Una nueva noticia relaciona el consumo de moluscos con enfermedad. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha ordenado la retirada del mercado de algunos lotes de coquinas/tellinas congeladas, procedentes de Perú, ante la aparición de casos de hepatitis A asociados a su consumo.


Por ahora, hay cinco casos de contagio confirmados en la Comunidad Valenciana, aunque ninguno de los afectados está hospitalizado, si bien otros 24 más están relacionados posiblemente con el consumo de este producto en la misma autonomía y no se descarta la aparición de más contagios en otras regiones. En los últimos años se han detectado brotes de hepatitis A asociados al consumo de moluscos en diversas zonas de España.

Tomo de este interesante artículo de Jesus L. Romalde lo siguiente:

“Los alimentos crudos o cocinados inadecuadamente favorecen la transmisión de virus El consumo de alimentos contaminados es una importante ruta de transmisión de algunos virus. Los alimentos son contaminados por individuos infectados y se transmiten usualmente por alimentos no cocinados o cocinados inadecuadamente. Los virus no se multiplican en los alimentos, siendo éstos un vehículo pasivo de trasmisión. Los moluscos bivalvos, que se alimentan por filtración del agua en que viven, pueden concentrar los virus presentes en el agua de cultivo. Además, el problema se agrava por el hecho de que algunos moluscos se consumen crudos o ligeramente cocidos.

Los principales virus que causan brotes de enfermedad asociados al consumo de moluscos son, precisamente, el grupo del virus de Norwalk y el virus de la hepatitis A.

El virus de Norwalk

La gastroenteritis viral se describió por primera vez hace más de 50 años en el sur de Estados Unidos. Se denominó «enfermedad de vómito invernal», lo que reflejaba la principal sintomatología y su estacionalidad. Unos cuarenta años más tarde se detectó el agente viral que producía dicho síndrome, acuñándose el nombre de virus de Norwalk (en referencia a la localidad donde había ocurrido el brote epidémico) para este agente etiológico. Posteriormente, el síndrome pasaría a denominarse como «gastroenteritis epidémica no bacteriana».

Los síntomas asociados a la gastroenteritis producida por los virus del género NLV son vómitos, diarrea acuosa no sanguinolenta, dolor abdominal, fiebre y náuseas, con un período de incubación de entre 1 y 4 días. Generalmente, la recuperación es completa y sin complicaciones tras ese período. Las muertes asociadas a infecciones por NLV son infrecuentes, aunque hay casos descritos en ancianos. NLV afectan tanto a niños como a adultos y están considerados como la causa principal de gastroenteritis en el mundo.

Con respecto a las infecciones o brotes epidémicos asociados al consumo de alimentos, se estima que el grupo NLV está implicado en más del 65% de los casos, de los cuales una parte importante se debe al consumo de moluscos crudos o poco cocinados. Sin embargo, hay casos descritos de otros alimentos implicados en brotes de gastroenteritis producida por NLV como frutas y vegetales, emparedados, ensaladas, agua, etc.

El virus de la hepatitis A

La hepatitis infecciosa producida por el virus de la hepatitis A es la infección viral más seria asociada al consumo de moluscos, produciendo una enfermedad muy debilitante e incluso, de modo ocasional, la muerte. Desde el primer brote documentado producido por consumo de ostras, ocurrido en Suecia en 1955, se han descrito numerosos casos de hepatitis A transmitidos por este tipo de alimentos en todo el mundo. Sin embargo, es interesante destacar que debido al largo período de incubación (aproximadamente de 4 semanas), muchas veces es difícil demostrar el vehículo de transmisión del virus, puesto que el alimento no está disponible para su análisis. Por lo tanto, es probable que el número de casos de hepatitis A asociados al consumo de moluscos esté infravalorado.

En la sintomatología asociada a la hepatitis infecciosa se pueden diferenciar una primera fase inespecífica con fiebre, dolor de cabeza y náuseas, y una fase final que incluye vómitos, diarrea, dolor abdominal e ictericia. Los pacientes están incapacitados durante varios meses, aunque normalmente remite sin problemas. La edad parece ser un factor importante en la severidad de la enfermedad, siendo más suave en niños que en adultos.

La hepatitis infecciosa o hepatitis A es una infección endémica en muchos países en desarrollo o subdesarrollados, donde la mayoría de los niños son seropositivos antes de los 6 años. Sin embargo, como resultado de la mejora de las condiciones sanitarias en los países desarrollados se ha producido una disminución de la prevalencia de estos virus, con el consecuente incremento de sectores de población susceptibles a la infección. Estos datos epidemiológicos son de gran importancia a la hora de establecer medidas preventivas, como el control exhaustivo de las importaciones de moluscos procedentes de zonas endémicas, que se ha demostrado que son un vehículo de transmisión muy importante de este virus.

Es importante mencionar que la congelación puede eliminar algunos microorganismos. Sin embargo, en el caso del virus de la hepatitis A, este proceso prácticamente no presenta ningún efecto debido a la elevada resistencia a la congelación (las partículas virales permanecen estables dentro de los tejidos del molusco).»

El mayor problema para determinar la salubridad de los moluscos, es que los controles sanitarios exigidos por la normativa vigente hasta ahora se basaban en el número de coliformes fecales, pese a haberse demostrado que este grupo bacteriano es un mal indicador de contaminación viral, por lo que su efectividad para evitar posibles brotes de enfermedades virales es reducida. Todos estos datos indican que era necesario incluir un criterio virológico en el control sanitario de moluscos tanto de producción propia como procedentes de importaciones de terceros países.

Por esta razón, el Reglamento CE 2073/2005 ha propuesto recientemente incluir parámetros víricos como NoV en el control sanitario de moluscos bivalvos para garantizar su calidad microbiológica. Sin embargo, tal y como especifica este reglamento, la ausencia de una metodología apropiada conlleva la necesidad de desarrollar métodos analíticos antes de establecer un criterio virológico.

Les recomiendo que consuman seguro sobre todo si es crudo.

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5 comentarios

  1. estoy con jordan y alguenconocido pero a ustedes no les importa igual gracias por nada

  2. Es curioso y extraño que de tantas miles de bolsitas producidas de la misma zona de producciòn ( 16,500 diarias) de una empresa y otars tantas miles de otras empresas repartidas en toda España solo se hallan reportado 5 casos y ya no se hablò mas de los 24 casos probables. Al parecer se han apresurado en dar la alerta sin tener las cosas mas claras, pues han asociado los ADN delas heces de las personas quedicen estar contaminadas con los ADN de las tellinas del año 1,999 y no de las actuales como deben ser .

    Pienso que se debiò investigar mas

  3. BUENO ES UN TEMA MUY EXTENSO E INTERESANTE PONER MAS TEAMS Y EDUCAR ASI A LA POBLACION EN GENERAL ES INPORTANTE HABLAR DE HEPATITIS A O DE LOS DEMAS YA QUE ESTOS SON MUY PELIGROSOS PARA LA SALUD MUNDIAL

  4. buenas me gustaria consultar algo mire yo estuve con epatitis aguda pero ultimamente me he sentido bien sim embargo el unico cambio ha sido que el escremento me sale con puntos blancos, me gustaria saber que me causa eso y que tratamientos debo tomar ya que eso me preocupa por que no era normal en mi espero su pronta respuesta

    mil gracias por su atención bay

  5. Quisiera saber como se puede contaminar la concha de abanico con hepatitis A que tipo de fuentes se podria dar

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