Isabel Díaz Carretero, investigadora que hace ciencia con y para la sociedad

Fuente: Isabel Díaz Carretero

Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia el 11 de febrero, hemos querido dedicar la entrada del blog de esta semana a la investigadora Isabel Díaz Carretero, y a uno de sus éxitos profesionales más relevantes y que más nos llegan al corazón por salvar a muchos niños de padecer afecciones óseas consecuencia de una enfermedad llamada “fluorosis”.

Después de mantener una entrevista con Isabel, hemos comprobado su entusiasmo y energía y nos atrevemos a definirla como una mujer Científica, Usuaria del sistema de Propiedad Industrial y de la Transferencia de Tecnología y, sobre todo, repleta de Humanidad.

¿Os apetece conocer su historia?

Comenzamos por una breve reseña de su currículo. Desde que estudiaba en el Instituto le gustaba la química por lo que ya en la Universidad decidió que quería dedicarse a la investigación. En 2001 fue premio extraordinario de doctorado en Química por la Universidad Autónoma de Madrid. También fue galardonada con el Premio de la Real Sociedad Española de Química a Jóvenes Investigadores en 2007. Definitivamente, la química era lo suyo.

Actualmente, es Investigadora del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Profesora Adjunta del Departamento de Química de la Universidad de Adís Abeba en Etiopía. También es miembro del Comité Internacional de Materiales Mesoporosos, Secretaria del Grupo Español de Zeolitas y desde este año 2021 es Coordinadora de la Comisión de Igualdad Intercentros del Campus de Excelencia CSIC+UAM.

Sus principales áreas de investigación son la síntesis y caracterización de zeolitas, materiales mesoporosos y sistemas híbridos para aplicación en catálisis con especial interés en los estudios de Microscopía Electrónica de Transmisión, técnica de la que es una apasionada experta y que le permite conocer a nivel atómico la estructura de los materiales que analiza.

Fuente: Isabel Díaz Carretero

 

Su interés por usar zeolitas naturales en la eliminación de flúor y arsénico de las aguas potables le ha llevado a publicar numerosos artículos científicos y patentes. Y es una de esas patentes  ES2500042B, la que ha hecho posible llevar su investigación al mundo real. Pero antes de llegar a lo que protege esta patente, ella había conocido un grave problema en las aguas procedentes del subsuelo de Etiopía, y era la presencia de un contaminante natural, el ion fluoruro, en una cantidad elevada y superior al límite establecido por la Organización Mundial de la Salud, 1,5 mg/L, lo que provocaba una enfermedad ósea: la fluorosis.

Isabel detectó este problema en Etiopía porque es un país al que le unen lazos personales. De hecho, ella misma manifiesta “Soy medio etíope”.  No obstante, este contaminante de origen geológico está presente en las aguas subterráneas de muchos países, incluido España (Islas Canarias), habiéndose calculado que más de 300 millones de personas pueden llegar a padecer esta enfermedad como consecuencia de consumir agua contaminada. En Etiopía, por ejemplo, los estudios muestran que hay más de 14 millones de personas en riesgo de padecer esta enfermedad en los dientes y el esqueleto. Y lo más grave es que la fluorosis afecta especialmente a los niños puesto que sus huesos y dientes definitivos están en formación.

¿Os imagináis ser capaces de evitar que millones de personas consuman agua contaminada con fluoruro y no padezcan fluorosis gracias a vuestro trabajo?

Isabel detectó el problema, y sumó conocimientos, medios, esfuerzo y entusiasmo en conseguir solucionarlo. Y, además, resultó que las zeolitas, el material protagonista de sus investigaciones, de su tesis doctoral, de sus artículos científicos y material del que ella conoce hasta su último átomo, era muy abundante en Etiopía. ¿Casualidad o más bien causa de su esfuerzo, aprendizaje y búsqueda?

Las zeolitas naturales tienen un origen volcánico y poseen una estructura microporosa que puede atrapar una amplia variedad de elementos, como el sodio, potasio o magnesio. ¿Y por qué no el flúor?

Fuente: Gómez-Hortigüela, L. et al. Microporous and Mesoporous Materials, 2014, 93-102.

¡Las zeolitas habían llegado un día a su vida para quedarse! Y esta vez, había una aplicación real, el sueño de muchos investigadores, que su ciencia sirva a la sociedad, que se aplique y si encima es en temas de salud, la satisfacción es máxima. A partir de ahí Isabel puso en marcha la maquinaria de la que ella disponía, esto es, su ciencia, su equipo de investigación, su microscopio electrónico de transmisión y sus contactos. Y manos a la obra, “esto fue un trabajo en equipo”.

Y así empezó la historia de esta patente ES2500042B, que además, marca también otro hito y es que fue la primera patente presentada por la Universidad de Adís Abeba.

Los inventores de este título de Propiedad Industrial: Luis Gómez-Hortigüela Sainz, Joaquín Pérez Pariente e Isabel Díaz Carretero del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Yonas Chebude de la Universidad de Adís Abeba, fueron capaces de hacer equipo, aunar conocimientos y ciencia para modificar las zeolitas y que atraparan iones flúor. Lo consiguieron y lo quisieron proteger con la patente  ES2500042B. En ella se recoge el procedimiento de modificación de una zeolita natural procedente de Etiopía con un compuesto de fósforo en condiciones tales que se forma el composite estilbita-nanohidroxiapatita responsable de atrapar iones flúor.   Este método suponía un sistema más eficiente que el resto de soluciones conocidas para extraer fluoruros de las aguas, además de ser más económico y no generar residuos contaminantes.

La transferencia de Tecnología: licencia de patente

En esta ocasión, se volvieron a juntar muchos factores pero fue la Vicepresidencia Adjunta de Transferencia del Conocimiento (VATC) del CSIC  quién dio la difusión y el apoyo necesario para posibilitar la transferencia de la investigación al mercado. Se creó un folleto informativo y se publicó una nota de prensa. A partir de aquí llegaron las ofertas y numerosas empresas se interesaron por el proyecto. Finalmente, la patente se licenció en exclusiva a Tagua, una empresa canaria experta en el ciclo integral del agua, que puso en marcha la fabricación a escala comercial del filtro basado en las zeolitas modificadas para atrapar flúor bajo el nombre HINDROP. Esto le ha hecho merecedora, entre otros reconocimientos, de la distinción de PYME innovadora. La tecnología del filtro desarrollada no precisa de personal adiestrado para su colocación ni de infraestructuras complejas, adaptándose tanto a usos domésticos como colectivos.

Pero aquí no acaba la historia: Isabel quería llegar a Etiopía, quería que los niños etíopes crecieran con dientes y estructura ósea sanos y fuertes por lo que, de la mano de la ONG Amigos de Silva, con la financiación de la Fundación Española Juan Entrecanales de Azcárate y la Stiftung Freie Gemeinschaftsbank (Suiza), se consiguió crear dos plantas potabilizadoras para Etiopía. Fueron inauguradas el 23 de noviembre de 2019 en las localidades de Dida y Obe, situadas a unos 25 km de Ziway, en el valle del Rift central, a 160 km al sur de Adís Abeba.

Fuente: CSIC

Los dos filtros desarrollados, fabricados y ubicados en dos pozos contaminados suministran agua a la comunidad local que cuenta con una escuela de primaria para 400 niños, un centro recreacional y un centro de salud materno-infantil con asistencia de enfermeras. El agua de los pozos, que tiene una concentración de fluoruro de 2-3 mg/L, es filtrada gracias a esta nueva tecnología con zeolitas y abastece a la comunidad con agua potable.

Fuente: CSIC

Internacionalización

La patente española ha sido extendida a través del tratado de cooperación en materia de patentes (PCT) con la solicitud WO2014131926A1 a otros países como México, MX2015011040A y Estados Unidos, US2016016823A1 donde también se ha detectado el problema de la fluorosis.

Por lo que la historia continúa……

Economía Circular

Además, y para cerrar el ciclo del uso de los recursos, actualmente, se está investigando la utilidad de los residuos de zeolitas de las plantas potabilizadoras como acondicionadores del suelo.

Aquí os dejamos la última publicación del CSIC en relación a este nuevo proyecto:

https://www.csic.es/es/actualidad-del-csic/cientificos-del-csic-estudian-reutilizar-zeolitas-usadas-en-la-potabilizacion

Desde la Oficina Española de Patentes y Marcas, queremos sumarnos al reconocimiento de la labor de estos investigadores e instituciones públicas y privadas, así como mostrarles nuestro apoyo para facilitar el proceso de transferencia de tecnología como esta que aquí os hemos expuesto y que además supone una gran contribución a conseguir Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas.

¡Enhorabuena a Isabel, al CSIC, a los colaboradores y a todo aquel que haya participado en esta iniciativa!

 

 


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