Coronavirus. ¿Qué sabemos de la teoría del origen de SARS Cov 2 en un laboratorio chino?

La mayoría de los científicos coinciden en que el SARS-CoV-2 probablemente tiene un origen natural y se transmitió de un animal a los humanos. Sin embargo, no se ha descartado que alguien infectado en un laboratorio lo hubiese transmitido a personas fuera de ese entorno. Muchos piden una investigación más profunda sobre la hipótesis de que el virus tiene su origen en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV), ubicado en la ciudad china donde se reportaron los primeros casos de COVID-19 . El 26 de mayo, el presidente de EE. UU., Joe Biden, encargó a la comunidad de inteligencia de EE. UU. Se coordinasen para encontrar los orígenes del SARS-CoV-2, cualquiera que sea, e informar en 90 días.

Australia, la Unión Europea y Japón también han pedido una investigación sólida sobre los orígenes del SARS-CoV-2 en China. La OMS aún tiene que revelar la siguiente fase de su investigación. Pero China ha pedido que la investigación examine otros países. Tal reticencia, y el hecho de que China haya ocultado información en el pasado, ha alimentado las sospechas de una «fuga de laboratorio» (en mi opinión fuga implica o que el virus es listo o que hay malas intenciones por parte de alguien). Por ejemplo, los funcionarios del gobierno chino suprimieron datos cruciales de salud pública al comienzo de la pandemia de COVID-19 y durante la epidemia de síndrome respiratorio agudo severo (SARS) de 2002-04, según informes de alto nivel.

Todavía no hay ninguna evidencia solida de una “fuga de laboratorio”. ¿Por qué los científicos todavía lo están considerando?

Los científicos no tienen suficiente evidencia sobre los orígenes del SARS-CoV-2 para descartar la hipótesis de origen en un laboratorio, o para confirmar que el virus tiene un origen natural. Muchos investigadores de enfermedades infecciosas están de acuerdo en que el escenario más probable es que el virus haya evolucionado de forma natural y se haya propagado de un murciélago directamente a una persona o a través de un animal intermedio. La mayoría de las enfermedades infecciosas emergentes comienzan con una propagación en la naturaleza, como se vio con el VIH, las epidemias de influenza, los brotes de ébola y los coronavirus que causaron la epidemia de SARS a partir de 2002 y el brote de síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) a partir de 2012.

Los investigadores tienen algunas pistas que apoyan un origen natural. Los murciélagos son portadores conocidos de coronavirus, y los científicos han determinado que el genoma del SARS-CoV-2 es muy similar al de RATG13, un coronavirus que se encontró por primera vez en un murciélago de herradura (Rhinolophus affinis) en la provincia de Yunnan, en el sur de China, en 2013 3. Pero el genoma de RATG13 es solo un 96% idéntico al del SARS-CoV-2, y por tanto se desconocen parientes más cercano del virus que se transmitió a los humanos.

Aún así, existe la posibilidad de que el SARS-CoV-2 haya salido de un laboratorio. Aunque las filtraciones de laboratorio nunca han causado una epidemia, han dado lugar a pequeños brotes bien documentados que involucran virus. Un ejemplo relevante ocurrió en 2004, cuando dos investigadores fueron infectados por el virus que causa el SARS en un laboratorio de virología en Beijing que estudió la enfermedad. Transmitieron la infección a otras siete personas antes de que se contuviera el brote.

¿Cuáles son los argumentos clave para una «salida» de un laboratorio?

En teoría, COVID-19 podría provenir de un laboratorio de varias maneras. Los investigadores podrían haber recolectado el SARS-CoV-2 de un animal y mantenerlo en su laboratorio para estudiarlo, o podrían haberlo creado mediante técnicas de ingeniería genética. En estos escenarios, una persona en el laboratorio podría haber sido infectada accidental o deliberadamente por el virus y luego haberlo transmitido a otras personas, lo que provocó la pandemia. Actualmente no hay evidencia clara que respalde estos escenarios, pero no son imposibles.

Algunos investigadores emplean una serie de argumentos a favor de un origen de laboratorio para el SARS-CoV-2 que actualmente son conjeturas.

Uno sostiene que es sospechoso que, casi un año y medio después de la pandemia, el pariente más cercano del SARS-CoV-2 aún no se haya encontrado en un animal. Otro sugiere que no es una coincidencia que COVID-19 se detectase por primera vez en Wuhan, donde se encuentra un laboratorio de alto nivel que estudia los coronavirus, el WIV.

Algunos defensores de la teoría del laboratorio sostienen que el virus contiene características inusuales y secuencias genéticas que indican que fue diseñado por humanos. Y algunos dicen que el SARS-CoV-2 se propaga entre las personas con tanta facilidad que debe haber sido creado con esa intención. Otro argumento sugiere que el SARS-CoV-2 podría haberse derivado de los coronavirus encontrados en una mina no utilizada donde los investigadores de WIV recolectaron muestras de murciélagos entre 2012 y 2015.

¿Es sospechoso que ningún animal haya sido identificado como transmisor del virus a los humanos?

Las investigaciones sobre el origen de los brotes necesitan muchos años y se desconocen algunos de los eslabones. Se necesitaron 14 años para determinar el origen de la epidemia de SARS, que comenzó con un virus en los murciélagos que se propagó a los humanos, probablemente a través de las civetas. Hasta la fecha, nunca se ha aislado un virus del Ébola completo de un animal en la región donde ocurrió el brote más grande del mundo entre 2013 y 2016.

Las investigaciones sobre el origen de una pandemia son complicadas porque los brotes entre animales que no son los principales huéspedes de un virus en particular, como las civetas en el caso del SARS, a menudo son esporádicos y suelen pasar desapercibidos. Los investigadores deben encontrar el animal adecuado antes de que muera o desaparezca la infección. E incluso si el animal da positivo en la prueba, los virus que se encuentran en la saliva, las heces o la sangre a menudo se degradan, lo que dificulta la secuenciación del genoma completo del patógeno.

Sin embargo, los científicos han logrado algunos avances desde que comenzó la pandemia. Por ejemplo, un informe, subido al servidor de preimpresión bioRxiv el 27 de mayo, sugiere que RmYN02, un coronavirus en murciélagos en el sur de China, podría estar más relacionado con el SARS-CoV-2 que el RATG13.

En cuanto a la búsqueda de un animal huésped intermediario, los investigadores en China han buscado el virus en más de 80.000 animales salvajes y domesticados; ninguno ha sido positivo para SARS-CoV-2. Pero este número es una pequeña fracción de los animales del país. Están valorando utilizar pruebas de anticuerpos para identificar animales que han sido previamente infectados con el virus.

¿Es sospechoso que el WIV esté en Wuhan?

Los laboratorios de virología tienden a especializarse en los virus que los rodean. El WIV se especializa en coronavirus porque se han encontrado muchos en China y sus alrededores. Hay otros laboratorios que se enfocan en enfermedades virales endémicas: laboratorios de influenza en Asia, laboratorios de fiebre hemorrágica en África y laboratorios de dengue-fiebre en América Latina y muchas veces hay brotes en las cercanías.

Los investigadores señalan que un brote de coronavirus en Wuhan no es sorprendente, porque es una ciudad de 11 millones de personas en una región donde se han encontrado coronavirus. Tiene aeropuerto, estaciones de tren y mercados que venden productos y animales salvajes de toda la región , lo que facilitaría que un virus podría llegar a la ciudad y propagarse rápidamente.

¿Tiene el virus características que sugieran que fue creado en un laboratorio?

Varios investigadores han investigado si las características del SARS-CoV-2 indican que fue diseñado mediante bioingeniería. Uno de los primeros equipos en hacerlo determinó que esto era “improbable” por algunas razones, incluida la falta de “firmas” de manipulación genética 6. Desde entonces, otros se han preguntado si el lugar de escisión de la furina del virus, una característica que lo ayuda a entrar en las células, es evidencia de manipulación genética, porque el SARS-CoV-2 tiene esas características, pero su pariente más cercano no los tiene. El lugar de escisión de la furina es importante porque está en la proteína del pico del virus, y la escisión de la proteína en ese lugar es necesaria para que el virus infecte las células.

Pero muchos otros coronavirus tienen sitios de división de furina, como los coronavirus que causan resfriados.

Otra característica de SARS-CoV-2 que ha llamado la atención es una combinación de nucleótidos que subyacen a un segmento del sitio de escisión de la furina: CGG (que codifican el aminoácido arginina). Sin embargo, en el SARS-CoV-2, aproximadamente el 3% de los nucleótidos que codifican la arginina son CGG. Y alrededor del 5% de los que codifican la arginina en el virus que causó la epidemia de SARS original también son CGG.

¿Es cierto que el SARS-CoV-2 tiene que haber sido diseñado, porque es perfecto para causar una pandemia?

Muchos científicos afirman que no. El hecho de que el virus se propague entre los humanos no significa que haya sido diseñado para hacerlo. También se extiende entre los visones e infecta a una gran cantidad de mamíferos carnívoros. Y no fue óptimamente transmisible entre humanos durante la mayor parte del año pasado. Más bien, se han desarrollado variantes nuevas y más eficientes en todo el mundo. Por nombrar un ejemplo, la variante altamente transmisible de SARS-CoV-2 reportada por primera vez en la India (B.1.617.2, o Delta) tiene mutaciones en los nucleótidos que codifican su lugar de escisión de furina que parecen hacer que el virus infecte mejor las células .

¿Los investigadores recogieron muestras de SARS-CoV-2 en una mina?

Los investigadores del WIV recogieron cientos de muestras de murciélagos en una mina entre 2012 y 2015, después de que varios mineros que trabajaban allí desarrollasen una enfermedad respiratoria desconocida. (El año pasado, los investigadores informaron que las muestras de sangre tomadas de los mineros dieron negativo en anticuerpos contra el SARS-CoV-2, lo que significa que la enfermedad probablemente no era COVID-19 . Al llegar al laboratorio, los investigadores de WIV detectaron casi 300 coronavirus en los murciélagos, pero solo pudieron obtener secuencias genómicas completas o parciales de menos de una docena, y ninguna de las fue SARS-CoV-2 . Durante la investigación dirigida por la OMS a principios de este año, los investigadores de WIV declararon que cultivaron solo tres coronavirus en el laboratorio, y ninguno estaba estrechamente relacionado con el SARS-CoV-2.

Aunque los investigadores no examinaron los congeladores del WIV para confirmar esta información, el bajo número de genomas y cultivos no sorprende a los virólogos. Es extremadamente difícil extraer coronavirus intactos de muestras de murciélagos. Los niveles de virus tienden a ser bajos en los animales y los virus a menudo se degradan en las heces, la saliva y las gotas de sangre. Además, cuando los investigadores quieren estudiar o alterar genéticamente virus, necesitan mantenerlos vivos, y disponer de líneas celulares (células que se mantienen en cultivo indefinidamente) apropiadas para que los virus se dividan en ellas en el laboratorio.

En el caso de que el SARS-CoV-2 proviniese de esa mina de China, los investigadores de WIV habrían tenido que superar algunos desafíos técnicos serios, y habrían mantenido la información en secreto durante varios años y engañado a los investigadores de la OMS. No hay evidencia de esto, pero no se puede descartar.

¿Qué viene a continuación?

Biden pidió a la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos que le informara en 90 días. Quizás esta investigación arroje luz sobre la información de EE. UU. no revelada que apareció en The Wall Street Journal que sugiere que tres miembros del personal de la WIV estaban enfermos en noviembre de 2019, antes de que se informaran los primeros casos de COVID-19 en China. El artículo afirma que los funcionarios estadounidenses tienen opiniones diferentes sobre la calidad de esa información. Y los investigadores del WIV han sostenido que el personal del instituto dio negativo en las pruebas de anticuerpos que indicarían una infección por SARS-CoV-2 antes de enero de 2020.

La semana pasada, Anthony Fauci, el asesor médico en jefe de Biden, pidió a los funcionarios chinos que divulgaran los registros del hospital de los miembros del personal de WIV. Otros han pedido muestras de sangre a los miembros del personal de WIV y acceso a muestras de virus y murciélagos de WIV, cuadernos de laboratorio y discos duros. Pero no está claro qué producirán tales solicitudes porque China no ha aceptado las demandas de una investigación de laboratorio completa. Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular de China, Zhao Lijian, dijo que los laboratorios estadounidenses deberían ser investigados, y que algunas personas en los Estados Unidos “no se preocupan por los hechos o la verdad y no tienen ningún interés en un estudio serio de los orígenes basado en la ciencia ”.

A medida que avance la investigación solicitada por Biden y la OMS considera la siguiente fase en su estudio de origen, los expertos en pandemias se preparan para un largo camino por delante. Todos quieren respuestas pero estas tardarán mucho en llegar.

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Un comentario

  1. Interesante artículo. Otra realidad es que tanto revistas antaño muy prestigiosas como Lancet y Nature, medios de comunicación y gobiernos se aferraron e impusieron la idea del mercado de Wuhan como origen de esta pandemia global (en dicho mercado no se venden murciélagos). ¿Origen natural? ¿Virus frankenstein, producto de ingeniería genética? ¿Qué es lo que ocurrió en el laboratorio de Wuhan? ¿Se sabrá alguna vez la verdad, o prevalecerá lo políticamente correcto unido a intereses desconocidos para el ciudadano común?

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