Fecha
Autor
Navarro, Jesús. Publicacions de la Universitat de Valencia, 2005. Colección Sin Fronteras. 170 pgs.

Sueños de Ciencia: Un viaje al centro de Jules Verne.

CÓMO INSTRUIR DELEITANDO<br> Novelar la ciencia para hacerla accesible Reseña realizada por Pedro Alonso Miguel<br> Dirección General de Universidades e Investigación

Julio Verne me acompañó con sus libros en todo tipo de versiones, (reducidas o completas; ilustradas o no), los días de mi niñez. Digamos que al llegar las vacaciones se producía siempre el mismo rito: releer sistemáticamente todas las novelas de Julio Verne que había por casa y peregrinar a la Biblioteca Pública de Zamora para ver si habían realizado alguna nueva adquisición. Y después empaparse de aventuras, sumergirse en el África austral con tres rusos y tres ingleses o en la jungla americana en el soberbio Orinoco, o llegar al Polo Norte con el capitán Hatteras, ¡que caminaba invariablemente en dirección Norte!.

En las costumbres lectoras reinantes parece existir la convicción de que determinado tipo de literatura, digamos, infantil y juvenil de aventuras debe, a partir de una cierta edad en que se supone que comienza la vida adulta, ser abandonada y olvidada a favor de otra literatura canónica, de mayor categoría, en que la anterior no tiene ya cabida. Salvo, claro está, que se trate de sesudos ensayos acerca de esa literatura desde diferentes puntos de vista: estructuralistas, psicoanalíticas, marxistas, etc., las más de las veces absurdos y excéntricos. En este sentido debo agradecer a Fernando Savater que escribiera "La infancia recuperada", con el que olvidé ese tipo de complejos por seguir amando y leyendo, (y además disfrutar con ello), ya de adulto todos los libros y autores de nuestra infancia y adolescencia: Verne, Salgari, Stevenson, etc. Por ello, como entusiasta o fan de de Julio Verne uno tiene cierta prevención ante ensayos o estudios relativos a la vida y obra de su autor favorito, más que nada por el temor de que te puedan calentar la cabeza con interpretaciones del tipo que se han mencionado.

Afortunadamente, nada de esto ocurre con "Sueños de ciencia". Su autor, Jesús S. Navarro Faus es investigador del CSIC, trabaja en el Instituto de Física Corpuscular de Valencia y es miembro de la Cátedra de Divulgación de la Ciencia de la Universidad de Valencia. Además de todo lo anterior es un magnífico y ameno escritor, que instruye de forma aguda y amable con la obra de Julio Verne y que nos impulsa a volverlo a leer, enriquecidos por los nuevos matices y aspectos que nos descubre. Este libro, supongo que como todos los de la colección "Sin fronteras", tiene un objetivo inicial de divulgación científica, en este caso referido al papel de la ciencia y la técnica en la obra de Verne, objetivo que cumple perfectamente y que se ve sobrepasado puesto que plantea un más amplio y sugerente recorrido en torno a la vida y obra del escritos francés.

El libro comienza con un capítulo titulado "Ideas Preconcebidas", en el que reflexiona sobre dos de los tópicos que caracterizan la visión de la obra de Julio Verne. En primer lugar su carácter de literatura exclusivamente infantil y juvenil. A este respecto, si bien es absolutamente clara la catalogación, su lugar en las librerías y las preferencias de los jóvenes de todo el mundo, que siguen teniendo los libros de Verne entre sus lecturas favoritas, hay que tener en cuenta que la publicación inicial de la mayor parte de sus obras se produjo en forma de episodios y folletines en los periódicos franceses de la época y su éxito inicial tuvo lugar, por tanto, entre adultos. (Se recuerda en este capítulo, cómo al publicarse en folletín "La vuelta al Mundo en Ochenta Días", en un periódico de París, los corresponsales de periódicos de todo el mundo tenían que informar de las peripecias que iban ocurriendo diariamente en la novela.). De lo que podemos deducir que este tipo de literatura de viajes y aventuras siempre interesa e interesará a públicos más amplios.

En relación con el segundo tópico, referido al papel de Julio Verne como anticipador o, más aún, como profeta de la ciencia y la tecnología, se repasan en el libro ejemplos de diferentes novelas así como entrevistas al propio Verne y opiniones de la época. A la luz de los mismos parece que, en un momento dado de su vida, se le atribuyó este papel de profeta de la ciencia, el cual resultó tan poderoso que le acompañó ya en vida y se ha mantenido más de cien años más tarde, (se recoge en el libro una entrevista en que Verne niega literalmente este papel, y en el titular de la entrevista, el periodista le sigue apodando profeta). En todo caso este asunto es complejo. Considero que no puede hablarse de un Verne como profeta o visionario de la ciencia y de la técnica. En estos ámbitos fue sobre todo un hombre curioso y excelentemente informado y documentado, lo que le permitió ser un excelente divulgador. Creo, más bien, que su papel de visionario habría que situarlo en el de la imaginación y descripción de innovaciones con el acierto de situarlas en sus novelas, no en el futuro lejano, sino prácticamente contemporáneas a los lectores. Tal y como indica Navarro. "...en lo que se refiere a la anticipación, Verne consideraba inventos que estaban a punto de hacerse realidad, e ignorando aspectos técnicos no superados, los convertía en realidad insertándolos dentro de una novela". Autor para la infancia y adolescencia, novelista de la geografía, anticipador de la ciencia y la tecnología. Todo eso y más. En todo caso y tal y como indica el autor del presente libro "Todos los tópicos suelen tener un aspecto real, pero no agotan una obra que, como su autor, es poliédrica".

Sigue el libro con un breve aunque completo repaso biográfico. En este aspecto resulta fundamental la descripción de la relación de Verne con Pierre Hetzel, editor de toda su obra, lo que se describe en el libro en los capítulos 1 y 6, este último bajo el sugerente titulo de "La novela educativa". Hetzel, que editó también a escritores tan importantes y conocidos como Balzac, Hugo o Stendhal, era una persona de firmes convicciones republicanas, que tomó parte activa en la revolución de 1.848 y en el gobierno de la segunda república. Su concepción del ideal republicano pasaba por una educación laica, obligatoria y gratuita para todos los ciudadanos. Fuerte deudor de la obra de Saint-Simon, puso su editorial al servicio de estos ideales. Buscaba cómo instruir a través de la lectura y cómo hacer entrar las ideas de ciencia y progreso en la literatura y encontró, cuando Verne le presentó el borrador de la que sería su primera novela de éxito: "Cinco semanas en globo", al autor que iba a hacer realidad su sueño. Ya no se separarían nunca, y Verne editaría en la casa Hetzel toda su obra, desde 1.863 hasta su muerte en 1.905.

En lo que se refiere a los ejemplos de contenidos sobre ciencia, tecnología y su divulgación en la obra de Verne que se describen en el libro, son numerosos y están explicados de forma clara y comprensible, indicando las fuentes de tipo documental o personal de dónde Verne los tomó, incluyendo, también, algunos de los errores científicos en que incurre. Destacan, en este sentido, las explicaciones relativas al lanzamiento del cohete de "Viaje a la Luna" y las soluciones que Verne da a las diferentes situaciones por las que pasan los personajes: aceleraciones del despegue, falta de gravedad, etc. Los ejemplos relacionados con la química también abundan, referidos a varias novelas, pero en especial los situados en "La Isla Misteriosa", novela ésta última, paradigmática de la obra de Julio Verne, por cuanto reúne de forma especialmente lograda los tres "viajes", (uno iniciático junto con otros dos por la geografía y el conocimiento), que suelen estar presentes en sus obras.

Otro logro del libro es la parte dedicada a la catalogación y descripción de los diferentes personajes de las novelas. Se analizan tanto los papeles protagonistas: el capitán, el sabio y el joven; como los secundarios, repasando el papel de las mujeres, los criados, los indígenas, etc. Los tres componentes básicos de la obra de Verne: el instructivo (contenido científico), el pedagógico (instruir entreteniendo) y el literario (la narración), constituyen junto con los personajes, (todo ello combinado de forma variable en cada novela), un poderoso cóctel que resultó invencible tanto en su época como en la actualidad, en que Verne sigue siendo uno de los autores mundialmente más traducidos. (Por delante de él, sólo están, y por este orden, las producciones de Walt Disney, las novelas de Agatha Christie y la Biblia).

De lectura obligada para aficionados o profesionales de la divulgación científica, resulta el capítulo 6 del libro, en que se explican y ejemplifican los recursos didácticos de Verne en la exposición del discurso científico a base de tres formas: la directa, en que el discurso científico está integrado en el texto pero separado claramente de la acción; la semidirecta, que se refiere a los comentarios, explicaciones puntuales o documentación que realiza el narrador y, por último, la indirecta, en la que el discurso científico aparece en los diálogos de las novelas por boca de los personajes. De esta forma se produce una gran eficacia en la divulgación ya que, aunque algunos lectores impacientes omitan la lectura de de los, a veces, largos párrafos correspondientes a la divulgación directa, no pueden omitir las restantes, que están integradas en la propia narración.

El libro, que finaliza con un breve resumen de todas las novelas de la serie de los "Viajes Extraordinarios", es, en resumen, magnífico y, al igual que de la obra de Verne, se puede decir que instruye deleitando. Debo, no obstante, apuntar un grave defecto del libro: en la selección, que el autor realiza, de las que considera mejores novelas de Verne, no está incluida mi novela favorita, robinsoniana, por supuesto, y que es "Dos años de vacaciones"; lo que espero pueda subsanarse en futuras ediciones.

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