Entrevista Patricia Horcajada, Jefa de la Unidad de Materiales Porosos Avanzados en IMDEA Energía y Premio Miguel Catalán 2016, estará presente esta tarde en el ‘Encuentro en torno al conocimiento y la creatividad ante los grandes retos globales’ en el Instituto Cervantes
Implicada en el campo de Ciencia de Materiales durante más de 15 años, más concretamente en solidos porosos, ¿en qué aspectos ha desarrollado su investigación?
Desde mi inicio en Ciencia de Materiales he investigado materiales muy diversos, mayoritariamente porosos, inorgánicos, orgánicos, híbridos e incluso composites, que asocian un material inorgánico y otro orgánico con diferentes complejidades. Esta es una investigación que busca propiedades en los materiales semiconductores, materiales conductores iónicos, materiales conductores electrónicos o incluso fotónicos para diferentes aplicaciones, biomateriales para las aplicaciones en biomedicina e incluso investigamos materiales absorbentes, que tienen la propiedad de absorber selectivamente unas moléculas y no otras.
Tu actividad científica se enfoca principalmente al desarrollo de nuevos materiales multifuncionales, ¿qué aplicaciones de interés social e industrial tienen?
Principalmente, nuestros materiales se dirigen a tres pilares que son fundamentales tanto en industria como en la sociedad: la energía, el medio ambiente y la salud. En energía podemos destacar materiales que se utilizan para la producción de la misma, por ejemplo, pilas de combustible. También para el almacenamiento de energía, como los super condensadores, las baterías o la producción de hidrógeno. Cambiando de área, en medioambiente tenemos materiales que pueden utilizarse, tanto por sus propiedades absorbentes como catalíticas, para la eliminación de contaminantes emergentes, ya sea en aguas residuales o en agua potable. En agua potable igualmente trabajamos en su purificación, para eliminar determinados iones que hacen que la calidad del agua sea inferior. Y, por último, una gran parte de nuestra investigación se enfoca hacia la biomedicina.
Nuestros materiales nos permiten trabajar con una amplia gama de propiedades que después podrán ser utilizadas en tres de los grandes retos de la humanidad, que son energía, medio ambiente y salud
En los últimos tiempos, la vía pulmonar ha ganado peso como terapia alternativa a los tratamientos farmacológicos orales e intravenosos. ¿Cómo se puede derribar la barrera principal de la vía pulmonar mediante el uso de nanosistemas?
Estamos investigando en vectorización de fármacos, desintoxicación, sensores, etc. En este sentido, por ejemplo, hemos sido pioneros fabricando un dispositivo, una formulación para administrar fármacos por vía pulmonar de forma que no solamente se dirige a la vía respiratoria, sino que también podemos pasar esa barrera y llegar por vía sistémica a cualquier otro órgano. Así podemos tratar enfermedades respiratorias y también infecciosas. Por ejemplo, la covid-19, que ahora que está tan presente. Igualmente nos dirigíamos bastante a la tuberculosis y al cáncer a nivel pulmonar, que tiene una incidencia muy elevada en la muerte de las personas. De este modo, todas estas enfermedades, además del asma y otras, podrían ser tratadas con este tipo de formulaciones. Pero no solamente esas, sino que además podríamos tratar enfermedades neurodegenerativas, cáncer y otras.
¿Se puede aplicar en humanos?
Para poderlo aplicar en humanos hay un largo recorrido, pero quisiera indicar aquí que hemos trabajado no solamente en la preclínica con animales, sino que nuestras formulaciones cutáneas ya han sido testadas en voluntarios sanos, probando que son inocuas, que no son tóxicas, no producen ninguna irritación. Además, también quiero destacar que ya hay un primer ensayo a nivel clínico en Estados Unidos, en el que uno de estos materiales de tipo MOF, que son redes metalorgánicas, particularmente una base de cadmio, se está investigando como adyuvante en terapias de radioterapia para cáncer.
¿De qué manera contribuye tu investigación a afrontar los grandes retos de la humanidad?
Nuestros materiales, gracias a la gran versatilidad que tienen, tanto a nivel estructural como composicional, nos permiten trabajar con una amplia gama de propiedades que después podrán ser utilizadas en tres de los grandes frentes o retos de la humanidad, que son energía, medio ambiente y salud.
La ventaja que tienen estos materiales es que pueden modificarse muy fácilmente, tanto en su composición como en su estructura de forma muy detallada, con lo que podemos obtener un material que es útil para cierta aplicación y al que, mediante modificaciones posteriores, podemos mejorar sus propiedades o incluso reorientarlo a otras aplicaciones.
¿Qué ha supuesto en tu trayectoria haber sido premiado por la Comunidad de Madrid?
El premio de la Comunidad de Madrid representa un gran reconocimiento para mi carrera y toda la de mi grupo, y para la gente que ha trabajado conmigo. Además, ha dado visibilidad a nuestro trabajo, sobre todo a nivel nacional y regional, puesto que yo venía del extranjero. Debo reconocer también que nos ha permitido llegar al público, en general. Y además, como algo que me afecta personalmente, ha contribuido a mi estabilización aquí, en IMDEA Energía, con un contrato indefinido.