Entrevista a Francisco López Valdés, profesor en la Escuela de Ingeniería ICAI de la Universidad Pontificia Comillas con motivo de su participación en la X Noche Europea de los Investigadores de Madrid
¿En qué consiste la actividad que organiza y cuál es su objetivo principal?
La actividad consiste en acercar al público general la realidad de la investigación sobre la prevención de las lesiones y las colisiones de tráfico, es decir, los mal llamados “accidentes”. Nos gustaría transmitir que las lesiones y muertes en tráfico son predecibles y por tanto prevenibles. Para ello, hemos organizado varios talleres en los que presentaremos algunas de las herramientas utilizadas en el diseño de vehículos más seguros como los famosos “crash test dummies”, los métodos de simulación por ordenador, los simuladores de impacto, etc…
El principal objetivo es que una persona que participe en esta actividad sea consciente de toda la investigación que hay detrás cuando realiza un acto tan simple como abrocharse correctamente el cinturón de seguridad.
¿Por qué decidió animarse a participar en la Noche? ¿Cree que asistir como público a estas actividades acabará revirtiendo en un incremento de las vocaciones científicas entre los estudiantes de nuestra región?
En mi experiencia en este campo, casi siempre que se explican bien estos conceptos se produce un fenómeno de sorpresa, de darse cuenta de algo nuevo que quizá se sabía anteriormente pero que se ha repensado de una forma nueva. En mi opinión es el origen de toda buena vocación científica.
Además, es muy buen acercar a todo el mundo lo que hacemos los investigadores, para que se den cuenta del vínculo necesario entre la investigación y la vida diaria. Tristemente, es muy difícil encontrar una familia en la que no exista alguna experiencia cercana de un familiar o conocido que haya sufrido una colisión de tráfico.
¿Cómo nació su vocación científica? ¿Cuándo y por qué decidió que quería ser científico?
Mi vocación nació de una combinación de suerte y de asombro. La suerte vino porque justo cuando estaba terminando la carrera de Ingeniería Industrial me ofrecieron quedarme una temporada como investigador/profesor en el departamento de Ingeniería Mecánica. El asombro surgió al observar la pasión que suscitaba la investigación en mi mentor académico en aquella época: el profesor Felipe Montoya Moreno, catedrático de Ingeniería Mecánica.
Recuerdo verlo disfrutar en mañanas enteras llenando pizarras de números y matrices que, aunque para muchos no significaban nada, para él eran la solución para que personas con problemas auditivos pudieran mejorar su calidad de vida. Fue un auténtico lujo a prender de él.
Tengo que decir que esta misma experiencia la he vivido con otros mentores académicos con los que he tenido la suerte de colaborar a lo largo de mi carrera. Esta figura del mentor es fundamental en el sistema universitario americano y a veces en España no somos muy conscientes de la relevancia que tiene para los investigadores en formación.
¿Qué importancia tiene para usted la divulgación en su día a día?
Para bien o para mal, parece que todos somos expertos en Seguridad Vial. Todos tenemos nuestras opiniones de cómo deberían hacerse las cosas. Y tristemente, en el caso de nuestro país, a veces parece que la Seguridad Vial está ligada a unos partidos políticos u otros.
Considero que la divulgación seria y de calidad sobre los contenidos científicos que deberían estar detrás de cualquier intervención orientada a mejorar la Seguridad Vial es fundamental. Es necesario transmitir el mensaje de que algunas de esas opiniones tienen base científica, pero otras no. Y por tanto, no todas tienen el mismo valor.
Cuando de estas decisiones dependen vidas, todos deberíamos hacer un esfuerzo por dejar aparte nuestras opiniones (y en el caso de Seguridad Vial, algunos viejos mitos) y realmente avanzar en políticas basadas en evidencia científica. El papel de la divulgación es esencial para conseguir esto último.
¿Qué le diría a los jóvenes para animarles a seguir una carrera científica?
La carrera científica es una carrera que te permite venir todos los días al trabajo con la misma ilusión que el primer día, porque siempre hay algo nuevo que te está esperando.
Es una carrera dura y más en estos tiempos en España, porque hay mucha inseguridad en el futuro, pero merece la pena. Y me voy a permitir dar un consejo: nadie es buen científico pensando sólo en SU carrera científica. Tiene que ser un trabajo de equipo en el que al principio uno se tiene que beneficiar (entiéndase en el buen sentido de la relación mentor/discípulo explicado anteriormente) para posteriormente poder actuar como buen mentor de otros investigadores en sus primeros pasos.
¿Cuál cree que es la opinión de los ciudadanos acerca de los científicos? ¿Siente que se trata de una profesión reconocida y valorada?
Yo creo que la opinión es buena en general, pero que también hay mucho desconocimiento de la vida del científico y de qué es realmente lo que hace.
Personalmente, me siento reconocido en general. Pero no me planteo muchas veces qué es lo que otras personas opinan sobre mi actividad profesional, no sé si esto es algo que dentro de otros colectivos es más frecuente. Es decir, no me dedico a la investigación porque vea o necesite un reconocimiento externo.
Esta carrera, si es sincera, es muy vocacional. Me atrevo a aventurar que si alguien empieza una carrera investigadora buscando un prestigio social, no durará mucho en ella o no será un buen científico: es difícil entender bien el papel de mentor si lo que se busca es el reconocimiento personal porque, en último término, el mentor ha de desaparecer para que las nuevas generaciones tomen el relevo.
¿Se ha beneficiado de ayudas europeas en su carrera científica?. ¿Cree que Europa apoya suficientemente la investigación?
Sí. Mis primeros pasos en la investigación fueron de la mano de proyectos europeos del 5º y 6º Programa Marco de la Unión Europea. Además, para regresar a España tras realizar mi tesis doctoral en Estados Unidos, también me beneficié de una ayuda Marie Curie International Incoming Fellowship que fue fundamental en mi desarrollo profesional.
Creo que Europa tiene claro la necesidad de apoyar la investigación: sin duda. En el caso particular de la ciencia en España, echo de menos más compromiso del sector empresarial con la investigación. Creo que tenemos grandes equipos científicos en nuestro país y parece que hay una reticencia en nuestras empresas a participar conjuntamente en proyectos de innovación que serían beneficiosos para ambos. En este sentido, también es importante el impulso de la Unión Europea para fomentar este tipo de colaboraciones.
Para terminar, vamos con un par de preguntas cortas:
¿Cuáles son sus hobbies?
Me gusta mucho la montaña y el ciclismo, aunque practico menos de lo que me gustaría. El deporte en general, pero siempre al aire libre. Escuchar buena música y tratar de cantar cuando me dejan. Las buenas películas.
Si pudiera viajar en el tiempo, ¿a qué momento histórico se trasladaría?
Uff. Pregunta difícil. Y dudo entre el pasado o el futuro. De todas formas, me parece que el presente está a menudo infravalorado y, sin duda, es el mejor instante.
Recomiéndeme un libro.
¿Pueden ser varios? Al Este del Edén, El Principito, Las llaves del Reino, El Señor de los Anillos…
¿Cuál es la última película que ha visto? ¿Y el último concierto al que ha asistido?
La última ha sido Toy Story 4, por motivos no muy científicos. El último concierto al que he asistido fue El Mesías de Händel. Antes de ese, un concierto de Serrat que fue una maravilla.
