Para Alba, hermosa como la mañana
En tu nueva habitación del hospital Valle de Hebrón, luchas por seguir viviendo. Te llamas Alba y eres hermosa como la mañana, como la aurora, como la luz del amanecer, como todo aquello que esté relacionado con tu nombre. No he visto tu rostro, pero sé que eres bonita, bella en tu inocencia indefensa, como una flor cuyos pétalos despuntan al sol acariciados por el céfiro suave en los airosos parterres. Yo te quiero, y no te conozco, te necesito,…