La merluza: un tigre con ingenio de ratón.

Rosario Dominguez Petit, compañera de trabajo en el Instituto de Investigaciones Marinos me pasa un texto muy interesante sobre la merluza: esa gran desconocida.

La merluza es un pez muy particular. A pesar de tratarse de un gran depredador que ocupa un lugar muy alto en la red trófica de nuestras aguas, su comportamiento es muy diferente al de otros peces que ocupan un nivel similar en otras zonas, como podría ser el bacalao en el Atlántico Norte. A diferencia de éste que acumula reservas energéticas durante el verano para reproducirse en invierno, la merluza es una especie muy plástica y es capaz de adaptarse a la situación. Digamos que vive el momento (energéticamente hablando). Las especies como el bacalao que tienen fecundidad determinada, deciden cuántos huevos pondrán muchos meses antes de empezar a reproducirse en invierno, porque depende de lo que hayan podido comer durante el verano. Sin embargo, la merluza, en función de las condiciones ambientales y del alimento disponible va desarrollando huevos sobre la marcha, tiene lo que los científicos llamamos fecundidad indeterminada.

A continuación otro ejemplo de su plasticidad, mientras muchas poblaciones de peces se reproducen durante 2-3 meses al año, es decir, son sincrónicas (todos los individuos de la población ponen sus huevos al mismo tiempo); las poblaciones de merluza son altamente asincrónicas y pueden tener puestas desde enero hasta octubre según la zona, de esa forma garantizan que muchas de sus larvas cuando nazcan se encuentren con las condiciones óptimas para crecer y llegar a adultas.

 

Además, recientes descubrimientos demuestran que crece muchísimo más rápido de lo que se pensaba, pasando de pocos milímetros a 20 cm en menos de un año, casi una quinta parte de lo que crecerá en toda su vida. Esto ocurre porque sus larvas son tremendamente voraces y tan sólo ocho días después de la eclosión del huevo ya tienen una boca enorme y un sistema digestivo completamente funcional. Y no sólo eso, mientras las larvas de otros peces se limitan a dejarse arrastrar por las corrientes, la larva de merluza con tan sólo 8 milímetros ya es capaz de moverse hasta 30 metros en la columna de agua. ¡Es como si un niño de 4 años recorriera en el agua 4 kilómetros todos los días para ir a comer!

Larva de merluza a) tras 8 días desde la eclosión; b) tras 11 días desde la eclosión y con una presa en el estómago (en  verde). Fotos de Bjelland y Skiftesvik (2006).

a)

 

b)

En términos terrestres, es fuerte y voraz como un tigre, pero oportunista y adaptable como un ratón. Esto permite que, incluso en años en los que la cantidad de adultos reproductores es muy baja, el reclutamiento (número de individuos que alcanzan un año de edad) sea muy alto si las condiciones ambientales son favorables. Esto la convierte en una superviviente nata. Eso sí, si le apretamos mucho el cinturón, es decir, si no hay una pesca sostenible, un par de años ambientalmente malos pueden dar al traste con toda la población, colapsando el stock.

¡¡¡Gracias Rosario!!!

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5 comentarios

  1. Gracias a Rosario por el escrito: interesante contenido y lenguaje adaptado a todos los públicos.
    Y también a Antonio por abrir su blog a otros investigadores, y por su labor en la divulgación de la ciencia marina rigurosa y atractiva.
    Enhorabuena a los dos! luisa

  2. Hola Antonio o Rosario:

    Un texto sencillo y directo. ¿Es cierto que la merluza del Cantábrico está totalmente esquilmada y que estamos en una fase de parada biológica?

  3. Muchas gracias.

    La merluza lleva muchos años en declive por sobreexplotación del recurso.

    Saludos

  4. Hola,

    A la pregunta de Pilar, decirle que, esquilmar del todo una especie de estas características no es fácil, lo que sí ocurre es que comercialmente su explotación deja de ser rentable, en esa situación se habla de colapso del stock. Si además, los niveles de adultos maduros que quedan en la población son muy bajos y además no son los mejores (normalmente la pesca se encarga de eliminar a los más grandes y fuertes), puede ocurrir que aunque se deje de pescar, la población no sea capaz de recuperarse para volver a ser comercialmente explotable, es decir, desaparecería del mercado. Un ejemplo claro lo tenemos en el bacalao de Flemish Cap (en Canadá), la pesquería ha estado cerrada casi 20 años y ahora parece que está empezando a recuperarse, este año se ha vuelto a abrir aunque con unos límites de captura muy bajos, pero si volviera a haber una pesca intensiva en un par de años habría que cerrarla de nuevo. No conozco en profundidad los estudios que hablan del colapso de la merluza en el Cantábrico, pero imagino que se refieren a una situación como la que he descrito para el bacalao. De todas formas, si puedes darme más información te lo agradecería para poder afinar más el comentario.

    Un saludo y gracias por hacerme hueco Antonio.

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