LA CÁMARA INSTANTÁNEA DE POLAROID: UNA INVENCIÓN QUE NO SOBREVIVIÓ AL AVANCE TECNOLÓGICO.

La cámara fotográfica instantánea puede considerarse el paradigma de la invención que en poco tiempo pasa de asombrar al mundo a caer en el olvido, debido al veloz avance que la tecnología viene experimentando a lo largo de los dos últimos siglos.

La cámara instantánea es la invención más relevante del inventor estadounidense Edwin Land (1909-1991). Nacido en Connecticut, comenzó a estudiar química en la Universidad de Harvard, pero abandonó la carrera tras el primer año. Su primera invención fue la de una lámina de plástico polarizadora; el primer filtro polarizador de luz de coste de fabricación lo suficientemente barato como para emplearse de forma generalizada en las gafas de sol. Esta primera invención dio el nombre a la compañía “Polaroid” fundada por Land y Wheelwright, su profesor de física en la universidad. La invención se protegió mediante las patentes US1918848 y US2237567. Desde el principio, Land fue muy astuto en la comercialización de sus productos; por ejemplo, para vender a la compañía “American Optical Company” su lámina polarizadora, invitó a unos ejecutivos a su hotel a última hora de la tarde, cuando la ventana de su habitación reflejaba los últimos rayos del sol sobre una pecera, haciendo prácticamente imposible ver el pez en su interior. Land entregó entonces a los ejecutivos una muestra de la lámina polarizadora y gracias a ella fueron capaces de ver el pez perfectamente. Land les dijo que a partir de entonces sus gafas de sol estarían fabricadas en ese material y la compañía firmó un acuerdo con él.

La empresa Polaroid protegió en España y mediante un modelo de utilidad de número ES0015964U y título “protector para los ojos” unas gafas con cristal polarizado.

Figuras del modelo de utilidad ES0015964U

Durante la segunda guerra mundial E. Land trabajó en diversos dispositivos de utilización militar como gafas de visión nocturna, buscadores de objetivos, sistemas de guiado de bombas, así como un sistema de visión estereoscópica llamado el vectrógrafo que permitía descubrir posiciones enemigas camufladas mediante fotografía aérea. Este último invento fue desarrollado por Edwin Land junto a Joseph Mahler, primo del conocido músico austríaco Gustav Mahler , y se protegió mediante la patente US2203687, jugando un importante papel en la batalla de Guadalcanal.

Figuras de la patente US2203687 sobre el vectógrafo

No fue hasta el año 1943 en que Edwin Land dio con la invención que le convertiría en una celebridad. Cuando se encontraba de vacaciones en Santa Fé (California), tomó una fotografía de su hija de 3 años y ésta inocentemente le preguntó que por qué no podía ver la foto en ese momento. Se puso a pensar al respecto hasta que se le ocurrió una posible solución, la cámara instantánea. Inmediatamente telefoneó a su agente de patentes para que acudiera al hotel y se pusiera a redactar la solicitud de patente. La primera patente sobre la invención fue la de número US2435720. Sorprendentemente, la patente no se extendió al extranjero. Eran otros tiempos, hoy habría sido impensable no haber protegido una invención tan rompedora en los principales mercados 

Figura de la patente US2203687 sobre la cámara instantánea de Polaroid

Para los consumidores de la época, esta cámara era lo más parecido a un instrumento de magia. Sin necesidad de un cuarto oscuro ni de una lámpara de procesado, en unos 60 segundos era posible ver el resultado de la toma fotográfica. La cámara se lanzó comercialmente el día de acción de gracias de 1948 y se agotó en una hora. Su funcionamiento es relativamente sencillo; el positivo y el negativo entran en contacto al pasar ambos entre dos cilindros de acero que aplican de manera uniforme unas sustancias químicas.

Figura de la patente US2203687 donde se aprecia el procedimiento de relevado

 La primera cámara era muy voluminosa y se debía emplear trípode para su utilización. Las fotos obtenidas, aunque en color sepia, eran de gran calidad. En los años 70 se presentó un nuevo modelo el SX-70 que expulsaba las fotos  más rápidamente todavía. Se convirtió en un dispositivo imprescindible para todos aquellos que se consideraban “a la última” en aquellos años.

El artista Andy Warhol siempre llevaba una con él, y algunas de sus instantáneas se consideran hoy obras de arte.

Edwin Land era muy prolífico, con alrededor de 500 familias de patentes en las que figura como inventor. Se le suele considerar el segundo gran inventor estadounidense tras Edison. Durante la guerra fría fue asesor científico del presidente Eisenhower y participó directamente en el desarrollo de la óptica del avión espía U2, colaborando también con la NASA. Se le condecoró con la “Medalla de la libertad” o “Medal of Freedom”, la condecoración más importante que se puede otorgar a un civil en los EE.UU.

A finales de los años 70, Edwin Land tomó conciencia de que la tecnología fotográfica estaba evolucionando muy rápidamente y de que era preciso “revolucionar” la “revolución” que había supuesto la cámara instantánea de Polaroid, intensificando la inversión en innovación, para disgusto de los accionistas, más interesados en el beneficio inmediato. Durante muchos años hubo tensión entre la dirección económica de la empresa y Edwin Land, al que consideraban un soñador. En 1977 se lanzó una cámara de vídeo “instantánea”, la “polavisión que fue un auténtico fracaso, con pérdidas de alrededor de 70 millones de dólares. En 1980 se le obligó a dimitir como director ejecutivo y falleció en 1991. Aún, cuando la empresa Polaroid sigue vendiendo cámaras instantáneas “tradicionales” que funcionan con película, se ha orientado principalmente a la fabricación de cámaras digitales que permiten una impresión inmediata.

Se ha comentado que otro gran inventor estadounidense, Steve Jobs, se inspiró en la figura de Edwin Land para el desarrollo de la compañía Apple y sobre todo por lo que respecta a los principios que deben regir un negocio innovador:

–          Los negocios deben encontrarse en la intersección entre el arte y la ciencia. El diseño no debe descuidarse.

–          La empresa ideal se compone de directivos y soñadores y los primeros deben proteger a los segundos.

–          Estar siempre atento a la respuesta del mercado ante el lanzamiento de los nuevos productos.

En fin, a pesar de que el rápido desarrollo tecnológico haya provocado que la cámara instantánea tradicional haya caído en el olvido, uno no puede evitar recordar la magia que en los años 70 suponía el poder ver el resultado de la toma fotográfica unos pocos segundos después. Al lector le corresponde tratar de identificar cuáles de los inventos que hoy nos sorprenden con su halo de magia, quedarán en el olvido en los próximos años ante nuevos avances tecnológicos.

 

 

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