Los países no investigan porque son ricos, son ricos porque investigan.

 

600 millones de recortes en el presupuesto de Investigación + Desarrollo + innovación (I+D+i).

Esto está creando una profunda preocupación en la comunidad científica y en los dirigentes de los principales Organismos Públicos de Investigación (OPIs). A continuación se muestra una imagen con un artículo publicado en EL PAÍS (se puede agrandar pulsando la imagen). El artículo también se puede descargar aquí.

Aún no sabemos que cantidad del total del presupuesto (alrededor de ocho mil millones de euros, entre subvenciones y préstamos) irá a cada una de las partidas; pero mucho me temo que una parte sustancial del presupuesto irá a la letra «i» minúscula, es decir, para promover la investigación en empresas. Esto ya se hizo en las últimas etapas de la época ministerial de la Dra. Garmendia.

La medida de promover y potenciar la actividad investigadora en las empresas no es mala idea, siempre que las empresas realmente hagan investigación y que contraten personal. Aparentemente el objetivo de estas medidas es hacer que las empresas se implique en la I+D+i de este país y que se solvente el desequilibrio público-privado que existe en España; que es un caso único en los países desarrollados donde la mayor parte de la investigación es realizada en organismos públicos. La consecuencia principal de esta política de favorecer la I+D+i en las empresas sería que un porcentaje significativo de los doctores y tecnólogos españoles trabajarían en el sector privado. Desde hace ya bastantes años, las autoridades científicas españolas (sin importar el ministerio al que hayan pertenecido) han realizado una política de favorecer la I+D+i en empresas y deberíamos haber visto resultados.

¿Los hemos visto? La sensación de los investigadores de los OPIs es que no. La mayoria de la investigación española se sigue haciendo en el sector público. No hay un mercado laboral para doctores y tecnólogos en el sector privado. Los organismos públicos de investigación (especialmente el CSIC, pero también universidaddes como la UPC y la UPV ) siguen siendo las principales entidades en generación de patentes; lo que, siendo mérito de estos organismos, más bien es un demérito de las empresas españolas. Aunque los OPIs patentan mucho (relativamente), pocas patentes son transferidas al sector productivo, porque las empresas y empresarios españoles no invierten en ciencia.

En algún programa de A Hombros de Gigantes (de RNE-5) (creo que el 4 de marzo de 2011) mencionaba que los países poderosos son los que invierten en ciencia y no en ejércitos, como lo prueban los casos de Japón y Alemania; Estados Unidos comenzó su predominio mundial cuando empezó a atraer talento emigrante de Europa durante y después de la II Guerra Mundial. Esta idea justifica el título de este artículo, la investigación no es un lujo que se pueden permitir los países ricos, sino que estos alcanzan este estatus porque han investigado.

Hace alguna semanas me entrevistaron para EL CULTURAL. El titular elegido en la entrevista fue «Hacen falta políticos valientes que apuesten por la ciencia«. En este artículo se recogen algunas de mis ideas de por donde debe ir la política científica para que España sea un país moderno y próspero, fundamentado en el conocimiento. La entrevista se puede descargar aquí. A continuación reproduzco algunas preguntas y respuestas de la entrevista.

P.- ¿Qué piensa de los recortes en ciencia en estos momentos?

R.- En pocas palabras, son un desastre. Especialmente, porque se van a romper las ilusiones de muchos investigadores jóvenes sobre los que deberíaa sustentarse el futuro del país.

P.- ¿Es la ciencia y la tecnología la respuesta a las grandes crisis?

R.- Sin duda. En todas las grandes crisis, todas las naciones que han confiado en la ciencia y la tecnología han salido reforzadas. Hay que hacer inversión científica pues de ahí saldrán los avances que permitirán crear empresas con las que cambiar la economía. En el mercado global tenemos que competir con otras propuestas, con productos de muy alto valor añadido. Esto solo puede salir del avance científico y tecnológico. Soy muy pesimista y creo que España nunca va a estar en primera división en el impacto científico. Tampoco en una economía basada en la ciencia y la tecnología.

P.- ¿Hacia dónde debería caminar España científicamente hablando?

R.- Hay que ser realista. Se acaban de publicar los datos de la producción científica y el impacto de la ciencia por países. Se confirma que España es la novena productora de artículos científicos, pero nuestra posición en impacto es muy pobre, ocupamos el trigésimocuarto puesto. Esta es una medida de la calidad de la ciencia. Pero aún hay otro dato que es peor. España no transfiere conocimiento al sector productivo. Este es un mal endémico de la sociedad española y no es tanto culpa de los científicos y tecnólogos españoles como del poco riesgo asumido por los inversores españoles. Esta situación tiene otra consecuencia, la inmensa mayoría de los científicos españoles trabajan en el sector público porque no hay sector privado que los acoja. La situación es insostenible. Los frutos de la ciencia no se recogen de un día para otro. Faltan políticos valientes que apuesten por el futuro.

P.- ¿Qué fórmula aplicaría para resolver el problema de la financiación científica?

R.- La inversión en ciencia en España es un porcentaje muy pequeño del PIB y una cantidad ínfima de lo que suponen los rescates financieros. Por lo tanto, mantener la inversión de los años anteriores a la crisis no nos va a llevar a la ruina. Incluso si se invierte más, tampoco vamos a estar más arruinados. Con esto estoy pidiendo más financiación. Lo que nunca se debe disminuir es la necesaria para apoyar la investigación de los jóvenes, desde los estudiantes de doctorado hasta los jóvenes doctores, a los que hay que apoyar para que empiecen a hacer investigaciones independientes a los 30 y no a los 40 años, como ocurre actualmente.

 

Como conclusión; cambiemos el modelo; confiemos en la ciencia; hagamos más competitiva la carrera científica; eliminemos la endogamia (es más, debería estar prohibido tener una plaza en la institución en la que hayamos hecho la tesis o el postdoc); favorezcamos la movilidad; quitemos el funcionariado (lo dice un funcionario); oportunidades para los jóvenes, no valorándoles por lo que han hecho, sino por lo que harán; pensar que la ciencia tiene muchas facetas: formar, obtener financiación, transferir conocimiento a la sociedad (en forma de patentes y cultura científica) y no sólo publicar (lo que frecuentemenete sólo se valora en los concursos endogámicos de la universidad y OPIs españoles); en definitiva, copiemos los modelos que funcionan bien en el mundo (USA y Alemania especialmente).


Bernardo Herradón García
CSIC
b.herradon@csic.es

 

Compartir:

17 comentarios

  1. Poco cabe comentar, pues nada añadiría. Un país que en el siglo XXI mutila su Ciencia, la investigación, la innovación, aun en un comprensible marco en que el gasto público (e incluso la INVERSIÓN, concepto muy diferente del gasto) debe ser muy cuidadoso (pero priorizado, no cercenado), es como un fontanero que vende su llave inglesa para pagar una cuota de un préstamo del que le quedan décadas de vencimientos. Propago enlace con entusiasmo.

  2. Soy becario predoctoral del CSIC.
    Hay poco que añadir, solo un pequeño matiz: OPIs y sector privado (o tercer sector) no están necesariamente en competición excluyente frente a las financiaciones. Incluso en los países más avanzados, mucha investigación básica se hace en las universidades, y mucha transferencia de conocimiento e innovación se realiza a través de planes de cooperación entre OPIs, empresas y fundaciones. No pienso que sea un mal que la investigación, tanto básica como estratégica, se haga principalmente en universidades y centros púbicos de investigación. Lo que hace falta más bien son programas públicos que promuevan dicha cooperación (con más eficiencia y eficacia) y una atención mayor a la I+D por parte de las empresas. Al mismo tiempo, es evidente que este tijeretazo es absolutamente inoportuno e incluso ridículo; y coincido con que en España falta casi por completo una cultura científica e innovadora por parte de la clase empresarial.

  3. Sandro,
    Gracias por el comentario.
    Por supuesto que la investigación en OPIs y en empresas no son excluyentes. Al contrario, tienen que ser complementarias. Los OPIs pueden aportar mucho a la empresa: conocimientos y experiencia del investigador, equipamiento adecuado para ciertos experimentos (no disponibles en empresas pequeñas), información bibliográfica, etc.
    El problema es que las empresas creen que todo esto es gratis, pues como sale de los fondos públicos; y quieren hacer investigación pagando sólo el sueldo del contratado pre- o postdoctoral.
    Luego están las subvenciones y préstamos públicos a las empresas. Estoy de acuerdo que se concedan en un sistema competitivo, pero luego hay que pedir continuidad a la empresa. Que no sea sólo «toma el dinero y corre».

  4. Gracias por la respuesta.
    Lo que veo faltar son confianza, conocimiento científico y cultura proclive a la I+D, tanto por parte de la clase política como empresarial. Pero creo que las cosas pueden cambiar: si el cambio cognitivo y cultural suele ser muy lento, es cierto que las políticas pueden cambiar las cosas más rápido. Creo que programas públicos y mecanismos de financiación acertados pueden ser más eficaces que dejar la iniciativa en manos del sector privado. Lo que falta, como he leído más arriba, son políticos valientes.
    Saludos

  5. Conozco casos de empresas que utilizan a personal investigador para realizar un trabajo de «currela-a-tope-en direccion-de-obras». Mi duda es, ¿cómo se supervisará para que estos dineros vayan destinados realmente a la investigación?

  6. Que triste noticia que el gobierno haya reducido el presupuesto para la investigaciòn ,eso traerà consecuencias negativas para el pais,mucha gente (investigadores)se iran al exterior.Daniela

  7. Lo siento mucho pero no estoy nada de acuerdo con el titular de esta columna, creo que justamente la inversión en investigación debe ir después de la consolidación económica (que de hecho es lo normal), además investigar por la presunción de que somos ricos y es lo que debemos hacer puede resultar altamente ineficiente. Creo que el gasto en investigación debería ir mas ligado a nuestra actividad productiva y tendría que estar mas justificado de lo que está actualmente.
    En resumen creo que primero tendríamos que plantearnos que oportunidades de negocio tiene nuestro país y crear una buena base productiva que nos permita financiar una investigación acorde con esta actividad.
    Tengo la impresión que hay mucha gente que piensa que España debería estar realizando la cuarta revolución industrial sin saber que aún no está claro que hayamos realizado la primera agrícola.

  8. @Roger:

    Y qué es la actividad productiva? Cómo se mide eso? Trabajar en Cáncer es mas productivo que trabajar con el gorgojo de la patata?

    Con esto quiero decir que la Ciencia no tiene plazos (y menos, plazos cortos). La Investigación básica no puede basarse en el ‘¿Y esto para qué sirve?’, sino en una financiación sólida y que apueste por los grupos emergentes, que son los que peor lo pasan en estos momentos. La ciencia ES base productiva: produce puestos de trabajo, produce patentes y produce bienestar y calidad de vida (solo que no siempre tan a corto plazo como muchos quieren)

    España tiene posibilidades de convertirse en referente en ciertos temas, pero parece ser que seguiremos con la premisa de Unamuno de ‘que investiguen ellos’.

  9. @Cnidario

    Productivo es todo aquello que genera riqueza, y la investigación por si sola no lo es, necesita de una aplicación comercial. Lo que quiero decir con mi comentario es que es mentida que los países ricos lo sean porqué un día decidieron gastar gran cantidad de recursos en investigación. Los países ricos nacen primero de la explotación exitosa de un recurso comercial seguido de una buena reinversión de los beneficios. Sin una base productiva sólida es absurdo gastar en investigación ya que además difícilmente encontrará una aplicabilidad. Por lo tanto la pregunta que nos tendríamos que formular primero es ¿Tenemos una sólida base productiva? si no es así tendremos que hacer un acto de humildad y centrarnos en crear esta base en vez de dilapidar recursos públicos en investigación que si bien es cierto crean puestos de trabajo también crean un déficit comercial en el momento que esta investigación no repercute sobre la productividad nacional, lo que a la larga genera el déficit estatal actual.
    También pienso que es una estupidez alarmarse por la supuesta fuga de cerebros, lo que realmente debería alarmarnos es que el estado gaste dinero formando profesionales para puestos de trabajo que no existen o simplemente no son necesarios en nuestro país. Y si alguien quiere algún día repatriar estos cerebros seria mejor primero que procurase crear un buen entorno empresarial en vez de simples institutos de investigación fuertemente subsidiados.

  10. Cuando estudiaba genética clásica, o mejor dicho «Mejora genética vegetal» las copias de ADN sin sentido, que los genetistan han convenido -de maneral formal- llamarle ADN basura… a mi me mosqueaba esto de que la naturaleza fabrique basura…
    Gracias a la investigación sabemos que muchas especies VEASE EL PYRUS COMMUNIS, QUIEN LO LEE YA ME ENTIENDE——
    eS UN ARBOL UNIVERSAL POLIPLOIDE, aQUÍ Y ALLÁ LOS VEGETALES GUARDAN COPIAS PORQUE EN ALGÚN MOMENTO LAS VAN A NECESITAR.

  11. […] Durante la Semana de la Ciencia del 2011, coincidiendo con el Año Internacional de la Química [1], me entrevistaron para la revista EL CULTURAL (suplemento del diario EL MUNDO), en la que hablamos un poco de todo, por ejemplo, sobre el papel que la química tiene en la sociedad o de política científica. La entrevista, realizada por Javier López Rejas, se tituló “Faltan políticos valientes que apuesten por la ciencia” . En la entrevista exponía la necesidad de invertir en el futuro del país, a través de la formación de sus ciudadanos y con una apuesta decidida por la ciencia y la tecnología como la base de la economía. Parte de la entrevista se usó para un post en este blog. […]

Deja un comentario