UNA REFLEXIÓN AUTOCRÍTICA SOBRE DEL TRABAJO DOCENTE<br>
Reseña realizada por José Cañeque Riosalido<br>
Profesor de Biología y Geología<br>Catedrático jubilado
No es un libro de complacencia sobre el trabajo del educador. Como dice el autor en la nota inicial del libro, se trata una reflexión autocrítica acerca del trabajo docente, basada en una trayectoria profesional de 30 años, que ha pasado por todas la etapas educativas y en la que ha desarrollado todos los cargos colegiados y unipersonales, en diferentes sistemas educativos de distinto color político.
Es un libro dirigido a los educadores de las etapas obligatorias de nuestro sistema educativo, que contiene todos los puntos clave sobre los que un educador ha de reflexionar en su práctica docente.
Desmonta la opinión tan extendida de que para maestro vale cualquiera. El ejercicio docente es una práctica que exige lo mejor de uno, es como un reto diario. Señala las dos obligaciones de la función docente. La primera afectiva, el maestro tiene la obligación de querer a sus alumnos y alumnas. La segunda el tratamiento a la diversidad, proporcionar a todos los alumnos verdaderas oportunidades de aprendizaje. A todo profesor se le deben exigir tres cualidades: suficiencia científica, preparación pedagógica y cercanía emocional.
Reflexiona sobre el éxito y el fracaso escolar, y su medida. No se puede concebir la educación general obligatoria como una carrera de obstáculos para cribar ciudadanos y seleccionar a los mejores. El tratamiento de la diversidad es uno de los puntos clave en el éxito escolar, es el educador el responsable directo de ese resultado. Qué supone tener éxito en la escuela? ¿Quién o quiénes son los que fracasan?
Un punto clave en el trabajo de un educador es el análisis de la práctica docente, siempre intenta utilizar todos los medios que estén a su alcance para llevarlo a cabo. Un instrumento muy importante es la presencia de un observador en el aula y el debate posterior. No obstante muchos docentes se sienten incómodos cuando otro docente u otra persona adulta observa su actividad, es un problema de inseguridad personal o profesional.
En cuanto a la participación de la Comunidad Educativa en la toma de decisiones, resalta la habitual contradicción en la que caen los docentes. Por un lado se quejan de la dejadez de los padres en el proceso de enseñanza-aprendizaje de sus hijos, y por otro realizan un blindaje de los centros a su participación. Los padres y madres forman parte de Consejo Escolar del Centro, pero el profesorado siempre se encuentra representado en mayoría absoluta. ¿Cuántos padres y madres participan en la elección de sus representantes en el Consejo? ¿Cuántos profesores están al corriente de las actividades organizadas por las AMPAS?.
¿Puede ser democrática nuestra escuela, que está altamente jerarquizada? ¿Hay igualdad de trato y de oportunidades para tomar decisiones para todos los componentes de la Comunidad Educativa? Propone que en la decisión de construir un centro de uno u otro tipo, tiene un peso casi exclusivo el equipo docente.
La ideología impregna la escuela, es inútil que el docente pretenda despojarse de su ideología a la hora de trabajar con sus alumnos. Las culturas dominantes pretenden formar individuos que la perpetúen, para que su visión del mundo y su concepción de la sociedad siga siendo la dominante.
La variable alumnado cambia cada vez más deprisa y su diversidad es también cada vez mayor y desigualmente repartida entre la enseñanza privada, concertada y pública, así como sus intereses o manifestaciones. Esta variable junto con otras que han modificado nuestra sociedad, como la comunicación, ha sido acogida por el profesorado de distintas maneras. El más inquieto se ha vinculado a los procesos de transformación y ha demandado formación permanente específica, otros muchos no han sabido apreciar toda la riqueza de la diversidad.
El libro termina con una reflexión sobre los cambios salariales, de consideración social e ideológicos, así como en las escuelas pública y privada.