SITUACIÓN DE LA INNOVACIÓN<br>
Un análisis del estado de la innovación española en el año 2004
Reseña realizada por Manuel Zahera<br>
COTEC
El Libro Blanco de Cotec publicado en 1998, supuso el primer análisis profundo y completo que se realizaba en España para examinar la situación comparada del país en materia de innovación, una cuestión que ya entonces Cotec identificaba como el factor más importante para garantizar el crecimiento económico y el desarrollo social, en un momento en el que la competitividad no podía basarse ya en costes bajos sino en prestaciones y calidad por la vía de la innovación.
Ahora, seis años después, Cotec publica "El Sistema Español de Innovación. Situación en 2004" en el que han participado, tanto en la fase previa con aportaciones individuales como en los debates posteriores, más de un centenar de expertos del ámbito empresarial, académico, científico y de las administraciones públicas que conocen bien, desde sus diferentes campos de actuación, los procesos de innovación que hoy tienen lugar en España.
El presente documento contiene la descripción del estado actual del sistema español de innovación y su evolución en estos últimos seis años. Para su elaboración se ha seguido la misma metodología que permitió en 1998 publicar el primer estudio sobre el sistema español de innovación. De nuevo, se ha puesto especial empeño en preparar y recoger un conjunto de diagnósticos y recomendaciones, consensuados por un extenso grupo de expertos de la empresa, la academia y las administraciones, en debates que han tenido lugar en diversas Comunidades Autónomas, con objeto de tener en cuenta un amplio abanico de sensibilidades y experiencias.
Para esta nueva descripción se ha recurrido a los criterios utilizados en 1998, debidamente actualizados, y a otros nuevos que se han considerado necesarios dada la evolución que la tecnología y la economía han tenido en el tiempo transcurrido. El lector encontrará una descripción y justificación de los mismos en el capítulo primero.
Es preciso hacer constar el notable crecimiento de la diversidad del tejido empresarial español en capacidad tecnológica e innovadora, así como la diferenciación regional. Dos dimensiones que se cruzan y que hacen que el sistema español sea hoy mucho más complejo y diverso de lo que era hace seis años. Sin embargo, dentro de esta heterogeneidad, las grandes divergencias se dan en contados sectores y localizaciones geográficas, por lo que la descripción global a la que obliga un enfoque de ámbito nacional no pierde su validez, si se está dispuesto a admitir la existencia de singularidades que, por lo general, presentan aspectos sensiblemente mejores que los que refleja la media del conjunto nacional.
A grandes rasgos, el sistema español de innovación presenta en 2004 una situación claramente mejor que hace seis años. Ha crecido en cantidad y calidad en proporciones que por ellas mismas son más que aceptables, pero su grado de desarrollo está muy lejos de ser satisfactorio en una comparación con nuestros socios europeos y menos con Estados Unidos. La distancia que nos separa de los países de nuestro entorno sigue siendo considerable, de modo que, pese a nuestro elevado ritmo de crecimiento, necesitaremos más de una década para alcanzarlos al menos que podamos conseguir una verdadera explosión de nuestro sistema de innovación. Además este crecimiento debe ser selectivo. Los sectores de alta y media alta tecnología no han crecido al ritmo de los otros sectores, y en consecuencia hoy son menos competitivos incluso en el mercado nacional. Si España comenzó su incorporación a los países industrializados en la década de los sesenta, ahora debe hacerlo al grupo de los tecnológicos, de lo contrario perderá de nuevo el tren de la historia.
Otro hecho que se constata es que el sistema español de innovación funciona con corrección e incluso con envidiable eficiencia para un contado número de empresas, dentro de un número restringido de sectores empresariales y con la concurrencia de un escaso número de investigadores. Se trata de un sistema pequeño pero eficaz, en el que se integra una parte demasiado reducida de todos los agentes que lo componen. La explosión, a la que más arriba se ha hecho referencia, debería suponer la integración en el sistema de un alto número de nuevos participantes de todos los subsistemas. Esta cuestión demanda no sólo que los agentes crezcan en número sino también, y esto es mucho más difícil e imprescindible, que aprendan a colaborar entre ellos. El funcionamiento de las interfaces entre agentes ha sido siempre el cuello de botella de la eficiencia de los sistemas de innovación.
También se hace evidente que sólo en contadas ocasiones se ha producido la agrupación empresarial con objetivos tecnológicos. Y esto se refiere tanto a los entornos sectoriales como a las relaciones entre clientes y proveedores, ya sean de grandes o pequeñas dimensiones. Es obligado decir que cuando ello ha tenido lugar, los resultados han sido tan positivos como los que se pueden encontrar en los sistemas más desarrollados. De nuevo, aflora la necesidad de un explosivo aumento de experiencias positivas y en principio posibles.
En estos seis años, España ha asistido a un mayor reconocimiento de la importancia de la tecnología y la innovación para el desarrollo y el bienestar del país. La sociedad es más sensible y recibe continuamente mensajes en este sentido, pero estos impulsos no se mantienen en el tiempo. Ni las decisiones empresariales ni las políticas han cubierto las expectativas levantadas por las declaraciones. El número de empleos tecnológicos no ha crecido de acuerdo con las estrategias empresariales anunciadas ni tampoco los recursos públicos se han adaptado a la sociedad del conocimiento, que ha sido aceptada como modelo para el inmediato futuro.
En el análisis realizado para preparar este documento se ha utilizado el modelo de sistema de innovación postulado en 1998, que se compone de cinco agentes: Empresa, Administraciones públicas, Sistema público de I+D, Organizaciones de soporte a la innovación (denominadas Infraestructuras en 1998) y Entorno (mercado, sistema educativo, sistema financiero...).
El libro de Cotec expone diagnósticos y recomendaciones que han sido consensuados en los debates del Libro Verde para cada uno de los agentes del sistema.