“Las profesiones no tienen género y las carreras científico-tecnológicas no son una excepción “

Maria Luisa Castaño es Licenciada en Ciencias Químicas por la Universidad de Valladolid, ha cursado el Programa Ejecutivo de Liderazgo Publico y Emprendimiento por la Deusto Business School-ICADE y el curso de Políticas Publicas de Investigación e Innovación por el INAP. Además es Funcionaria del Cuerpo de Técnicos Superiores Especialistas de Organismos Públicos de Investigación del Estado y hasta septiembre de 2019 era la Directora del Departamento de Energía del CIEMAT, organismo público de investigación, donde inició su carrera profesional como investigadora. 

Ha ocupado diferentes cargos en la Administración del Estado, entre los que destaca el de Subdirectora General de Colaboración Público-privada, Directora General de Innovación y Competitividad y Directora General de Política de Investigación, Desarrollo e Innovación.

Ha sido miembro de varios Consejos Rectores, como la Agencia Estatal de Investigación (AEI),  el Consorcio Sincrotrón Alba o el Centro Nacional de Supercomputación (BSC). Fue miembro de grupo de expertos  ”los 100 de COTEC”,  uno de los 300 líderes de la I Cumbre de Cambio Climático e Innovación de la Advanced Leadership Foundation y en 2019 recibió el premio Woman in Nuclear Global 2019.

Usted es licenciada en Ciencias Químicas y tiene una larga carrera como investigadora. ¿Cómo descubrió su vocación científica?

Para ser sincera, creo que mi vocación científica no tuvo un origen sino que fue un destino al que llegue. Recuerdo una importante influencia de tres profesores de Biología, Física y de Química, que me enseñaron a razonar, a entender, a pensar antes que a memorizar.  

Aunque no tenía claro cuál era mi vocación si sabía que me gustaban más las Ciencias que las Letras, que se me daban mejor las asignaturas como Biología, Química o Física, que las asignaturas como Lengua, Literatura o Filosofía y eso fue suficiente para empezar a andar el camino.

Cuanto tuve que elegir carrera universitaria  tenía dudas entre Biología y Química. Finalmente me decanté por Química por cercanía a mi domicilio familiar. Y a medida que avanzaba en la carrera imaginaba mi destino trabajando en un laboratorio de empresa y soñaba con trabajar en un centro de investigación. Y aunque probé suerte en un par de empresas el destino quiso que encontrara la oportunidad de trabajar en CIEMAT, algo que me parecía inalcanzable. Fueron 20 años de aprendizaje continuo, trabajando en tema de vanguardia, y que me prepararon personal y profesionalmente para el resto de mi vida profesional.   

¿Cómo valora el estado de la investigación científica en la Comunidad de Madrid?

En estos meses que llevo al frente de la Dirección General, he podido constatar que la Comunidad de Madrid es, sin duda, una de las regiones con mayores activos en investigación. Cuenta con una extraordinaria concentración de universidades públicas y privadas, Centros de Investigación, Institutos Madrileños IMDEA,  Centros de Investigación Sanitaria,  que aglutinan una importantísima concentración de infraestructuras científicas de alto nivel.  Además, más de un tercio del personal investigador del país se encuentra en Madrid, donde se encuentran científicos de relevancia y excelencia nacional e internacional, al frente de grupos de investigación punteros, que están siendo complementados con procesos de atracción y retención de talento de la Comunidad de Madrid, haciendo posible la incorporación de personal investigador desde las más prestigiosas instituciones nacionales e Internacionales. 

Este conjunto de personas, infraestructuras y líneas de investigación, a la altura de las instituciones de mayor prestigio internacional, son recursos que también aportan valor al tejido productivo, cada vez más necesitado del conocimiento que les permita ser líderes en el mercado, a las administraciones públicas que precisan del conocimiento en la toma de decisiones y en el diseño de políticas públicas y a la sociedad puesto que el resultado de la investigación nos rodea, está en nuestras vidas, cuando nos comunicamos y cuando nos movemos, en nuestro trabajo, en los centros de formación, en hospitales haciendo que disfrutemos de una mayor calidad de vida.  

Entre los múltiples cargos que ha ejercido, y hasta su nombramiento como Directora General de Investigación e Innovación Tecnológica de la Comunidad de Madrid, usted lideraba el CIEMAT, organismo encargado del desarrollo de las tecnologías energéticas estratégicas para España mediante la realización de proyectos de I+D. ¿Por dónde pasa la hoja de ruta de la transición energética en nuestro país en las próximas décadas?

La Transición Energética es el proceso de trasformación que España y Europa están abordando como acción contra el cambio climático, principalmente provocado por el uso de combustibles fósiles. La transformación de nuestro actual sistema energético por otro medioambientalmente sostenible, menos dependiente de mercados exteriores y con garantía de suministro es un reto sin precedentes, puesto que la energía es un elemento esencial para  la sociedad, es clave para nuestro sistema productivo y con impacto directo en el crecimiento económico.  

En mi opinión, la hoja de ruta de descarbonización de la economía española pasa necesariamente por tres factores: La eficiencia energética en todos los usos energéticos, la disponibilidad tecnológica de sistemas energéticos eficientes, sostenibles y rentables y la implicación de una sociedad cada vez más exigentes con la protección del planeta.

Lo que no tengo ninguna duda es que la investigación y la innovación van a ser las herramientas capaces de proporcionar las soluciones para el diseño e implementación del sistema energéticos eficaces y sostenible desde el punto de vista económico y medioambiental.

¿Ha sentido alguna diferencia o dificultad añadida para desarrollar su carrera por ser mujer? (Techo de cristal, conciliación, etc)

Hablando de conciliación, debo reconocer que no ha sido fácil compaginar mi carrera profesional  con mi vida personal, especialmente en aquellas etapas donde mis hijos demandaban mayor atención. Imagino que es la misma sensación que tienen otras mujeres como yo. Tal vez lo que más fuerza me ha dado estos años ha sido estar rodeada de personas que sabían de la importancia de mi profesión, que estaban dispuestas a acompañarme en esta tarea, una familia que me ha ayudado a sumar. A partir de ese punto es más fácil buscar soluciones para compaginar vida profesional y familia.

Otra cuestión es el techo de cristal, principalmente asociado a la carrera o progresión profesional. Y en este sentido, si he tenido la percepción de que, en ocasiones, mi condición de mujer me ha perjudicado. He vivido anécdotas curiosas, donde era difícil explicar a un cliente que yo estuviera al frente de un laboratorio, o que pudiera ser la responsable de una línea de investigación. Pero lo más significativo es que he podido percibir que las oportunidades de promoción, tanto en la carrera científica como en la administrativa han estado siempre bajo la sombra de mi condición de mujer. Siempre he tenido la sensación de tener que demostrar permanentemente mi capacidad de trabajo, como si estuviera sometida a un proceso de vigilancia continua, cuando algunos de mis compañeros hombres esto no parecía preocuparles.    

En los últimos años ha descendido el número de matriculaciones en carreras STEM siendo especialmente alarmante en el caso de las chicas. ¿A qué cree que se debe y qué medidas se deberían adoptar para revertir esta tendencia?

Existe una opinión generalizada sobre la dificultad de las carreras STEM frente a otras y este es un factor determinante del rechazo en el proceso de elección. No siempre se elige una opción por la vocación o preferencia sino por la facilidad para obtener un título. Parece que en el caso de las carreras STEM se hubiera perdido la elección por vocación o preferencia.  Sinceramente creo que elegir una opción por ser más fácil es un error puesto que esa opción puede llevarte por un camino laboral que no sea el que mejor se adapta a tus preferencias.   

Por otro lado, creo que existe desconocimiento sobre el mercado potencial en algunas especialidades STEM, que en mi opinión, van a ser las más demandadas en el mercado futuro. 

Una medida que está funcionando es la formación en primaria y secundaria sobre las opciones, aplicaciones, utilidad y necesidad de las disciplinas STEM. Esta tarea ya la están desarrollando diferentes asociaciones en colaboración con profesores y el resultado es muy prometedor.

¿Qué les diría a esas niñas y jóvenes que creen que las disciplinas científico-tecnológicas no son para ellas?

En primer lugar les diría que deben elegir aquello que realmente les guste y les motive. Las profesiones no tienen género y las carreras científico-tecnológicas no son una excepción. No hay que dejarse influenciar por comentarios tóxicos y comparaciones negativas, hay que rodearse de personas que ayuden a crecer.

Les pediría que confíen en ellas mismas, que decidan en libertad, que no permitan que nadie decida por ellas. Les diría que todo es posible si se lo proponen puesto que la voluntad mueve montañas. Les animaría a soñar y perseguir sus sueños. Y les pediría que no sueñen una vida ajena sino que vivan sus propios sueños.

Para terminar, vamos con una serie de preguntas cortas:

Cuéntenos algo sobre usted que sepa poca gente.

En casa, los arreglos y chapuzas las hago yo: reparo grifos, cisternas, lámparas, muebles, picaportes. Tengo una caja bien nutrida de herramientas pero lo que más me gusta es inventar soluciones para arreglos complicados. Además, no hay mayor satisfacción que esas soluciones finalmente funcionen.  

¿Cómo desconecta?

Me encanta salir con mis amigos, los que me conocen de siempre. Suelo ir dos o tres veces por semana al gimnasio donde practico actividades colectivas, me gusta sentirme parte de un grupo y llegar juntos a la meta. Pero lo que realmente me desconecta es escaparme a la playa, suelo hacerlo al menos una vez al mes, porque la luz y los colores del Mediterráneo me recargan las pilas.   

Si pudiera revivir algún momento concreto de su vida o de la Historia, ¿cuál sería?

De mi vida reviviría mi etapa universitaria de la que tengo un recuerdo muy especial, el despertar al mundo adulto, todo por descubrir, sin cargas, solo con la responsabilidad de aprobar y  con la vida por delante para vivirla.

De la historia, me encantaría vivir los Congresos Científicos Solvay de principios de siglo XX, pioneros congresos internacionales en ciencia, en cuyas fotos es posible reconocer a Marie Curie, Einstein, Bohr, Heisenberg, Rutherford, Languevin, Bragg, Fermi, la mayor concentración de genios científicos de la historia.

¿A quién invitaría a cenar? (Puede ser un personaje histórico)

Uno de los cuadros del pintor holandés Vermeer es un retrato llamado “la joven de la perla” que siempre me ha fascinado. Me gustaría tener una conversación con esa mujer para saber quién era, porque posó para el artista, que pensaba y como vivía, que pasaba por su cabeza mientras el genio la pintaba.

¿Qué película ha visto mil veces y le sigue gustando como la primera vez?

Una Mente Maravillosa, sobre la vida del matemático y premio Nobel John F. Nash. La primera vez me impresiono, la segunda me emociono y en las siguientes siempre descubro frases y matices nuevos que no dejan de sorprenderme.