Sobre la pesca y su sostenibilidad hemos escrito en este blog  en distintas ocasiones. Hace unos meses encontré un artículo de Vicente García Arroyo del que tomo algunos párrafos. La crisis que atraviesa una de las empresas pesqueras más importantes de España que desarrolla su trabajo en muchos países incrementa su actualidad. Según un estudio de la Universidad de Columbia Británica de Canadá, los gobiernos de los países más industrializados del mundo subvencionan con 27.000 millones de dólares empresas pesqueras que no practican una pesca sostenible.

“Dos terceras partes del total de las subvenciones las proporcionan países europeos, Estados Unidos, Japón, China, Corea del Sur y Taiwán. Esto se explica al observar que en los estados ricos se consume el triple de pescado que en los menos desarrollados. Tal desproporción en la demanda provoca que estos gobiernos tengan que recurrir a la importación. Para ello las empresas subvencionadas acuden a caladeros extranjeros y obtienen de allí sus recursos porque sus reservas pesqueras se agotaron hace tiempo.”

“La mayor parte de las financiaciones públicas va a parar a la construcción de barcos, cada vez mejor equipados tecnológicamente, así como al combustible necesario. Los sectores pesqueros locales no pueden competir con esta pesca industrial, caracterizada por su sistema de arrastre para conseguir capturas masivas de forma rápida.”

“Aproximadamente 12 millones de pescadores artesanales ven reducidas sus posibilidades de obtener ingresos. Las zonas más afectadas por el expolio son África Occidental y el Pacífico Sur, desde Chile y Perú hasta las islas de Oceanía. En Senegal un 7% de la población se dedica al sector pesquero y algunas ciudades costeras dependen de forma casi exclusiva de la pesca. Esta situación también propicia la escasez de alimento para buena parte de las poblaciones litorales empobrecidas, ya que su sustento principal es el pescado.”

“A pesar de la lucha por evitar esta sobrexplotación, las multinacionales buscan mecanismos para seguir faenando a sus anchas. El gobierno senegalés suspendió sus acuerdos con la Unión Europea (UE), pero ahora esas multinacionales se han transformado en empresas mixtas, es decir parte de la empresa es local. También se dan maniobras poco transparentes como la concesión de licencias para pescar en áreas protegidas.”

“La pesca industrial desecha 15 millones de toneladas de peces, el 50% de sus capturas, mientras que con los métodos tradicionales la cantidad descartada es casi nula. La pesca artesanal emplea 24 veces más trabajadores y contamina 7 veces menos. Además la pesca industrial no sería rentable sin el apoyo financiero de sus gobiernos.”

Una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la que se analizan las capturas de 53 países y jurisdicciones a lo largo de algo más de una década muestra que aquellos que han aplicado el Código de Conducta para una Pesca Responsable de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) han logrado mejorar sus recursos pesqueros y están obteniendo unas capturas de mejor calidad.”

“El Código de Conducta para una Pesca Responsable fue desarrollado en 1995 por la FAO y tiene como objetivo reducir el impacto negativo de la pesca en el ecosistema.

“En términos absolutos, la pesca más sostenible, según los datos de 2003, es la de Canadá -costa Pacífica-, Australia y Estados Unidos -costa Pacífica-. La menos sostenible, también según datos de 2003, está en Turquía, Corea de Sur, Malasia, China, Perú, Ghana, Filipinas, Marruecos, Vietnam y Bangladesh. España, en términos relativos de mejora respecto a 1990, se encuentra en el puesto 14 y 15 para la costa Atlántica y Mediterránea, y en términos absolutos está en el 10 y 14, respectivamente.”

“Dado que el cumplimiento del Código en todo el mundo sigue siendo bajo o muy bajo, concluye el trabajo, «estos resultados pueden alentar a los países a adoptar las medidas necesarias para aumentar la sostenibilidad ecológica de los recursos marinos».

Fuentes. Ecoportal y Diario Público

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5 comentarios

  1. Es necesario llamar la atención sobre las subvenciones que generan incentivos perversos que sobredimensionan el esfuerzo pesquero, tal como lo hace el artículo que a continuación se comenta, sin embargo, también es importante hacer algunas precisiones:

    – Sobre la cifra de US$ 27,000 de subvención a empresas pesqueras que practican una pesca no sostenible, para ser creíble, tiene que proporcionarse la fuente exacta, Si se refiere a la Columbia Británica del Canada, seguramente se está refiriendo a algún trabajo del Centre Fisheries de la Universidad de British Columbia (UBC), que dirige el profesor Daniel Pauly con financiamiento de la Pew Foundation.¿Cuál es ese estudio?

    – El hecho que los estados de países industriales hayan sido incapaces de administrar en forma sostenible sus recursos pesqueros y depredado sus caladeros, no significa que todas las pesquerías del mundo estén así,existen importantes excepciones y es a partir de esas experiencias que se puede aprender.

    – La UBC publicó un informe (Research Reports,2006,Volume 16, Number 7,ISSN 1198-6727), en el que realizó una evaluación comparativa sobre biodiversidad, acuicultura y pesquerías de las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) de 53 países que representan el 95% de las capturas mundiales, y determinó que el Perú ocupó el primer lugar en el Ranking de Sostenibilidad de sus pesquerías a escala global.

    – La edición de febrero de la revista Nature nos trae los argumentos de una controversia en la que Ray Hilborn, de la Universidad de Washington, rebate lo expuesto por Daniel Pauly, y concluye que las capturas no son un indicador científico de la abundancia de peces en el mar. Con lo que se caen todas las predicciones catastrofistas de Daniel Pauly.

    – Hay que distinguir entre la pesca artesanal del Borde Marino Costero de la pesca industrial fuera de las cinco millas y de la de altamar. La primera es afectada por la redundancia de mano de obra sobre una variable de stock que es la capacidad de carga, las malas prácticas de los pescadores artesanales y la contaminación de las ciudades; la segunda y tercera por ausencia de regulaciones y vigilancia y sanciones para que se cumplan.

    – Por otro lado, no es posible generalizar una oposición polar entre pesca artesanal versus flota industrial,dependerá de la especie objetivo y de las restricciones de acceso o millas de protección a la pesca artesanal cuyos límite expresados en millas náuticas podrán variar de acuerdo al talud continental.

    – Para la administración pesquera es más fácil controlar a pocas embarcaciones industriales que a miles de embarcaciones artesanales que aún tienen prácticas depredatorias como la pesca con dinamita, el traqueteo, y otras.

    – Los problemas sociales del sector pesquero han de resolverse con programas sociales no contra la sostenibilidad del recurso. Hay que sacar pescadores del mar y reconvertir su actividad y no aumentar el esfuerzo pesquero artesanal del Borde marino Costero (BMC). Propongo un modelo de gestión y aprovechamiento sostenible del BMC mediante el establecimiento de Áreas Marinas Protegidas (AMPs)

    – La recuperación de los caladeros agostados exige políticas de estado que establezcan regulaciones que se cumplan, conocimientos científicos e incentivos dirigidos a orientar la lógica de la cción colectiva de la pesca industrial y artesnal hacia la pesca responsable.

    – En el plano local significa el establecimiento de Límites Máximos Permisibles de Captura mediante la asignación de Cuotas Individuales de Pesca que evite la «carrera olímpica» hacia el recurso. Y, en el plano internacional el fortalecimiento de la administración pesquera a través de las Organizaciones Regionales de Ordenamiento Pesquero (OROPs) que regulan la pesca de Altamar.

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