EL PREMIO NOBEL Y LAS PATENTES: LOS PREMIOS DE FÍSICA Y ECONOMÍA 2014

Ante la entrega de los premios nobel correspondientes al año 2014, parece conveniente recordar en este blog la estrecha relación entre estos premios y las patentes. Como es ampliamente conocido, la fundación que concede los premios nobel tiene su origen en la fortuna acumulada por el inventor Alfred Nobel gracias a las patentes obtenidas sobre su principal invención, la dinamita, la cual superó los problemas asociados con la inestabilidad de la nitroglicerina.

Por otro lado y como era de esperar, los resultados de la investigación de muchos de los galardonados han sido protegidos tradicionalmente mediante patentes. Así, este año los inventores japoneses Akasi, Amano y Nakamura han recibido el premio nobel de las ciencias físicas por su invención del diodo emisor de luz blanca (LED), protegida mediante diversas patentes.

Gracias a sus características de duración y eficiencia energética, el LED (Light Emitting Diode) está llamado a sustituir a las fuentes de luz incandescentes y a las que utilizan gases.

En los LED la luz se genera a partir de semiconductores. El inglés Henry J. Round, compañero de Marconi fue el primero en descubrir las posibilidades de emisión de luz de los semiconductores en 1907. Los diodos emisores de luz roja se inventaron a finales de los años 50. Ya entonces se era consciente de la necesidad de inventar un diodo emisor de luz azul con el fin de crear un diodo emisor de luz blanca que pudiera utilizarse para competir con las fuentes luminosas tradicionales. Sin embargo, transcurrieron muchos años hasta que ello fue posible en un claro ejemplo de indicio secundario de actividad inventiva; un problema que se ha planteado durante mucho tiempo.

En 1972, el ingeniero George Craford de la compañía Monsanto inventó el primer diodo que emitía luz amarilla utilizando arseniuro fosfuro de galio.

Los japoneses Akasi, Amano y Nakamura estaban convencidos, ya en los años 1980 de que el material de elección para lograr el diodo emisor de luz azul era el nitruro de galio.

De forma independiente, Amano y Akasi por un lado y Nakamura por otro inventaron diodos que emitían luz azul, utilizando diferentes aleaciones de nitruro de galio.

La patente de Nakamura sobre un diodo emisor de luz azul supuso un hito en la relación entre los inventores y las compañías japonesas. Tradicionalmente, los inventores japoneses apenas recibían remuneración sobre invenciones excepcionales realizadas en el seno de una empresa.

Nakamura recibió inicialmente de su empresa “Nichia corporation” una remuneración de sólo 200 dólares. Dada la importancia de la invención, Nakamura demandó a su empresa, obteniendo en primera instancia un pago de 200 millones de dólares que tras la presentación del correspondiente recurso se transformó en unos 8 millones de dólares.

Continuando con la relación entre las patentes y los premios nobel de este año, Jean Tirole, galardonado con el premio nobel de economía 2014, posee varios trabajos en relación a las patentes sobre invenciones que se han convertido en estándares esenciales. En uno de sus estudios y junto a otros economistas mostró, utilizando la teoría de juegos, que sería posible que una empresa obtuviera un mayor beneficio extendiendo un monopolio a los eslabones superiores e inferiores de la cadena de producción. Un ejemplo sería una empresa con una patente sobre una innovación que reduce los costes. Vender a todo el mundo podría beneficiar al público en general. Sin embargo, el dueño de la patente podría obtener un mayor beneficio vendiendo la invención exclusivamente a un cliente, el cual podría vender a menores precios que sus competidores y así ganar el mercado. En última instancia, y según los economistas, el dueño de la patente tendría que comprar a su cliente. La ventaja sería que se incentivaría la innovación y la desventaja sería una menor competencia y probablemente precios más elevados. Sus estudios han llevado a una revisión de las políticas de la competencia, especialmente en los Estados Unidos.

Esta edición de los premios Nobel ha puesto de manifiesto la importancia del papel que las patentes juegan en el fomento de la innovación y en las políticas de competencia.


Compartir:

2 comentarios

  1. Lo raro es que no haya más premios nobel otorgados a la investigación científica y que no cuenten con patentes. Toda investigación debería tener asociada una solicitud de patente

Deja un comentario