Hay mucho que piensan que el cambio climático es la causa de todos los males. Hasta de la gripe porcina, ahora gripe A. Otros nos dicen que el cambio climático, o cambio global, está detrás de la constante aparición de especies que antes no eran tan frecuentes en nuevos lugares.  Esto se ha detectado tanto en los mares como en los ríos, pantanos y lagos. Según la Unión Mundial para la Naturaleza las especies exóticas invasoras son ya la segunda causa de pérdida de biodiversidad en los ecosistemas terrestres, marinos y dulceacuícolas.


Según algunos, el cambio climático puede facilitar la aparición “natural” de especies de peces antes consideradas exóticas. El alza de las temperaturas en su hábitat natural y las alteraciones en las corrientes pueden modificar las rutas migratorias.

Anchova.
 
Por ejemplo Rafael Bañón Díaz, biólogo de la Unidade Técnica de Pesca de Baixura de la Consellería de Pesca ha descrito la presencia de 23 especies en la última década en Galicia, noroeste de España. «Son especies que habitualmente tienen el límite norte de distribución en Marruecos, en el entorno de Cabo Blanco, en Mauritania».

El jurelo azul (a) y el jurelo dentón (b), de las familias pelágicas, con mayor capacidad para moverse gracias a sus potentes aletas. La barbada de las Azores (c). La bertorella rosada (d). La anguila rayada (e), uno de los caso más sorprendentes entre las capturas de especies exóticas en Galicia porque no dispone de aletas y se mueve con movimientos ondulatorios con todo el cuerpo. El escacho con espinas (f). El choupón (g). El medregal negro (h). La extrañísima corneta colorada, que supera el metro de largo y suele a vivir a 2.600 kilómetros de aquí. Y la peligrosa anchova (j), un depredador del mar. (Ilustración faro de Vigo).

Las primeras pruebas de las alteraciones en los movimientos migratorios de los peces tropicales en las aguas atlánticas se remontan a 1963, con la captura de este tipo de especies al sur de Portugal, en la separación de la corteza continental y la oceánica. Las apariciones se fueron trasladando en los años siguientes hacia el norte de Europa: en 1968, en el noreste de España; en 1975, en el Golfo de Bizkaia; en 1976, en la plataforma céltica; y en el noroeste de Irlanda, en 1984.

Pez corneta

El listado de ejemplares es largo y toca prácticamente todos los puntos del litoral gallego. Desde A Guarda hasta Viveiro, pasando por Malpica, las rías de Pontevedra, Arousa y Aldán, o la localidad coruñesa de Laxe. Anguilas rayadas, choupones, peces piloto, jurelo francés, los conocidos peces voladores… Las apariciones de estos extraños peces asombran siempre y asustan. Ya lo tratamos en el verano de 2007, cuando unos pescadores recogieron una anchova, conocida como «lobo de mar» (Pomatomus saltatrix) por su agresividad. Un gran depredador, que mata aunque no tenga hambre, originario del Mediterráneo, el mar Negro, la costa africana y el Atlántico occidental desde Estados Unidos a Brasil.

De momento no se puede concluir sobre la relación de estos avistamientos en zonas donde nunca se habían encontrado o en las que su frecuencia de aparición era mucho menor, con elc ambio global o climático. Sin embargo es necesario continuar con estas investigaciones que pueden dar pistas sobre lo que está sucediendo.

Cyclopterus lumpus.

La cuestión sigue siendo la misma ¿Podemos hacer algo para modificar este cambio? ¿Está la actividad del hombre relacionada con este cambio?.

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