Los brazos del pulpo

Siempre había creido que los pulpos tenían ocho patas. Por eso en latín se les llamaba Octopus (ocho patas). Pero los investigadores, investiga que te investiga, descubrieron que preferían manipular los objetos con cuatro de sus extremidades mientras que usaban las otras cuatro para trasladarse. Parece ser ni lo uno ni lo otro que no es totalmente cierto porque recientemente se ha “demostrado” que los pulpos tienen seis brazos y dos patas. Los brazos del pulpo además de estar buenísimos a la gallega provocan la polémica.

Hasta ahora se creía que utilizaban cuatro tentáculos para moverse y los otros cuatro para alimentarse y manipular los objetos, pero las observaciones realizadas en varios acuarios de la cadena Sea Life, indican que utilizan los dos tentáculos posteriores para moverse por las rocas y el fondo marino.

Esta investigación se llevó a cabo en 23 acuarios de Europa, en Gran Bretaña, Irlanda, Finlandia, Dinamarca, Alemania, Holanda, Italia, Bélgica, Francia y España (en Benalmádena).

Se encontró que siete de los pulpos eran totalmente diestros o zurdos (!!!), pero «posiblemente por un defecto en uno de sus ojos». Y es que los ojos de los pulpos están en su frente, y si usasen sus ojos para determinar qué tentáculos mover, uno esperaría que eligiesen siempre los que están en su línea de visión. En cambio, para coger la comida los pulpos usan muchas veces su tercer tentáculo.

El objetivo del estudio que emprendió Sea Life es averiguar más cosas de estos animales que «tienen la mitad de sus nervios en sus brazos», muy sensibles además. Para la responsable del estudio, saber qué parte de su cuerpo prefiere utilizar un pulpo que viva en un acuario es una ventaja: «Si sabemos cuál es su lado favorito para comer, le reducimos el estrés al proporcionarle comida o medicación».

En el estudio de Sea Life participaron también los visitantes a los diferentes acuarios europeos. «Ellos podían ver qué tentáculo era el elegido para coger un trozo de comida o un juguete o cómo utilizaban su tercer par de tentáculos cuando se metían en una maraña», dice Little.

No se a mi esto me deja un poco preocupado. Supongo que tiene que haber de todo y que el avance del “conocimiento” es importante (en general). Me queda la duda de si “investigaciones” como esta no apoyarán la creencia de que los científicos estamos un poco locos y que investigamos cosas que no valen para nada…

Espero que mis amigos “pulpólogos” no se me enfaden.