noti5
Fecha

Rayos X de juguete

Antes de que se conociesen sus efectos nocivos sobre la salud, hubo unos años en los que se hacían radiografías como entretenimiento

Cuando Wilhelm Röntgen descubrió los rayos X en 1895, el hallazgo causó auténtica fascinación. De repente, se podía ver dentro del cuerpo humano sin cirugía. La noticia se propagó tan rápido que, en cuestión de meses, no solo los hospitales, sino también los salones de feria, circos y hasta jugueterías se subieron a la moda.

A finales del siglo XIX y principios del XX, se vendían aparatos de rayos X para uso recreativo. Había kits que permitían observar los huesos de tu propia mano, gabinetes fotográficos que ofrecían radiografías como recuerdo y hasta máquinas para observar los pies en zapaterías, que servían para “garantizar” un buen ajuste del calzado.

En esa época todavía no existía conciencia del riesgo radiológico. La gente se exponía durante minutos u horas a radiación sin protección. Los efectos nocivos como quemaduras, caída del cabello, e incluso la aparición de cáncer, no se hicieron evidentes hasta años más tarde. Y de hecho, muchos pioneros de la radiología, como la propia Marie Curie, enfermaron gravemente o murieron por exceso de exposición.

Añadir nuevo comentario