La Justicia francesa ha condenado a la petrolera Total por «imprudencia» en el naufragio del «Erika«, ocurrido en 1999. Este petrolero vertió 20.000 toneladas de crudo que contaminaron 400 kilómetros de la costa francesa y y dio lugar a la muerte de al menos 150.000 aves. Algo parecido a lo que años después sucedió con el «Prestige» en Galicia.


El Tribunal Correccional de París impone a la empresa una multa de 375.000 euros, por no haber considerado la edad del buque ni la discontinuidad en la gestión de su mantenimiento. Además, deberá responder solidariamente, junto a la sociedad italiana de clasificación Rina, al armador y el gestor de la nave, también condenados, de indemnizaciones valoradas en 192 millones de euros.

Queda probado, por tanto, que ‘Total’ es culpable de un delito «de imprudencia», toda vez que el barco fletado para el transporte del petróleo no se encontraba en las condiciones técnicas de realizar una travesía.

Las 101 partes civiles, entre las que se encontraban asociaciones ecologistas y colectividades locales afectadas, reclamaban reparaciones económicas por valor de mil millones de euros, pero muchas de sus demandas fueron rechazadas por el Tribunal Correccional de París, en quien recayó el juicio por el desastre ambiental.

La empresa de certificación Rina, responsable de la inspección del ‘Erika’, el armador del barco, y el gestor del mismo también fueron condenados a multas de diversa consideración. El capitán indio del petrolero fue absuelto, al igual que otros empleados encausados y tres militares de la Prefectura marítima de Brest acusados de negligencia.

El Estado francés recibirá casi 154 millones de euros, la región de Bretaña 2,57 millones, la de Pays-de-la-Loire-Atlantique otros dos millones y Poitou-Charentes, un millón, dentro de las indemnizaciones ordenadas por la corte.

Los abogados de la petrolera, que habían solicitado la absolución al término de la vista oral de cuatro meses de duración, recomendarán a su cliente que apele la sentencia, lo que dejaría en suspenso el pago de las indemnizaciones y multas y abriría la puerta a otro juicio, dentro de un año, también en París.

Por otra parte recientemente, una jueza de Nueva York desestimó una demanda por daños que España había presentado contra la empresa estadounidense American Bureau of Shipping (ABS), que certificó que el petrolero Prestige era apto para transportar combustible no cometió negligencia en la inspección del buque.

España reclamaba a ABS y a otras empresas afiliadas compensaciones por considerar que había actuado de forma negligente al clasificar como apto al buque que se hundió frente a las costas de Galicia (España) en el 2002 y desencadenó uno de los más graves desastres ecológicos del país.

El texto judicial recuerda que la CLC requiere que quien resulte afectado por un vertido de combustible, debe buscar compensaciones en sus tribunales o en los de otros países implicados, y que hayan suscrito dicha convención, algo que no ha hecho Estados Unidos.

La jueza Swain considera que España, como signataria de la CLC, «está ligada a las cláusulas» de ese tratado y por tanto «debe perseguir sus reclamaciones bajo esa convención en sus propios tribunales o los de otro estado afectado».

Señala que, dado que EE. UU. no está vinculado a la CLC, «el tribunal carece de la jurisdicción necesaria» para atender las reclamaciones españolas en relación al vertido del «Prestige».

Desde luego será interesante saber como acaba este asunto de los juicios y las indemnizaciones del Prestige

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Un comentario

  1. a mi no me parece normal que tubieran a esos trabajadores con esas condiciones y que los trabajadores lo defendieran aunque yo tambien lo hubiera defendido porque si les hubieran quitado ese trabajo no comerian

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