Los videojuegos y su tecnología impulsan el emprendimiento

Contribuir a entender las decisiones de los órganos directivos de una organización, una plataforma de realidad virtual para gestionar una fábrica en remoto o juegos para conocer los riesgos y las herramientas de lucha contra el cambio climático, son todo ejemplos de cómo se están aplicando las tecnologías relacionadas con la industria del videojuego para emprender de forma innovadora.

La Realidad Virtual y la Aumentada (RV y RA), por ejemplo, ya desempeñan un papel importante cuando las empresas se embarcan en procesos de transformación digital. Dichas tecnologías permiten mejorar los procesos de venta y de producción, contribuyendo también a dar una imagen innovadora a la compañía, algo cada vez más determinante para posicionarse frente a la competencia.

Entre sus aplicaciones más avanzadas tendríamos el diseño de prototipos en el sector industrial, la mejora de la experiencia de compra de los clientes en el ámbito del retail, ofrecer al usuario una muestra del producto antes de comprarlo en el caso del turismo y la restauración, o la creación de versiones virtuales de propuestas de ocio ya existentes (como el cine o las scape rooms).

 

 

Por su lado, la gamification, el empleo de mecánicas de juego en entornos y aplicaciones no lúdicas con el fin de potenciar la motivación, la concentración o el esfuerzo, es ya una realidad un diversos ámbitos empresariales: marketing, recursos humanos, salud y formación.

El juego en este caso es un mero medio y no el objetivo final, siendo esta la diferencia clave respecto a los videojuegos tradicionales. Para ello se crean mecánicas que usan la motivación como palanca para conseguir un propósito empresarial determinado: un aumento de la productividad en la empresa, una mayor implicación de los clientes, o un cambio de hábitos de algún grupo social.

Este potencial de las tecnologías nacidas al calor del desarrollo de videojuegos puede ser explotado de forma sistemática, para trasladarlo a otros sectores como hace, por ejemplo, la start-up ARSpace, apoyada por la Fundación para el Conocimiento madri+d.

Y es que la industria de los videojuegos en España está en forma y sigue produciendo importantes avances tecnológicos. Según el Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos 2019, publicado por DEV (la Asociación española de empresas productoras y desarrolladoras de videojuegos y software de entretenimiento), en 2018 la facturación del conjunto de empresas productoras de videojuegos con sede en España fue de 813 millones de euros, un 14% más que en 2017, dando empleo a más de 6.900 personas a través de 520 empresas.

La Comunidad de Madrid aporta un 33% de esa facturación, sólo por detrás de Cataluña, que es la que más factura (53%) debido a la presencia de grandes multinacionales. El 24,7% de las empresas tienen asimismo sede en la Comunidad de Madrid, que es además la Comunidad con mayor oferta formativa relacionada con los videojuegos.

 

 

Fuente: Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos 2019

 

¿Y qué tecnologías futuras están ya a la vuelta de la esquina? En estos momentos, el cloud gaming, el desarrollo nativo de juegos y experiencias interactivas para la nube, es uno de los que más interés despierta entre las personas que mejor conocen el sector. Durante el confinamiento hubo lugar incluso para conciertos virtuales, como el del rapero Travis Scott, que demostraron en este caso que el juego Fortnite es en sí mismo una comunidad capaz de trascender el videojuego, dando lugar a ideas de altísima innovación en la industria del entretenimiento.

 

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