamos cuando somos críos van desapareciendo o solucionándose a medida que crecemos, bien porque física o emocionalmente ya no suponen un problema, bien porque tenemos disponibles soluciones que podemos utilizar para solventarlos.  No cabe duda de que también el hecho de que nuestra mente y nuestro día a día estén más llenos de ocupaciones va restando tiempo y lugar a la invención, especialmente si como mencionaba anteriormente no la hemos ejercitado con continuidad.

Pero si bien estos motivos hacen que en muchos casos los adultos dejemos de inventar, no es menos cierto que hay otros motivos por los que nuestra capacidad o habilidad para inventar aumenta con la edad, por ejemplo la aparición de nuevas dificultades y problemas a los que no teníamos que enfrentarnos de niños, el acceso a la información y al conocimiento de lo que ya existe también abre nuestra mente hacia nuevas propuestas inventivas, desarrollos o perfeccionamientos de lo que ya “está inventado”, como en el caso de investigadores, innovadores o simplemente cualquiera al que a la luz de lo que ya conoce se le ocurre una vuelta de tuerca más que implica un invento nuevo.

Por otro lado no debemos olvidarnos de que la espontaneidad de los niños y su atrevimiento a decir casi todo lo que se les ocurre sí que solemos perderlo con la edad, y cuántos de nosotros habremos ideado inventos que han quedado sólo para nosotros, por no atrevernos a compartirlo con nadie por lo que puedan pensar  …

Para concluir el artículo con un final “categórico”, quizá podríamos afirmar que todo niño lleva un inventor en su interior y que todo inventor conserva algo de niño que hace que busque y proponga soluciones novedosas a los diferentes problemas que nos van surgiendo, y que gracias a ambos, niños e inventores, bien progresan las sociedades bien al menos provocan alguna sonrisa en quienes escuchan o miran sus inventos, y en cualquier caso ambas cosas son dignas de proteger.

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2 comentarios

  1. […] Inventar es cosa de niños   Con frecuencia, una vez tus hijos saben que te dedicas al mundo de las patentes, su cabecita hace “click” y se activa su máquina de pensar, … o de contar lo que piensan, … y es que los niños son máquinas inagotables de inventar. Pero quizá a menudo o no se les presta suficiente atención cuando cuentan sus pensamientos, o no se les da suficiente importancia o no se les anima a que lo cuenten, y quizá por todo esto no fomentamos su capacidad de “inventar”. “Bueno – les decimos – está muy bien lo que se te ha ocurrido pero… etiquetas: inventos , niños , patentes , inventores 1 0 0 K 19 sin comentarios […]

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