¿Por qué un Plan Estratégico?

Aunque el concepto de Planificación Estratégica tiene un origen militar, en la actualidad, para todo lo que hacemos en la vida y aunque nunca nos paremos a pensarlo, necesitamos un Plan.

Cuando nos planteamos nuevos objetivos, un plan es lo que nos ayuda a saber cómo vamos a conseguirlos y qué vamos a hacer para alcanzarlos.

Esto, extendido al mundo empresarial, supone que ninguna organización que se precie empieza una nueva etapa sin un Plan Estratégico. La Planificación Estratégica es un proceso sistemático de desarrollo e implementación de las acciones necesarias para alcanzar propósitos, por lo que, para una empresa, su Plan Estratégico es su hoja de ruta, su brújula a seguir.

De acuerdo con el prestigioso estudioso de las organizaciones Henry Mintzberg, hay al menos cuatro razones fundamentales por las que toda organización tiene que llevar a cabo una planificación sistemática de sus actividades:

Coordinación de actividades: la toma de decisiones forma parte de un proceso conjunto y formalizado, lo que garantiza que todos los recursos y actividades orientadas a la obtención de un determinado objetivo están siendo correctamente coordinadas.

Consideración del futuro: la planificación introduce la perspectiva del largo plazo en la organización, de modo que las tareas cotidianas no entran en contradicción con las metas últimas de la entidad.

Racionalidad: el pensamiento estratégico y las decisiones de carácter formal tienen un mejor resultado que las meramente informales.

Control: la planificación permite medir los progresos y resultados obtenidos en relación a los objetivos previstos, y tomar decisiones al respecto en el que caso de que no sean adecuados.

Todo Plan Estratégico debe contar con lo que se denomina Marco Estratégico, que contiene la Misión, Visión, Valores y Objetivos Estratégicos que rigen la organización. Posteriormente estos objetivos se desglosan en Líneas Estratégicas y estas, a su vez, en Proyectos.

La Misión no es más que la respuesta breve a las preguntas ¿para qué existe la empresa u organización? ¿cuál es la razón de su trabajo? ¿cuál es el fin último de su actividad?. Para Google, por ejemplo, “Nuestra misión es organizar la información del mundo y hacer que sea útil y accesible para todos”; mientras que para  Coca Cola, “Refrescar al mundo y marcar la diferencia en la vida de las personas, la sociedad y el planeta”. Como se ve, la propia Misión es muchas veces una potente herramienta de marketing para la empresa, a modo incluso de eslogan.

Por otra parte, la Visión responde a la pregunta de ¿cómo esperarías que tu organización fuera percibida interna y externamente?, ¿cómo vamos a cumplir la misión? De la misma forma que la misión se centra en el propósito y compromiso de la empresa en el presente, la visión se enfoca en sus metas y aspiraciones a futuro;  expresa, en pocas palabras, qué es lo que una empresa u organización quiere llegar a ser. Como ejemplo, la web de Amazon recoge su intención de “Ser la empresa más centrada en el cliente del mundo, la mejor empleadora y el lugar más seguro para trabajar”.

Los valores son los principios con que la organización, guían sus actuaciones y las de las personas que la integran. Suelen ser sustantivos que posteriormente se explican para poder entender qué significa dicho valor para la compañía u organismo.  Por ejemplo, en el caso de McDonald’s sus principios son “Calidad: máxima calidad y seguridad en los productos que se verifica a lo largo de todas las fases de producción y selección de productos, desde los ingredientes hasta su preparación en el restaurante”, “Servicio: el cliente es siempre lo más importante y el objetivo es conseguir que su experiencia en los restaurantes sea excelente. La rapidez en el servicio, el trato amable y personal y la constante adaptación a los gustos del cliente son los medios para conseguirlo” “Limpieza: los restaurantes McDonald’s prestan una atención permanente a la limpieza e higiene de sus instalaciones” y “Valor: es el concepto equivalente de la mejor relación calidad-precio”.

 

 

Los Objetivos Estratégicos, que también pueden denominarse Ejes estratégicos, Retos u Objetivos Generales, entre otros nombres, expresan lo que se alcanzará como resultado del Plan. Son el resultado, cuantitativo y cualitativo, de un Plan Estratégico.

En el caso del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, su Plan Plurianual 2022-2025 define cinco “Retos”, que se corresponderían con esta idea de Objetivos Estratégicos. Reto Global A: Colaborando para encontrar la respuesta a DESAFÍOS científicos con una alta motivación/emoción e impacto social. Reto Global B: Atrayendo, y reteniendo, el mejor TALENTO profesional (científico, técnico y de gestión). Reto Global C: Aumentando nuestro IMPACTO científico y técnico en investigación, desarrollo e innovación, con un énfasis interdisciplinar. Reto Global D: Incrementando nuestra visibilidad INTERNACIONAL y contribuyendo con nuestro posicionamiento a la política científica global. Reto Global E: Consolidando la confianza de la SOCIEDAD en el CSIC y promoviendo su implicación con la ciencia.

Por otra parte, como antes comentábamos, los Objetivos Estratégicos se desglosan en Líneas Estratégicas, también denominadas a veces simplemente Estrategias o Medidas. Son las formas, los caminos o las vías de acción para conseguir un objetivo a partir de la consideración de la situación de partida, la situación deseada, los recursos económicos, materiales y humanos disponibles.

Estas Líneas Estratégicas se componen a su vez de Proyectos que son el conjunto de acciones planificadas que deben llevarse a cabo en un plazo limitado y con un responsable asignado.  Son el resultado concreto y comprobable que se pretende alcanzar mediante el desarrollo del conjunto de actividades. En cada proyecto puede definirse, además, un objetivo específico a alcanzar. Estos objetivos específicos deben formularse según la metodología SMART:

Specific (Específico): el objetivo debe ser lo más detallado y explícito posible, huyendo de ambigüedades que puedan dar lugar a interpretaciones equivocadas.

Measurable (Medible): los objetivos tienen que estar redactados de tal forma que sea posible la comprobación de su grado de consecución. Debe preverse un método para medir su logro, estableciendo indicadores y metas.

Achievable (Alcanzable): un objetivo tiene que suponer un reto, pero tiene que ser alcanzable; su consecución tiene que ser difícil de lograr, pero no imposible.

Realistic (Realista): un objetivo realista es aquel que está fundamentado en el análisis de la realidad (diagnóstico externo e interno) y que resulta coherente con la misión y la visión. A veces la R de SMART también se identifica con Relevant (Relevante).

Time-bound (Temporal): debe establecerse el periodo de tiempo que se estima necesario para lograr la consecución del objetivo, que no debe ser tan corto que imposibilite el logro ni tan distante que favorezca la apatía por su falta de concreción.

 

Toda esta información se incluye en un documento que define el Plan Estratégico de una compañía u organismo, y que supone una declaración de intenciones en toda regla. 

¿Por qué un Plan Estratégico? Porque es nuestro mapa, nuestro GPS, con él sabemos a dónde tenemos que llegar y cómo. Y sin él, como sin brújula, andamos a la deriva.

                                                                                                                                                                                                        Lucía Serrano Gallar

                                                                                                                                                  Jefa de Area en la Unidad de Apoyo, OEPM

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