New HipLa fractura de cadera, en los pacientes ancianos, es la causa más frecuente de ingreso en el hospital en los servicios de traumatología y ortopedia. Es una lesión de creciente importancia en el conjunto de la sociedad, tanto en términos económicos como sociales, que afecta directamente a los que la padecen e indirectamente a su estructura de apoyo. La osteoporosis es una enfermedad que afecta principalmente a las personas mayores, ya que a medida que envejecemos, la parte interna del hueso se vuelve porosa a causa de la pérdida de calcio. Desde el punto de vista epidemiológico, las fracturas de cadera son más comunes en mujeres que en hombres, porque éstas tienen menos masa ósea y a partir de la menopausia la pérdida de calcio es mayor, lo que incrementa el riesgo de fractura ante una caída o un golpe fuerte. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en un informe realizado conjuntamente con la Fundación Internacional de Osteoporosis (FIO), afirma que «se espera que el número de fracturas de cadera debido a la osteoporosis se triplique en los próximos 50 años, pasando de 1,7 millones en 1990 hasta 6,3 millones en 2050».

En este sentido, un proyecto de investigación del área de Ingeniería de Materiales de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) está estudiando nuevas alternativas en fracturas grandes, ya que este tipo de cirugías precisan de asistencia, en ocasiones en forma de tornillos o clavos. A pesar de los grandes progresos logrados en el campo de la medicina regenerativa, aún sigue vigente la práctica de emplear insertos metálicos para sanar este tipo de fracturas óseas. Su efectividad es patente a la hora de unir fracturas de gran tamaño y contribuir al desarrollo del hueso, pero implican una segunda operación, tras la sanación del hueso, para retirar los clavos y los agarres de fijación. Así pues, son preferibles los materiales y los implantes que no precisan de una operación posterior. En ello han trabajado José Ramón Sarasua y Aitor Larrañaga, estudiando materiales e implantes fabricados con polímeros y biovidrio que pueden favorecer la sanación ósea. Gran parte de sus esfuerzos se dedicóaron a lograr que estos materiales cumpliesen los requisitos necesarios para su utilización en aplicaciones terapéuticas. A la vista de todo ello, los investigadores de la UPV/EHU sintetizan y conforman bioimplantes a medida basados en un polímero biodegradable escogido por su capacidad para desaparecer gradualmente a medida que el hueso va recuperando su ubicación natural. La falta de rigidez del polímero animó a los investigadores a añadir biovidrio, un agente bioactivo que favorece la regeneración ósea y dota al polímero de resistencia mecánica. Así el sistema composite polímero biodegradable/biovidrio es más rígido y resistente que el simple polímero. 

Estos composites basados en polímeros biodegradables son una alternativa de gran futuro para la recomposición de fracturas óseas o la regeneración de huesos dañados. Al sustituir provisionalmente el hueso y estimular después su regeneración, el material implantado va desapareciendo paulatinamente a medida que el hueso va recuperando su posición natural, evitando así segundas operaciones.

Para más información, consulte:
http://www.elhuyar.org

Fuentes: Cordis

Fuente: La atención a la fractura de cadera en los hospitales del SNS (MSPS)

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2 comentarios

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