Hacia un modelo universitario. La Universidad Carlos III de Madrid.

Las autoras pretenden, con el conjunto de colaboraciones que han reunido, enriquecer la reflexión sobre lo que consideran un cierto "modelo universitario", el modelo plasmado en la experiencia de los primeros años de la Universidad Carlos III. Este modelo estaba apoyado en la Ley de Reforma Universitaria de 1983 algunos de cuyos impulsores influyeron decisivamente en esta nueva universidad.

Las colaboraciones se realizan desde muy diferentes ángulos, aunque predominan los autores que desarrollan sus actividades en la Universidad Carlos III, lo que refuerza su valor documental, y aporta en cambio menos al análisis de lo "no ocurrido", de las alternativas posibles al modelo. Se refleja en ellas el proceso de "formalización" de la Universidad Carlos III, a través de la ley de creación y del desarrollo de las normas estatutarias, así como el desarrollo de las titulaciones, los campus y sus edificios, su personal y su organización. Falta quizás una aproximación a los datos económicos, que hubiera presentado los medios reales con que contó el proyecto, medios muy influidos por la crisis económica de 1992.

Especialmente valiosa es la Introducción de las autoras que realiza una muy sumaria y acertada interpretación de los cinco primeros años de vida de esta institución (1989-1994), periodo en el que ellas han querido centrar el trabajo. Resaltan con acierto el dilema más crítico que se planteó al "modelo", cuando en 1990 se consideró la posibilidad de adscribir a esta universidad el Centro de Estudios Ramón Carande, de Vicálvaro, dilema que sirvió para definir mejor la orientación del proyecto, que apostaba por primar la investigación y, consecuentemente un tercer ciclo de calidad y una proyección internacional, frente a una posible alternativa basada en el crecimiento de los estudiantes de primer y segundo ciclo y una expansión del número de sedes para acercar la universidad a estos. Estos objetivos fueron confirmados por el Plan Estratégico que aprobó entonces la Comisión Gestora.

Esta orientación de la universidad "más allá" de sus sedes generó cierta perplejidad en el entorno que la acogió, Getafe y Leganés, que veía como la mayoría de los estudiantes provenían de la ciudad de Madrid, mientras que no llegaba a un 20% el que procedía en conjunto de estos dos municipios. Esta perplejidad se refleja en el artículo de M.ª Silveria Agulló y Constanza Tobío, que recoge las conclusiones de un estudio realizado recientemente con ciudadanos de Getafe y Leganés para conocer "la percepción de la Carlos III en su entorno social". Dan así la palabra a los ciudadanos que con su empeño consiguieron que esta experiencia de un nuevo "modelo" de universidad se instalara, no como hubiera sido normal, en la ciudad de Madrid, como ocurrió con la Universitat Pompeu Fabra en Barcelona, sino en el "lejano" Sur. Las reacciones de estas personas de Leganés y Getafe recuerdan a la alegría de los padres del hijo pródigo, que comprenden ahora que para crecer, tuvo que alejarse de sus progenitores.

El libro apoya algunas de sus contribuciones en entrevistas a Gregorio Peces-Barba y miembros de la Comisión Gestora y a responsables de la Comunidad de Madrid, y se echan en falta en cambio la opinión del equipo del Ministerio de Educación impulsor del proyecto, singularmente Juan Rojo Alaminos, primer presidente del Consejo de Administración, y personas de su equipo.

Un libro primorosamente realizado y editado, y lleno de datos y testimonios sobre los primeros y decisivos años de la Universidad Carlos III, que permitirá al lector analizar el desarrollo de este "modelo universitario". Y una buena manera de celebrar el quince aniversario de una nueva institución universitaria.