Emprendedores alojados en el centro madrileño impulsan proyectos punteros como ropa antibacteriana o asistentes para mayores
Hace quince días que la Nave de Villaverde, el mayor vivero y lanzadera de «startups» municipal, cerró sus puertas por decisión del Ayuntamiento para evitar más focos de contagio. Pero las ideas que allí estaban desarrollando los emprendedores alojados no sólo no han parado en ningún momento, sino que se han reinventado para adaptar sus proyectos punteros en diseños útiles e innovadores para frenar la pandemia. Robots para desinfectar grandes superficies y realizar test del Covid-19; ropa ignífuga y antibacteriana o un sistema de ventilación no invasiva para evitar la necesidad de usar un respirador son algunas de las soluciones ya desarrolladas por las pymes madrileñas y que ya se prueban en hospitales de la región.
Una empresa dedicada a la fabricación de brazos impresos en tres dimensiones, Ayúdame 3D, cambió las prótesis por el diseño y la elaboración de una de los principales escudos con los que los sanitarios batallan en la primera línea contra el coronavirus: las máscaras que después envían de forma gratuita a quien se lo solicita como hospitales, farmacias, centros de salud, residencias e incluso o mercados de toda España. El reparto lo realizan a través de una red de voluntarios, que ya han distribuido más de 1.500 unidades.
Cómo desatascar las UCI es una de las cuestiones más importantes en este momento en la sanidad nacional. En Up Devices, una empresa que desarrolla dispositivos y material sanitario, implementan junto a los sanitarios de La Paz y el Infanta Sofía un sistema de respiración no invasivo que se puede utilizar en planta, para evitar así el ingreso en la UCI. «Estamos utilizando materiales ya disponibles en el hospital, como un mezclador de gas y mascarillas», cuenta el cofundador de la pyme, Alfredo Azabal, cuya entidad también tiene en marcha una almohada que permite acoplar la mascarilla y poner al paciente boca abajo. «Este sistema ya se ha usado en atención pediátrica y puede ayudar a enfermos con neumonía grave por coronavirus. Estamos trabajando contra el reloj para poder probar el dispositivo esta semana en el hospital y que llegue cuanto antes a todos los centros», cuenta Azabal.
Víctor Martín, Ceo y fundador de Macco Robotics, detectó desde el inicio de la crisis la necesidad de desinfectar los espacios públicos para mantener a raya al virus. Por ello, desde su ingeniería sevillano-madrileña especializada en robótica adaptaron dos aparatos a dos funciones imprescindibles. El primero permite fumigar de forma remota o autónoma hospitales, estaciones, aeropuertos y grandes superficies de todo tipo. «Pueden trabajar 24 horas, lo que nos permite que ninguna persona se exponga a contraer el virus», indica en su vídeo de presentación. El segundo es capaz de hacer test rápidos del Covid-19. «Nos permite hacer más de 700 pruebas diarias de forma autónoma o telemática, ya que un médico también se puede conectar a través del robot con más de veinte sensores que le hemos adaptado», añade.
En Seppia fabricaban moda sostenible, con tejidos inteligentes, que tienen unas propiedades ignífugas y antibacterianas. Pero al llegar el virus al país, la empresa lo tuvo claro y donó el stock de tejidos al Ministerio de Sanidad con el fin de aprovechar las cualidades de este material para elaborar mascarillas y material de protección.
Apoyo a mayores
Más de 160.000 mayores viven solos en Madrid. Para hacerles más llevadera la cuarentena, en Wibbio han creado un asistente virtual específico para ellos. «Todo se realiza con la voz. Wibbio ofrece compañía, ya que incorpora una cámara con reconocimiento facial e inteligencia artificial que permite aprender de la persona. Le hace preguntas en el día a día y le hace un perfil a través del cual es capaz de cuando le reconoce iniciar conversaciones. También le dará acceso a consultar recibos, videollamadas con la familia, recordatorios importantes o las cuentas de los medicamentos», señala el CEO de esta «startup», Javier Sanz.
La Policía Municipal comenzó a utilizar drones con altavoces para poder advertir a los infractores que se saltaban el confinamiento para evitar así tener que recorrer grandes zonas. Como solución alternativa desde Ossicles Audio trabajan en una tecnología capaz de dar avisos entendibles en áreas muy extensas. «El mejor ejemplo es el proyecto que tenemos con el Retiro, para sonorizar un millón de metros cuadrados con un sólo altavoz. Espero que el Ayuntamiento pueda anunciar el fin del confinamiento con este sistema», expresa su Ceo, Carlos Capdepón.
Ante el colapso del número de atención a posibles pacientes del Covid-19 y la recomendación de no acudir a los centros de salud, desde Acuilaedesarrollaron un asistente virtual que ayuda a realizar un autodiagnóstico a partir de una serie de preguntas cercanas y de un sistema visual. «Es como si estuviéramos chateando por Whatsapp. A partir de las respuestas el algoritmo puede determinar la probabilidad de tener el virus. Y a partir de ahí, dar una serie de consejos que pueden ayudar a los usuarios. Puede ayudar a empresas y organizaciones para conocer en qué estado está el grupo al que va dirigido con el que tener una visión global», explica el fundador de la empresa, Pedro Diezma.
Ayuda a autónomos
«El ecosistema innovador en Madrid cuenta con más de 12.000 empresas, y tienen ese espíritu solidario que en estos momentos más le hace falta a Madrid. En los momentos más duros se agudiza el ingenio, y estos innovadores son más que capaces de ayudarnos a salir antes de esta crisis», valora en declaraciones a ABC el concejal del Área delegada de Emprendimiento e Innovación, Ángel Niño. Con el fin de canalizar todas las propuestas y que el resto del ecosistema de la Nave pueda aportar el impulso necesario para que se puedan ejecutar sus propuestas, el Consistorio ha lanzado la campaña «Queremos ser su altavoz». «Es una plataforma montada para que salgamos adelante, que también tiene que ver con que, al salir, nuestro emprendimiento siga en pie», indica el edil de Cs.
Tras la clausura de la Nave se han mantenido las actividades de formación vía «online» o por videoconferencia para que sigan creando ideas que mejoren la sociedad.
