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“El reto más importante en la conducción autónoma ahora mismo es el de saber cuándo se ha desarrollado un sistema con la seguridad suficiente como para poder ponerlo en uso en espacios públicos”

Hablamos con David Fernández Llorca, catedrático del Departamento de Automática de la Universidad de Alcalá, sobre su investigadora en el ámbito de los Sistemas Inteligentes de Transporte.

¿En qué consiste su investigación?

Desde hace más de 15 años, en líneas generales, mi investigación se ha centrado en la introducción de “inteligencia artificial” en los sistemas de transporte por carretera, incluyendo sistemas de asistencia a la conducción, sistemas de conducción automatizada y sistemas de detección de tráfico desde la infraestructura de transporte, con el objetivo de mejorar la seguridad y la eficiencia.

Actualmente colaboro en el grupo de investigación Intelligent Vehicles and Traffic Technologies (INVETT), y, de forma más específica, mis líneas de investigación se centran en la percepción predictiva, el estudio de la interacción vehículo-persona y en el desarrollo de inteligencia artificial de confianza (robusta, explicable, transparente, sin sesgos, etc.) para los vehículos autónomos.

¿De qué manera contribuye tu investigación a afrontar los desafíos de la sociedad? Háblenos de su aplicabilidad.

En general, la automatización del transporte por carretera contribuye a una mejora de la seguridad y la eficiencia de los desplazamientos, permite ampliar la movilidad a personas que no pueden conducir por sí mismas y puede suponer también una mayor disponibilidad de zonas urbanas para otros usos al reducir la necesidad de espacios para el aparcamiento. La automatización, por su carácter innovador, supone también un impulso a la electrificación del transporte y a la introducción de servicios de movilidad compartida.

Así también, la conducción automática requiere resolver el problema de la percepción del entorno sin que haya sesgos que afecten negativamente a ciertos colectivos. Además debe ser capaz de modelar el comportamiento de los agentes para poder predecir futuros movimientos y tomar decisiones más seguras, confortables y eficientes. Los vehículos autónomos deben ser aceptables no solo por los usuarios que están dentro de los vehículos, sino también por parte de las personas externas que comparten la vía e interaccionan con ellos. Asegurarse de que estas interacciones se adaptan a los usuarios de la forma más adecuada también contribuirá a una mejora de la seguridad y a una mayor aceptación de la tecnología.

Divulgación de la ciencia. ¿Cómo hacer llegar a la sociedad en trabajo de los científicos y científicas?

Bueno, antes de divulgar hacia el público en general merece la pena empezar antes con una divulgación en foros científicos, esto es, congresos, simposios, etc. Como en todo, hay ciencia buena y ciencia no tan buena, y la mejor forma de medir el impacto de una investigación es hacerla llegar a la comunidad científica y ver la reacción de esta. Si el trabajo se cita por otros científicos, es que probablemente es bueno. Si no se cita, puede que el trabajo no sea tan bueno, pero también puede ser que no se haya comunicado de forma adecuada. En esto de la ciencia también hay mucho “marketing”.

Ahora sí, respecto de la divulgación al público en general, creo que es una responsabilidad compartida por múltiples actores. Por un lado, los científicos debemos estar preparados para adaptar nuestro lenguaje a diversos colectivos, desde niños pequeños hasta personas con cierto conocimiento y experiencia en la materia. Pero por otro lado, los medios de comunicación tanto públicos como privados deben entender la función social que cumplen y dar cabida a contenidos de ciencia dentro de sus escaletas de noticias, o mediante programas específicos de divulgación científica.

Aparte de los canales clásicos de comunicación, es evidente que hoy en día también hay que hacer uso de otros canales que son cada vez más importantes, en particular en colectivos jóvenes, como son las redes sociales.


“ La automatización, por su carácter innovador, supone también un impulso a la electrificación del transporte y a la introducción de servicios de movilidad compartida.”

¿Qué retos se plantea con su investigación?

El reto más importante en la conducción autónoma ahora mismo es el de saber cuándo se ha desarrollado un sistema con la seguridad suficiente como para poder ponerlo en uso en espacios públicos. Saber si un coche convencional, o alguno de sus componentes, es lo suficientemente seguro ya es complejo de por sí. Pues bien, saber si un sistema autónomo capaz de conducir por sí mismo, es lo suficientemente seguro ante una variedad prácticamente infinita de posibilidades, supone un reto muy importante.

Una solución posible pasa por el uso de simuladores de conducción autónoma, que permitan testear millones de situaciones en un entorno virtual. Sin embargo, estos simuladores carecer de comportamientos de agentes reales, y no parece sencillo resolverlo a corto plazo.

¿Qué papel ha desempeñado la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de su universidad en el desarrollo de su patente?

La OTRI de la Universidad de Alcalá lleva ya muchos años con un papel muy activo dando soporte a los investigadores para que podamos orientar nuestra investigación básica hacia la innovación, tratando de conectar los grupos de investigación y sus resultados con industria potencialmente interesada, y creando un ecosistema de colaboración muy interesante. Se agradece, de verdad, el soporte para la redacción de patentes, para su internacionalización, y el asesoramiento constante. Pero lo que más he agradecido yo a nivel personal en todos estos años es el grandísimo capital humano que tenemos en nuestra OTRI.

Ya sé que me dirán, como buen investigador, que la ciencia no tiene fronteras, ni nacionalidad… pero no por ello deja de ser cierto que la ciencia la hacen personas concretas en lugares determinados. Muchos de ustedes han recibido fondos públicos, becas, presupuestos para desarrollar su carrera. Permítanme hacer la pregunta del interés general: ¿Cómo avanza Madrid cuando avanza la ciencia en Madrid?

Para la mayor parte de las familias, la posibilidad de avanzar o progresar depende principalmente de fondos públicos. Desde el colegio hasta la universidad, desde la financiación para hacer una tesis doctoral, hasta la financiación para poder dirigir tesis doctorales y proyectos de investigación. La financiación pública emerge como la piedra filosofal. Y solo hay que mirar como de bien les va a las regiones y países que más invierten en educación y ciencia.

El “cómo” de la pregunta tiene matices que quizá requerirían de más contexto y espacio. Pero que “Madrid avanza cuando avanza la ciencia en Madrid” es algo claro cristalino. Ahora bien, no solo hay que decirlo. Hay que creérselo y ponerlo en práctica, definiendo y dotando de recursos planes sólidos de financiación de la investigación, a ser posible con continuidad en el tiempo, y a la altura de una de las regiones más ricas de Europa.

 

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